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El PP, de acuerdo con el Gobierno


Ayer se conocía la noticia de que toda la oposición en el Congreso se oponía a la ya famosa Disposición Final 1ª (DF1) de la LES sobre la posibilidad de cerrar páginas webs sin una resolución judicial motivada.

Es decir, que toda la Cámara baja dejaba solo al Gobierno en su intento de implantar la censura en Internet. Mientras la Red celebraba el hecho de que por fin muchos políticos habían descubierto la verdad sobre la LES y lo irracional,arbitrario y esperpéntico de la medida nos iban llegando noticias contradictorias en el sentido de que finalmente el PP primero, y CIU después, no se adherían a la declaración.

El PP se adhería al resto de grupos de la oposición parlamentaria inicialmente pero más tarde se desmarcaba de ese mismo grupo, algo que causó una gran sorpresa en la Red. Muchos no entendían nada. Si el trabajo de la oposición consiste precisamente en llevar la contraria al gobierno (con mayor o menor justificación, según los casos) y si tenemos en cuenta que la LES ha levantado ampollas en toda la sociedad (y hasta dentro del propio grupo socialista) no se entiende muy bien que el PP se alíe con el gobierno del PSOE en todo esto. O quizás, muy al contrario, se entiende demasiado bien.

Preguntada por este hecho, la diputada Fátima Báñez aclaraba (o más bien, se excusaba en) que ya no tenían que oponerse porque realmente el Gobierno se acercaba a las tesis del PP ya que ahora sí defendían la intervención de los jueces ante lo que muchos consideran el equivalente al secuestro de un medio de comunicación, algo más propio de otras épocas y otros regímenes. La excusa era que la LES no estaba "negro sobre blanco" al completo y que por tanto, esperarían a ver el texto. Como si el PP hubiera necesitado alguna vez tener un texto antes de criticar las intenciones del Gobierno en cualquier asunto.

Sin embargo, absolutamente nada había cambiado desde que el PP se unía al resto de la oposición y hasta el momento que decidía desmarcarse de esta iniciativa El PP sabía y sabe que el Gobierno no ha hecho más que intentar crear una y otra vez, camuflándolo de diversas formas, un órgano administrativo al margen de la judicatura que les permitiera decidir sobre la vida y la muerte en Internet. El PP sabía y sabe que no puede confiar en un Gobierno que, desdiciéndose de sus posturas continuamente, no tiene credibilidad alguna y, a pesar de eso, parece ser que en este asunto sí confía ciegamente en que el Gobierno está haciendo lo correcto.

Ante la justificación de lo injustificable, parece bastante más probable que una vez que se adhirieron a esta postura, recibieran una llamada de mucho más arriba para que abandonaran la iniciativa. Señora Báñez: los ciudadanos internautas no se dejan manipular ya con facilidad, y mucho menos con excusas baratas como ésta. La ciudadanía internauta sabe perfectamente que ustedes, por ejemplo, defienden el canon digital. Se les podrá llenar la boca de bonitas palabras en contra del mismo pero el hecho es que la señora Rodríguez-Salmones no fue cesada como portavoz de Cultura de su grupo cuando defendió con uñas y dientes el abuso del canon. Lo único que se hizo, mucho más tarde y sin que se notara demasiado, fue cambiarla de puesto para que pareciese que no estaba. Pero ahí sigue.

Y estas absurdas declaraciones de la señora Báñez ponen de relieve que el PP está completamente de acuerdo con el PSOE a la hora de cerrar páginas webs saltándose uno de los pilares básicos del sistema democrático: el Poder Judicial.

Si el PP no realiza una declaración expresa en contra de la DF1 de la LES y se suma de nuevo al resto de grupos de la oposición, habrá quedado meridianamente claro cuál es su posición al respecto. Como ya se dijo desde Red SOStenible, cosas como éstas tienen un importante coste electoral pero también es posible que intereses superiores a los de partido (tanto en el PP como en el PSOE) pesen incluso más que el alimento básico para la supervivencia de un político: el voto.

Lo peor para una democracia no es tener un mal gobierno. Lo peor para una democracia es tener una mala oposición, a la cual no pueda dirigirse la ciudadanía para evitar los abusos del poder. Cuando alguien no tiene interés alguno en convertirse en gobierno algún día, no se le puede forzar a ello, pero es bastante probable que los ciudadanos acaben dándole la espalda a causa de su pasividad.

Los internautas son por lo general usuarios hiperconectados e hiperinformados a los que es muy difícil ya tratar de manipular desde los partidos y los grandes grupos de comunicación. Tener la posibilidad de acceder a cualquier información y a cualquier opinión sobre ésta así como la posibilidad de compartir y discutir este conocimiento y opinión con millones de usuarios en tiempo real desarrolla el sentido crítico y permite separar información y manipulación con más eficacia. Es por esto que muchos de nuestros gobernantes -y de los que aspiran a serlo- pretenden convertir a Internet en una tele, donde el pensamiento sea dirigido de manera unidireccional y es también por esto por lo que todos los internautas se rebelan, sabiendo que estos intentos han llegado demasiado tarde a la Red y que Internet no será otra tele

Quizás piensen que la ciudadanía en Red no tiene demasiado peso electoral pero lo cierto es que cada vez que asistimos a espectáculos bochornosos como éstos crece el descontento en Internet y surgen iniciativas para contrarrestar estos abusos que, cuando menos se lo espera uno, pueden dar sorpresas. Sólo el tiempo nos dirá cuál es el peso real de la ciudadanía internauta. Pero por lo pronto el tiempo ya nos ha dejado claro cuál es la postura del PP en relación a la libertad en la Red.

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