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Economistas desmontan la campaña de la SGAE y el “trabajo sucio” del Gobierno

Economistas desmontan la campaña de la SGAE y el “trabajo sucio” del Gobierno


Ni mucho ni poco sino todo lo contrario. Los ingresos percibidos en la industria musical fueron prácticamente los mismos en 2005 que en 2008, en torno a 450 millones de euros. Es cierto que las ventas de CDs han descendido notablemente desde entonces, pero la comercialización mediante descargas en Internet y los ingresos por conciertos se han casi triplicado. Para la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) la industria musical no se destruye, sólo se transforma.

@Gustavo Bravo- El Confidencial.- La fundación desmontaba ayer con datos, en su sede de la calle Jorge Juan de Madrid, la situación de alarma instaurada por las gestoras de derechos de autor y el Ministerio de Cultura. Para FEDEA, no está demostrado que la industria del ocio vaya a perder a causa de las descargas y el intercambio de archivos digitales en Internet, un negocio en el que entre 2004 y 2008 se ha duplicado el número de compositores y obras musicales. Es más, los ingresos producidos por conciertos en vivo han pasado de 144 millones en 2005 a 309 millones en 2008, y los ingresos por descargas de pago en móviles o internet han ascendido de 6 millones de euros en 2005 a los 29,5 millones del año pasado.

Las conclusiones a las que se ha llegado en el informe, dirigido por el italiano y doctor en Economía Michele Boldrin junto con el doctor en Derecho y Economía de la Complutense de Madrid Pablo Vázquez, son tan determinantes como demoledoras. Según FEDEA, 600 artistas bajo la gestión de la SGAE acumulan entre ellos el 75% de todos los ingresos derivados por derechos de autor. La teoría de la larga cola sigue intacta: un grupo muy reducido de estrellas consigue beneficios multimillonarios frente a una masa muy amplia y muy por debajo de artistas que perciben ingresos medios. Los nombres que forman ese primer grupo, privilegiado tanto en venta, como en fama, como en presencia en los medios, sigue apenas sin haber visto variaciones en los últimos años, según la fundación.

Para Boldrin, la industria necesita un cambio de modelo que no necesariamente implicaría cambiar los beneficios. La crisis e internet han precipitado la transformación de muchos mercados obsoletos y de empresas que se resisten a dejar de ganar un solo céntimo de los millones de euros que generaba su industria en los momentos de bonanza. “El cambio tecnológico elimina muchos de los intermediarios que hoy en día encarecen el producto”, sentencia. Para el economista, el sector debe reajustarse, homogeneizando los sueldos y los costes según las ganancias. “Eso de que haya una veintena de estrellas que ganan 500 millones igual ya no tiene lugar. Estoy convencido de que si a la Madonna de los 70, entonces Maria Ciccone, le dieran a elegir entre ganar 10 millones de dólares (en lugar de los 500 que debe de ganar) o seguir poniendo copas en los bares preferiría los 10 millones”, asegura mientras sonríe. “Es más que evidente que no les va tan mal porque si no se hubieran puesto a hacer otras cosas como limpiar las calles”.

“El Gobierno hace el trabajo sucio”

“Un sistema de mercado bueno no es uno en el que unos pocos se enriquecen gracias a su monopolio. Y cuanto más tarden en darse cuenta peor será, porque las medidas para luchar contra las descargas gratuitas en internet dificultarán el cambio de modelo productivo”.

Boldrin insistió en el despropósito que suponen los esfuerzos del Gobierno en apoyar a un lobby con leyes, recursos económicos y humanos. “¿Es tan grave violar los derechos de autor como para actuar como se actúa? No entiendo por qué nos alarmamos tanto, y me refiero al Gobierno y no a Madonna. Eso sí, las discográficas y los gestores encantados, porque el Gobierno les está haciendo el trabajo sucio”.

Para FEDEA, el Gobierno debería atender a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Competencia contra el monopolio de la representación de los derechos de la propiedad intelectual. Además, consideran completamente contradictorio potenciar el acceso a internet entre los jóvenes y al mismo tiempo limitar su uso.

El absurdo de los derechos de autor

Según el informe, los derechos de propiedad intelectual benefician principalmente a los que no tienen mucho poder de mercado. Por el contrario, los jóvenes artistas no perciben sus ingresos por esta vía.

Para Pablo Vázquez, “lo que necesitamos es crear un marco legal que permita el desarrollo de un mercado competitivo de distribución digital de música; es decir, donde el precio que se cobre por la descarga sea el competitivo (el que cubra los costes y un rendimiento razonable)”.

“Si el precio es suficientemente razonable, desaparecerán los incentivos para las descargas, y sólo se bajarán la música las personas que en ningún caso hubieran comprado las canciones”. iTunes se muestra así como un buen ejemplo del mundo que desean los economistas –aseguran ambos doctores en el informe-. “Uno en el que la gente esté dispuesta por pagar un precio razonable y no se le persiga por compartir la música que han descargado”.

Los datos confirman que esto ya está ocurriendo: el número de músicos y artistas se ha duplicado en los últimos cuatro años. Del mismo modo ha ocurrido con las obras artísticas. Lo que sucede, según FEDEA, no es más que un cambio en la composición de lo que se vende: ha caído la venta de CDs, pero ha aumentado en Internet a la vez que los conciertos. Los ingresos del sector en ningún caso han bajado.