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¿Servicio universal? ¿Qué servicio?

¿Servicio universal? ¿Qué servicio?


Un reciente estudio de la CMT revela que algo más de medio millón de hogares, que no personas, en España carecen de la posibilidad de contratar un acceso de banda ancha a través del “viejo” par de cobre. ¿Dónde se ha quedado aquella propuesta del Ministro de Industria de hacer universal el acceso de 1 Mbps? ¿También ha ido al cesto de los papeles?

No vamos a descubrir nada nuevo si decimos que a día de hoy es casi imprescindible poder acceder a Internet, aunque muchas personas siguen sin entender por qué es imprescindible esta herramienta cada vez son más los servicios que se nos prestan a través de la red. Desde la simple consulta de los movimientos de nuestras cuentas bancarias al teletrabajo, de la simple reserva de un alojamiento hotelero a la resolución de trámites administrativos, la red es algo ya intrínsecamente ligado a nuestro quehacer diario.

Podemos pensar que esas pocas líneas (representan algo más del 3% de todas las líneas fijas instaladas en España) tampoco son una cifra como para rasgarse las vestiduras; tal vez se trata de zonas de difícil acceso a las que es complicado llevar el hilo telefónico, lo que implica altos costes de tendido. Ninguna de estas razones es motivo para que el servicio de banda ancha no sea ya universal, lo mismo que lo es la red conmutada o RTB.

No hace tanto tiempo nos hacíamos eco de un Centro de Salud de Castilla La Mancha que no podía dar el 100% de su servicio al carecer de acceso por banda ancha; el municipio es Pétrola (Albacete) , probablemente porque a las empresas de telefonía no les fuera rentable adecuar la infraestructura. Hay que señalar que esta región es, según ese mismo informe de la CMT, la segunda con más problemas de cobertura ya que el 5% de los hogares (¡Ojo! El 5% de los hogares que no de la población) de la misma no pueden contratarlo; la primera de esta clasificación es la otra Castilla, en la que un 8% de los hogares no pueden utilizar la banda ancha convencional.

A pesar de la brutal crisis que nos golpea desde 2008 y aun cuando las “telecos” han visto reducidos sus ingresos en 2010 un 3,5% respecto al año anterior, estas mismas empresas han incrementado sus inversiones en ese mismo periodo en un 4,4% y no han dejado de declarar beneficios, encabezadas por Telefónica de España (más de 10.000 millones netos de euros en 2010).. Sin embargo estas cifras de inversión no han valido para que este servicio de banda ancha pueda a llegar al 100% de los hogares españoles.

Se han escudado en la baja o nula rentabilidad que aporta a sus cuentas de resultados el que todos los hogares españoles pueden, si lo desean, contratar el servicio ADSL mediante el normal cable de cobre. Pero, especialmente Telefónica como operador dominante, olvidan que la red telefónica está más que amortizada ya que durante más de 70 años los usuarios hemos estado pagándola al entonces monopolio; no están tan lejanos los días en que había que pagar más de 100.000 ptas. sólo por el alta de línea en zonas no tan aisladas o lejanas de núcleos de población relativamente importantes. Y eso como un favor muy especial.

Subvenciones y más subvenciones

Aunque ahora no son tan frecuentes, en los primeros años de este siglo XXI hemos visto como muchas autonomías, Castilla La Mancha o Murcia por ejemplo, han subvencionado las nuevas altas de banda ancha. Si no había subvención, no había banda ancha; esa era la impresión. Y no por la falta de interés de los potenciales clientes.

¿Resultado? Cuando por efecto de los ajustes económicos debidos a la crisis se ha cerrado el grifo de las subvenciones a particulares, las “telecos” se han olvidado de los usuarios finales. El “currito de a pie” no interesa porque no da beneficios en las cuentas de estas corporaciones. O vives cerca de una central actualizada o ya puedes olvidarte de contratar banda ancha y el resto de servicios añadidos que conlleva.

Y como remate aquella declaración de servicio universal que antes citaba y que incluía el acceso MÍNIMO de banda ancha a 1 Mbps se quedaba en el limbo sin una explicación clara por parte de nuestros gobernantes. Curiosamente casi a la vez que han cesado las ayudas a los particulares. ¿Acaso estas empresas han presionado, o incluso amenazado, para que la propuesta sea olvidada?

Mientras tanto esa misma empresa que ha ganado más de diez mil millones el año pasado pone en marcha un plan de reducción de plantilla que afectará al menos al 20% de la plantilla, afortunadamente con cargo exclusivo a sus recursos propios ¡Encima hay que agradecer que no tiran de la caja común de la Seguridad Social!

Sin embargo ningún gobierno pasado, presente o, temo no equivocarme, futuro es capaz de condicionar planes como ese de reducción de plantilla a cumplir unos objetivos mínimos, muy mínimos. Seamos sinceros: un ancho de banda de 1 mega no es nada del otro mundo. Sigue habiendo zonas de grandes ciudades como Madrid en las que los abonados no tienen la posibilidad de contratar más que ese mísero mega, por más sorprendente que pueda parecer.

Eso sí: desde el Gobierno se siguen lanzando ideas, a cual más absurda. No se me ocurre otro calificativo a esta propuesta: El Gobierno obligará a los operadores a ofrecer banda ancha de 30 megas al 98% de la población antes de 2020. En lugar de semejantes sandeces, avaladas por no se sabe muy bien quien, procuren que TODOS tengamos acceso al servicio de banda ancha con el viejo y querido par de cobre. Los regüeldos mentales deben quedarse, señores políticos, para el ámbito privado.


Angel Matilla es autor de las
COMPARATIVAS DEL COSTE DEL ADSL EN LA UNIÓN EUROPEA