Asociación de Internautas

Logo 1

Siete razones para que Sinde dimita

Siete razones para que Sinde dimita


Se avecinan tiempos turbios para Ángeles González Sinde. Si la ministra ya de por sí estaba en el punto de mira de los internautas por su forma ‘interesada’ de entender la política cultural, anteponiendo los privilegios de la industria al de los ciudadanos, ahora se le añade un problema más. La 'trama SGAE' que implica a altos directivos de la entidad y por la que su Ministerio tendrá que comparecer el próximo miércoles en la Audiencia Nacional es la gota que colma el vaso. Sinde, bajo su posición de poder al frente de Cultura, ha hecho y deshecho según los antojos de esta sociedad que ahora está en el punto de mira de la justicia.

Alejandro Laso / El Confidencial .- En los foros de internet y las redes sociales posiblemente encontraremos cientos de razones para que la ministra abandone su cargo. Bajo mi punto de vista éstas son las más importantes:

Primera. La trama de la SGAE que está siendo investigada ha venido motivada por una denuncia conjunta de varias asociaciones que sin tener más datos que unas sospechas han dado la pista a las autoridades para que investiguen a fondo a la sociedad. El Ministerio de Cultura es el responsable de auditar y fiscalizar sus cuentas, de modo que debería haber sido este organismo quien detectase esas irregularidades y tendría que haber dado el primer paso denunciándolo.

Además, la responsabilidad que atribuye Sinde a las comunidades autónomas de vigilar la gestión de estas entidades no es más que una pataleta, ya que el ámbito de actuación de la SGAE es estatal, como así lo confirma el TS a través de varias sentencias. Además el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril establece que “el Ministerio de Cultura podrá exigir de estas entidades cualquier tipo de información, ordenar inspecciones y auditorías y designar un representante que asista con voz pero sin voto a sus asambleas generales, consejos de administración u órganos análogos”. Desde la Asociación de Internautas, acusan a la ministra de ser " juez y parte" en el proceso contra la SGAE.

Segunda. El canon digital, que grava los dispositivos tecnológicos con la presunción de que los usuarios van a hacer tropelías con ellos, es ilegal. Lo dijo Bruselas en octubre de 2010 y la Audiencia Nacional lo declaró nulo el pasado mes de marzo. La ministra se empeña en modificarlo –en vez de eliminarlo– para que cumpla las directrices europeas de que sea justo y no que el reparto no sea de forma indiscriminada, pero en el camino hay decenas de millones de euros que los ciudadanos ya han pagado de sus bolsillos y que no pueden reclamar.

Tercera. El acuerdo alcanzado por PSOE, PP y CiU el pasado mes de marzo para la aprobación de la Ley Sinde exigía al Gobierno a modificar la compensación equitativa por copia privada en el transcurso de tres meses desde la entrada en vigor de la norma para adaptarse a las directrices de Bruselas. Hace más de un mes que el plazo se agotó y la única explicación que ha dado la ministra para incumplir su Ley es que “es mejor una buena norma retrasada, que una mala y puntual”.

Cuarta. Sobre la ministra pesa una denuncia de la Asociación de Internautas por un supuesto conflicto de intereses privado con el cargo que desempeña por su pasado en la industria cinematográfica. La Audiencia Nacional admitió a trámite el recurso contencioso administrativo en enero de 2010 tras haber sido denegada la denuncia en varias ocasiones por la Oficina de Conflicto de Intereses ‘controlada’ por el Ejecutivo. En el Código del Buen Gobierno aprobado en 2005 asegura que “se entiende que existe conflicto de intereses cuando los altos cargos intervienen en las decisiones relacionadas con asuntos en los que confluyan a la vez intereses de su puesto público e intereses privados propios, de familiares directos, o intereses compartidos con terceras personas”. La ministra ha sido directora de cine, guionista y además es socia de la SGAE. El juicio todavía no ha salido y a este paso terminará su paso por Cultura y el recurso habrá perdido su sentido.

Quinta. En ningún momento Sinde está escuchando y defendiendo el interés de los ciudadanos. Pese a entrar en el Gobierno en abril de 2009, se ha ganado el dudoso mérito de convertirse en la ministra más impopular del Ejecutivo y tiene a casi la totalidad de los internautas de todos los signos políticos en su contra. Vivimos en una democracia y la titular de Cultura está gestionando su cartera a espaldas de la opinión pública y de Internet, amén de haber promovido una ley que ni siquiera estaba en el programa electoral del Partido Socialista.

Sexta.Sinde ha abanderado la defensa de los intereses de la industria cultural y no el de los ciudadanos. La ministra ha promovido la defensa de varias industrias que en su mayoría están controladas por multinacionales extranjeras y les ha dado un privilegio pese a no haberse adaptado a los nuevos tiempos de Internet. Sinde parece no entender qué es Internet y la oportunidad que supone para el desarrollo cultural de una sociedad. Si el desarrollo de la web va en contra de los intereses de este Ministerio, la persona que lo gobierna lo está haciendo sin contar con la sociedad y su futuro.

Y siete. Si los anteriores motivos no son suficientes, apunte otro. Dé una cura de humildad a la clase política de este país que vive sus horas más bajas y enséñele a sus camaradas lo sano y democrático que es abandonar un cargo cuando no se ha sabido gestionar bien. Le aseguro que la sociedad española se lo agradecerá.



Más en http://twitter.com/alejandrolaso