La reunión secreta de las 'telecos' en Venecia
La reunión secreta de las 'telecos' en Venecia
El lunes de la semana pasada, 11 de julio, se reunieron en Venecia los presidentes de los cinco principales grupos de telecomunicaciones de Europa: César Alierta (Telefónica), Vittorio Colao (Vodafone), Stéphane Richard (France Télecom), René Obermans (Deustche Telekom) y Franco Bernabé (Telecom Italia). No era la primera reunión que mantenÃan. Desde hace algún tiempo lo vienen haciendo en secreto en distintos lugares sin una periodicidad fija y con conocimiento de la comisaria de la Agenda Digital, Neelie Kroes, a la que cuentan lo que allà tratan y deciden para evitar que les acusen de oligopolio.
David Ballota / Nación Red .- Lo contaba ayer el salmón dominical del diario El PaÃs y no es fácil saber si en la referencia a una informada Neelie Kroes hay cierta ironÃa. En lo formal, más bien parece que en aras de la transparencia se lo deberÃan contar a JoaquÃn Almunia, comisario de la Competencia.
Lo que está claro es que la jurisprudencia europea sobre la violación de las normas de la competencia y un mÃnimo sentido de la estética deberÃa bastar para eludir el secretismo en las reuniones del 5-G aunque los tribunales no incluyan el dÃa de mañana la reunión veneciana en una setencia-tipo de esas que parecen siempre la misma: “Se reunieron e intercambiaron informaciónÂ… con el objeto de alcanzar un acuerdo que afectaba a la competencia”. “Hay evidencias de que llegaron a presionar y boicotear a quienes se mostraron dispuestos a sustraerse a la disciplina del cártel”. “Se habrÃan intercambiado informaciones confidenciales sobre sus abonados y el número de clientes conseguidos y dados de baja”.
El 5-G arrastra la “culpa” de su indudable ligazón al poder polÃtico, alejado de un sano planteamiento de mercado. Más de la mitad son empresas semiprivatizas. Telecom Italia, Deustche Telekom y France Télecom (Orange) siguen estando participadas por el Estado y presididas por el dedazo palaciego o gubernamental, según el turno electoral.
La reunión veneciana desvelada por El PaÃs, que tuvo como objetivo pactar una estrategia de lobby para imponer la tasa Google, no pinta bien para el futuro de internet. Como decÃa Adam Smith no hay reunión de empresarios del mismo gremio que no termine con una conspiración contra el público. Si la noticia de la reunión viene con la calificación de “secreta” en el titular y los reunidos son los “gigantes” que son, no es desproporcionado, como mÃnimo, alertar al personal.
Aunque al garante polÃtico de la Competencia en Bruselas, JoaquÃn Almunia, se le supone informado por su colega Neelie Kroes, confidente de los cinco venecianos, o por el excelente suplemento de Negocios del diario El PaÃs.
En Nación Red | En Google se hacen los “suecos” con el peaje que les quieren hacer pagar las telefónicas
Lo que está claro es que la jurisprudencia europea sobre la violación de las normas de la competencia y un mÃnimo sentido de la estética deberÃa bastar para eludir el secretismo en las reuniones del 5-G aunque los tribunales no incluyan el dÃa de mañana la reunión veneciana en una setencia-tipo de esas que parecen siempre la misma: “Se reunieron e intercambiaron informaciónÂ… con el objeto de alcanzar un acuerdo que afectaba a la competencia”. “Hay evidencias de que llegaron a presionar y boicotear a quienes se mostraron dispuestos a sustraerse a la disciplina del cártel”. “Se habrÃan intercambiado informaciones confidenciales sobre sus abonados y el número de clientes conseguidos y dados de baja”.
El 5-G arrastra la “culpa” de su indudable ligazón al poder polÃtico, alejado de un sano planteamiento de mercado. Más de la mitad son empresas semiprivatizas. Telecom Italia, Deustche Telekom y France Télecom (Orange) siguen estando participadas por el Estado y presididas por el dedazo palaciego o gubernamental, según el turno electoral.
La reunión veneciana desvelada por El PaÃs, que tuvo como objetivo pactar una estrategia de lobby para imponer la tasa Google, no pinta bien para el futuro de internet. Como decÃa Adam Smith no hay reunión de empresarios del mismo gremio que no termine con una conspiración contra el público. Si la noticia de la reunión viene con la calificación de “secreta” en el titular y los reunidos son los “gigantes” que son, no es desproporcionado, como mÃnimo, alertar al personal.
Aunque al garante polÃtico de la Competencia en Bruselas, JoaquÃn Almunia, se le supone informado por su colega Neelie Kroes, confidente de los cinco venecianos, o por el excelente suplemento de Negocios del diario El PaÃs.
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