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Las facturas más gravosas

Las facturas más gravosas


Aparentemente es complicado decir si Internet y el móvil en España es caro o no. La variedad de ofertas de las operadoras es inmensa, sobre todo en las ciudades. Además, según con quién hablemos, nos llevaremos una impresión o la contraria. Las grandes operadoras dicen que han hecho los deberes y ofrecen a los usuarios el mejor servicio al menor coste posible. Los usuarios, por su lado, no están muy de acuerdo. Para ayudar a sacar conclusiones, ofrecemos los números de una y otra parte, y también los de organismos internacionales independientes.

Por Juan I. Cabrera en PC Actual . .- Fuentes de Telefónica se defienden: «Que la banda ancha es cara y lenta es un lugar común cuando ya hace mucho tiempo que no es así. La oferta es infinita y comparar este tipo de conexiones con las de otros países nunca es homogéneo». En esta línea, Telefónica remite a informes de la CMT, el organismo gubernamental que regula el sector de las telecomunicaciones en España, para asegurar que desde 2007 el precio medio de las llamadas móviles ha bajado más de un 40%, pasando de 15 céntimos por minuto a algo más de 8. También han caído las llamadas de fijo a móvil (12%) y las internacionales (22% desde 2010). Telefónica también asegura que su ADSL es mucho más asequible desde verano: el producto Hasta 10 megas, que aglutina todas sus ofertas por debajo de esa velocidad, ha caído hasta un 27%.

Por su parte, Vodafone, el segundo operador del sector, dice que el mercado español es uno de los más avanzados del mundo desarrollado (126 líneas de celular por cada 100 habitantes y más de un 40% de la población conectándose a Internet a través de smartphone). El cambio de compañía de móvil es, según las fuentes de Vodafone
consultadas, un claro indicio del dinamismo del mercado. En 2011, se alcanzó el récord de más de 5,6 millones de portabilidades.

También lo son los ingresos de las compañías por la voz, que pasaron de casi 21 céntimos/minuto en 2005 a algo más de 13 en 2011. En su último informe anual, recuerdan desde Vodafone, la CMT ya afirmó que «la presión competitiva se tradujo en mejores precios para los consumidores [de móvil] y, en especial, para los de bajo consumo».

Sin embargo, históricamente estas rebajas no han sido suficientes para poner a España en primera línea mundial por servicios. En su última comparativa de precios del ADSL a nivel europeo, publicada en el verano de 2011, la misma CMT aseguraba que en términos relativos (teniendo en cuenta los diferentes niveles de vida de los estados) el mejor precio en España de los paquetes de 2 a 10 Mbps, que son la mayoría, fue de 33 euros por línea y mes, mientras que en el conjunto de la UE se situaron en 24. El informe de la CMT también señalaba que en todas las velocidades analizadas las telecos españolas eran más onerosas que las europeas (ver cuadro adjunto).

El ADSL más oneroso de Europa

La Asociación de Internautas tampoco cree que operadoras e industria hayan hecho lo suficiente, y tienen datos que demuestran que los precios en España siguen estando entre los más altos de Europa en términos absolutos (mirando solo el desembolso en euros) y relativos (teniendo en cuenta también los distintos niveles de vida de los diferentes estados). La AI toma como referencia os precios de los operadores dominantes en 27 estados (en España es Telefónica; en Alemania Deutsche Telekom; en Francia France Telecom…). Pues bien, en su última comparativa, publicada a finales de marzo de este año, España tenía el octavo ADSL más caro del continente en términos absolutos (40,9 euros al mes de coste medio de la conexión), muy lejos de Portugal o el Reino Unido (menos de 20 euros). En términos relativos, España no mejoraba y se quedaba con el sexto ADSL más gravoso. Esto quiere decir que a un británico le cuesta menos y, además, es el doble de rápido. Por supuesto, franceses, alemanes, holandeses o belgas también tienen que dedicar menos esfuerzo a pagar sus comunicaciones.

«Es para echarse a llorar», se lamenta Víctor Domingo, presidente de la AI. Solo los italianos, entre nuestros vecinos, están en peor situación. «Se ha mejorado en calidad de la conexión, pero no al ritmo que sería deseable». También apunta consecuencias a largo plazo: «Con estas condiciones de acceso difícilmente se dará un impulso real a la Administración electrónica o al teletrabajo. España sigue con un problema que ya está enquistado: la inmensa mayoría de los operadores y proveedores se limitan a revender el producto a otra empresa y no arriesgan ni invierten en desarrollos propios».

A la altura de Venezuela

Uno de los informes internacionales más completos en el ámbito de las telecomunicaciones es el que cada año elabora la ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones). En su último informe, publicado a principios de 2012, donde compara el precio relativo de una cesta de servicios (telefonía fija y móvil, y banda ancha móvil y fija) en 161 países, nos dice que España ocupa el puesto 43º.

Aparentemente no está mal. Según la ITU, la factura de las comunicaciones le supone a cada español solo un 1,4% del PIB per cápita (que se estima en casi 32.000 dólares), nada que ver con lo que le pasa a la mayoría de habitantes de África, por ejemplo, donde el teléfono e Internet son un lujo y se lleva más de un tercio de los ingresos. En cambio, estos servicios sigue siendo relativamente más caros (o menos asequibles) en España que en los países de nuestro entorno o en otras naciones punteras. Y es que la factura para un noruego, un luxemburgués, un sueco o un estadounidense es poco más de un tercio de la que pagamos aquí en términos relativos (nunca pasa del 0,6% de su renta per cápita).

A la altura de España en esta clasificación están Eslovenia, Costa Rica, Venezuela o Croacia. El informe de la ITU deja claro que, más allá de cuestiones pecuniarias y de lo que se tenga que rascar el bolsillo el usuario, el coste de las telecomunicaciones está estrechamente vinculado al desarrollo de los países. El documento subraya una brecha importante entre el norte y el sur. Así, mientras que en África el precio de los servicios supusieron de media un 31,4% de los ingresos per cápita en 2011, en Europa se limitaron a un 1,5%.

Muy lejos de Japón o Finlandia

Tampoco nos dejan bien los informes sobre la banda ancha en todo el mundo de ITIF, un centro de análisis independiente con sede en Washington. Aunque el último estudio publicado se remonta a finales de 2009, es bastante significativo y vuelve a situar a España muy lejos de los países punteros en precio por mega. Mientras que los japoneses, líderes en esta clasificación, pagaban en ese momento solo 0,27 dólares por mega y disfrutaban de una velocidad media de acceso de 61 Mbps, en España pagábamos más de 10 dólares y la velocidad media no sobrepasaba los 3 Mbps.

Muy lejos también quedábamos otra vez de vecinos europeos como los finlandeses (2,77 dólares por mega y 22 Mbps de velocidad media) o los holandeses (4,31 dólares y 9 Mbps). Jorge Junquera, responsable de comunicación del site de comparación de precios de telefonía Doctorsim, localiza otro factor diferencial con Europa: «La inexistencia de una política de calidad que asegure unos estándares mínimos de servicio hace que los operadores puedan invertir donde más les importa, en la captación de clientes, y se desentiendan de innovar, mejorar servicios y tarifas para sus clientes actuales, o incluso de mejorar sus servicios de atención al cliente».

Telefónica lanza Fusión

Sin embargo, las cosas pueden haber empezado a cambiar. Para atajar la fuga de clientes a Orange, Yoigo y otros operadores (virtuales) más pequeños y agresivos, y diversificar su negocio con el objeto de no sufrir la competencia de servicios independientes como Skype y WhatsApp, o de firmas como Google, Apple o Amazon, a principios de octubre Telefónica dio un golpe sobre la mesa y lanzó la tarifa MoviStar Fusión. La operadora (que tiene 25 millones de líneas de móvil y 5,5 millones de líneas de ADSL, pero que solo en septiem-bre perdió más de 250.000 líneas de celular) ha unificado en una sola tarifa todos sus servicios (desde el teléfono fijo a la TV, pasando por ADSL, fibra o móvil).

El precio del paquete más básico es de 60,38 euros (con IVA), mientras que el más avanzado, que incluye conexión de fibra de 50 Mbytes e Imagenio, roza los 110 e. Fuentes de la operadora aseguran que estos paquetes (que permiten asociar las líneas de móvil que se deseee) pueden suponer un ahorro de hasta el 50% en la factura. «Fusión tiene todo lo que los clientes nos han dicho que quieren: sencillez, ahorro, los cuatro servicios básicos, una sola factura y un coste predecible», recalcan.

Víctor Domingo, de la AI, aplaude la iniciativa. «Personas que pagaban hace poco hasta 70 euros por una conexión de 1, 3 o 6 megas podrán tener ahora 100 Mbps y con múltiples ofertas de llamadas de fijo y móvil ». Jorge Junquera, de Doctorsim, está de acuerdo con que Fusión beneficia al cliente, aunque advierte de que también traiga «claúsulas poco claras y permanencias desmedidas». Aunque al principio fueron renuentes, algunos competidores de Telefónica han respondido con combinados parecidos, sobre todo después del visto bueno dado a MoviStar Fusión por la CMT.

La competencia reacciona

En un primer momento, Vodafone, el gran rival de Telefónica y otro de los que está perdiendo clientes a chorros (en septiembre, 178.000 líneas), ofreció paquetes de ADSL, fijo y móvil (aunque sin televisión) desde 40 e/mes. Más tarde, a comienzos de noviembre, lanzó los planes de precios Vodafone Red, que, como novedad, ofrecen al cliente de móvil llamadas casi ilimitadas por una tarifa fija. Es una especie de tarifa plana como la que tiene el fijo, pues no hay consumidor que acabe con los miles de minutos (hasta 6.000 mensuales) que da la operadora. Así, Vodafone, que ha hablado de «revolución» en su oferta comercial, convierte la voz en el móvil en un apéndice y no en la principal fuente de ingresos de la compañía. Para los que usan menos el móvil, Vodafone ha ideado las tarifas Base, esto es, voz, datos y mensajería desde 9 euros al mes.

Orange, por su parte, no ha lanzado tarifas todo-en-uno, pero sí propone descuentos en sus tarifas al contratar ADSL si ya se tiene línea móvil Orange con su programa Combina y ahorra. Por su parte, ONO, que es la única que, por cobertura geográfica y por infraestructura, podría hacer frente a la oferta de fibra de Telefónica, tiene varias combinaciones con un precio de partida de 60 euros al mes. Todo indica, pues, que el movimiento de Telefónica y la guerra declarada de las operadoras por ganar clientes puede cambiar el escenario y hacer que España mejore en las comparativas de precios internacionales.

Está por ver la aceptación de estas ofertas y la respuesta de los competidores más pequeños, así como el margen financiero de las propias operadoras para mantener en el tiempo una reducción de precios tan drástica sin poner en peligro su viabilidad o la inversión en nuevas infraestructuras (4G y fibra hasta el hogar). Pocos días después de la presentación de Fusión, fuentes de Telefónica aseguraban a PC Actual que las telecomunicaciones «son prácticamente el único sector deflacionista del tejido económico y el que más ayuda a contener el IPC». La serie histórica le da la razón (las comunicaciones son más baratas que en el pasado), pero seguimos estando por detrás de países a los que, sin duda, nos gustaría parecernos. n