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Google Reader: condenados a ser nómadas perpetuos en la Red

Google Reader: condenados a ser nómadas perpetuos en la Red


Post de reacción al cierre de Google Reader, centrado en las nuevas alternativas, como la de Digg, y en la situación del usuario frente a las apps online

Manuel M. Almeida Mangas Verdes .- Pensaba titular este post: ‘Google Reader y la quiebra de la confianza’, centrándolo en el riesgo que supone para una empresa, sea cual sea, tenga el volumen de negocios y la popularidad que tenga, quebrar la confianza de sus usuarios, como ha hecho Google en esta ocasión, pero he preferido enfocarlo por una de las vertientes que también contemplaba en el desarrollo de ese post: el de las alternativas, y concretamente en la confianza de que, de aquí a unos meses, contaremos con una –o varias- herramientas que igualarán –o mejorarán– las prestaciones de la que durante años ha sido la referencia en este ámbito.


Y esa decisión la he tomado al descubrir una noticia que confirma mi teoría: Digg se compromete a crear un lector de feeds que cubra el hueco de Google Reader.

¿Pero no hay ya alternativas? Sí, muchas e incluso buenas. ¿Pero satisfacen al usuario habitual de Google Reader? En mi caso concreto, no. Y según lo leído hoy, en general tampoco.

Google Reader deja un hueco importantísimo en un mercado que muchos creían agotado, pero que precisamente a raíz del anuncio de cierre se ha revelado más importante de lo que pensábamos. Puede que no en número, pero sí en ‘peso’. La práctica totalidad de los bloggers de la escena nacional e internacional ha salido hoy a la palestra para confesar su ‘adicción’ a esta herramienta: su interface de ‘noticias a la vista’, su posibilidad de segmentar, almacenar, organizar, compartir… y todas las apps basadas en su API la hacen ciertamente potente… Y ese es un nicho que no se puede despreciar.

¿Será Digg la única? No. Estoy convencido de que surgirán más proyectos que intenten colmar las necesidades y expectativas de los aun GReaders.

Por tanto, me parece un tanto precipitado (aun quedan unos cuantos meses antes de que se clausure el servicio) decidirse desde ahora por una alternativa. Creo que antes de que llegue ese ‘fatídico’ 1 de julio contaremos con ofertas mucho más adaptadas a nuestras necesidades o directamente auténticos clones de Reader. Y algunas más, como esta de Digg, poco tiempo después.

El mundo del feed no se acaba. Puede incluso que ahora, que desaparece el líder indiscutible, se desarrolle aun más. Sin descartar opciones de pago. ¿Pagarías un euro al mes por un servicio como Google Reader? Yo no lo dudaría un instante. Eso y más, si el servicio colma mis necesidades.

Dicho esto, solo unas breves palabras de lo que iba a ser nudo central del post: la quiebra de la confianza. Soy usuario de varios servicios de Google, especialmente Gmail, Greader, Google+ y Calendar. Google+ aparte, utilizo los otros tres porque en su materia son, sencillamente, los mejores, y a ellos encomiendo el grueso de mi actividad digital y no digital. ¿Pero qué mensaje me ofrece Google con el anuncio de Reader? Pues que en cualquier momento pueden cepillarse también Gmail y Calendar, por ejemplo, con los enormes perjuicios que eso me ocasionaría, muchos más que los de un ‘simple’ lector de feeds. Con Gmail y Calendar organizo prácticamente toda mi vida profesional y personal.

¿Vale la pena apostar por el mejor producto aun a sabiendas de que puede tener fecha de caducidad? ¿Es preferible un producto menos eficaz pero que te ofrezca garantías de perdurabilidad? ¿Realmente existe algo imperecedero en la Red?

Hasta ahora ni me planteaba esa pregunta. A partir de hoy me lo tengo que pensar. Probablemente estemos condenados a ser nómadas perpetuos en Internet, ciberemigrantes con los datos a cuestas siempre en busca de la app que nos acoja, y así cubrir una etapa tras otra de nuestra experiencia digital.

Aunque siempre lo puedes intentar.