El éxito de la Fiesta del Cine y la elasticidad al precio de la demanda
No, no es “la piraterÃa”. Ni siquiera es la subida del IVA. Es que, pura y simplemente, EL CINE ES MUY CARO. AsÃ, con mayúsculas y en negrita. Suficientemente caro como para provocar una retracción de la demanda, y que las salas se queden vacÃas. La subida del IVA puede haber empeorado la situación, pero en realidad, no nos engañemos, el problema de verdad estaba en la base, no en el porcentaje de incremento. Y ese problema es el de siempre: que alguien pretende ganar más de lo que el mercado está dispuesto a aceptar, y cuando ve que no puede hacerlo, dispara a todo aquello que se encuentre por delante. La “piraterÃa” es un factor que no ha variado en absoluto: si quiero obtener una pelÃcula en la red, puedo obtenerla hoy con la misma facilidad que antes de que la industria empezase a forzar esa hipertrofia legislativa absurda que no ha servido para nada más que para hacer que hoy vivamos en un paÃs en el que la norma fundamental de la democracia, la separación de poderes, no es más que una entelequia.
La gran verdad aquà es que la industria sigue sin proporcionar a sus clientes medios para que puedan consumir sus productos como ellos quieren. Que las pelÃculas que más se descargan, no se descargan porque los consumidores sean intrÃnsecamente malvados o lleven un parche en el ojo y una pata de palo, sino porque, de nuevo en mayúsculas y negrita, PORQUE NO LAS PUEDEN ENCONTRAR EN LA RED. Sencillamente, no se puede. Las insostenibles y absurdas ventanas de explotación generan una escasez artificial que es lo que, en realidad, origina las descargas. Un problema creado por la propia industria, cuya incidencia ya se ha comprobado en el caso, por ejemplo, de las series de televisión: en España ya empieza a ser posible acceder a series de mercados como el norteamericano prácticamente al mismo tiempo que son emitidos allÃ, y eso ha redundado en una inmediata disminución de las descargas. Abre las ventanas y mira el paisaje: la industria está generando sus propios problemas, y después intentando generar un entorno legislativo demencial y absurdo para tapar las evidencias de sus malas prácticas.
¿Qué significa trabajar sistemáticamente con un precio que supera la elasticidad de tu demanda? En primer lugar, generar una demanda insatisfecha que se busca por su cuenta la manera de acceder a tus productos, con todo lo que ello conlleva. Pero en segundo, y posiblemente más grave, que tu estructura de costes no sea la adecuada para afrontar el nuevo escenario en el que tiene lugar tu negocio. Si el cine es caro, lo es por una combinación de factores que asà lo determinan, factores que dependen de una serie de intermediarios en la cadena que tienen que revisitar su contribución y entonar el necesario mea culpa. En lugar de eso, lo que la industria hace es boicotear a su propio canal de distribución – y mucho más, a las alternativas de consumo en la red – forzando unos márgenes insostenibles que hacen que esas alternativas se conviertan en inviables, en incómodas, o directamente, en absurdas. Si tu precio está claramente fuera de la elasticidad de la demanda, lo que tienes que hacer es adaptar ese precio, y reajustar tus estructuras de costes a lo que el mercado diga. Ese desfase que en la Fiesta del Cine pagan una serie de patrocinadores, tiene necesariamente que consolidarse. Si no eres capaz de hacerlo, no eches la culpa de tus salas vacÃas a “la piraterÃa”, al IVA, al gobierno o al mal tiempoÂ… échatela a ti mismo.
Por enésima vez: el problema no es “la piraterÃa”. El problema es la propia industria. Y los resultados de la Fiesta del Cine son solo una prueba más.
El blog de Enrique Dans