Moto G 2014, Motorola en la búsqueda del mejor smartphone en calidad/precio
El año pasado demostró poner a la misma altura ambas variables con bastante acierto y esta vez, menos de doce meses después, quiere redondear su apuesta y ser el mejor en esta difÃcil categorÃa.
Una relación entre dos variables esquivas
Vivimos un momento donde los smartphones más valorados son los modelos tope de gama. No solo porque llevan la tecnologÃa más puntera, son también quienes dan prestigio a cada compañÃa.
Diseños y propuestas diferenciadoras donde cada empresa pone su sello personal. Muchos núcleos, más pÃxeles y una guerra muy intensa por ver quién es el mejor.
Casi todas las compañÃas punteras de telefonÃa móvil tienen lo que muchas veces hemos denominado como buque insignia. Un caballo ganador, un campeón que lidera a otros terminales más modestos. Un coloso que lucha contra otros de su mismo tamaño para hacerse un hueco y entre esa disputa entre Goliats se cuela un David no tanto por pequeño sino por modesto. Motorola.
Aunque este año el Motorola Moto X busca más protagonismo, no cabe duda de que el lÃder de este grupo es el Moto G.
Un terminal modesto pero potente que no busca pelear por el trono de la gama alta sino crearse un nombre en un circuito más modesto en el que han desfilado todo tipo de modelos y donde ninguno ha brillado con más luz que la de los escaparates que los han ensalzado con ofertas de teleoperadoras y promociones varias.
Un trono que estaba ahà pero nadie ha logrado hacerse con él ante una marea de terminales homogéneos donde el factor diferencial se pierde en la abundancia y otros factores que pesan más como el precio. Su guerra es la de ofrecer los servicios básicos con ciertas garantÃas, más la de que no lo acabemos estrellando contra el suelo por la mala experiencia que ofrezca.
Motorola ha estudiado a sus rivales y lejos de sacar “uno más” decidió diferenciarse con algunos elementos de mucho valor. Por un lado la frecuencia de las actualizaciones, gran olvidado en esta gama. Han decidido comprometerse con sus usuarios y no dejarles a su suerte tras comprarlo. La garantÃa no solo pasa por el servicio técnico, también por el soporte.
Su estrategia es clara: ofrecer un móvil fiable sin que el usuario tenga que hacer grandes sacrificios. Los artificios en la capa de software no son bienvenidos porque lo que importa es que el teléfono siempre esté actualizado. No han hecho una fuerte inversión empapelando ciudades para contar las virtudes de su producto, han confiado en el boca oÃdo (en España Motorola siempre ha tenido buena reputación) y los esfuerzos de marketing han ido más orientados a mercados emergentes.
Prometieron actualizaciones y asà lo han hecho. Todos sus móviles cuentan con KitKat y lo más probable es que veamos casi, sino toda, su gama con Android L antes de que acabe el año. Pocos pueden decir ésto y a veces, aunque haya compromiso, hay un factor a tener en cuenta: el procesador.
Lo normal en esta gama de móviles es ver terminales con procesadores de Mediatek. Cumplen con su cometido, son eficientes y para un uso básico son suficientes. Motorola no querÃa quedarse ahà y decidió apostar por Qualcomm y una gama de chips menos conocida ya que los más populares son los que copan la gama alta (800, 801, 805Â…)
Su corazón fue el Snapdragon 400 y les fue bien, tanto en la generación anterior como en la actual. Los benchmark asà lo dicen como hemos visto en unos cuantos análisis: marcan la diferencia. Como prueba de ello la siguiente comparación: