Asociaci贸n de Internautas

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Sociedad de la informaci贸n busca l铆der


Es un secreto a voces que demasiados pol铆ticos tienden a considerar, desde el poder, que un problema se resuelve o un objetivo colectivo se alcanza en el mismo instante de la publicaci贸n en el BOE de la norma nacida con esos prop贸sitos. Y tambi茅n es sabido que cuando se denuncia vox populi el fracaso de la intentona, los Gobiernos suelen reaccionar creando una o varias comisiones, tanto m谩s especiales cuanto mayor es el descr茅dito acumulado. Pues esto es exactamente lo ocurrido con el desarrollo de la sociedad de la informaci贸n (SI) en Espa帽a: el estrepitoso fracaso del plan Info XXI y el retraso inocultable de nuestro pa铆s en esta materia, s贸lo comparable en la Uni贸n Europea al de portugueses y griegos, son la causa pr贸xima de la creaci贸n por el Consejo de Ministros de la Comisi贸n Especial de Estudio para el Desarrollo de la SI, instancia formada mayoritariamente por altos representantes de empresas privadas de inform谩tica y telecomunicaciones que ha presentado sus recomendaciones el 1 de abril.


El principal y nada balad铆 consejo que la comisi贸n ofrece se centra en la necesidad de "dar un golpe de tim贸n en la gesti贸n, con un plan realista por elaborar, una organizaci贸n dedicada" y, acorde con su fe en el sector p煤blico, "el apoyo de una entidad empresarial que agilice la ejecuci贸n de los programas". Y como para la comisi贸n "lo importante es hacer que las cosas ocurran y para ello lo fundamental son los l铆deres", pues pretende "asegurar el liderazgo pol铆tico desde el primer nivel", esto es, desde Presidencia del Gobierno, de modo que se garantice un cambio de actitud y que el Ejecutivo convierta a la SI en eje prioritario de su pol铆tica, con la completa internetizaci贸n de las administraciones como punta de lanza.

Para llegar a estas conclusiones, la comisi贸n parte de un diagn贸stico bastante certero, los datos son los datos, del letargo espa帽ol en esta trascendental materia: hogares a la cola de Europa en n煤mero de PC y conexi贸n a Internet, empresas cuyo escandaloso retraso se trata compasivamente al se帽alar que disponen de "un elevado recorrido para integrar las tecnolog铆as de la informaci贸n en sus procesos y para aumentar su presencia online", etc茅tera. En definitiva, hechos conocidos, presentados de manera incruenta y aliviados con alguna obviedad elevada a rango de conclusi贸n, como que los contenidos de la Red y el desarrollo de la SI no despegar谩n "mientras que no se alcance una masa cr铆tica de internautas".

La comisi贸n se refiere tambi茅n, aunque de pasada, a las barreras que el precio de los medios inform谩ticos y las tarifas de acceso a la Red representan, pero hace honor a los intereses empresariales de bastantes de sus miembros al considerar poco relevante esta dificultad, en contra de la opini贸n de otros medios m谩s neutrales y del sentido com煤n. Y finalmente sugiere que el departamento del ramo se llame a partir de ahora "Ministerio de Ciencia y Tecnolog铆a y para la Sociedad de la Informaci贸n", pensando ingenuamente que extrapolar los deseos a trav茅s del apelativo ayuda a convertirlos en realidad, como si la sustituci贸n por el PP de la expresi贸n "Industria" por "Ciencia y Tecnolog铆a" no hubiera ya causado suficiente frustraci贸n en este sector clave y la patronal CEOE no hubiese acusado abiertamente al "retraso tecnol贸gico" de ser el primer responsable de la p茅rdida de competitividad que registra en los 煤ltimos tiempos la econom铆a espa帽ola.

En definitiva, varios a帽os despu茅s de que la SI fuera declarada prioridad absoluta por la Uni贸n Europea y por el propio Gobierno, seguimos en la fase del diagn贸stico y entreteniendo al personal, mientras el ministerio responsable sigue paralizado en el charco de la declaraci贸n de intenciones y la p茅sima gesti贸n.

Los miembros de la comisi贸n, que ha presidido Juan Soto, pese a las apariencias menos amantes del know-how que del cash flow, saben perfectamente que el futuro de la SI depende mucho m谩s de lo pol铆tico y social que de lo meramente tecnol贸gico; y por eso, despu茅s de observar agotado el recorrido en este terreno de los 煤ltimos ministros encargados de la cosa digital, se han debido de sorprender buscando un l铆der desesperadamente, y, adem谩s, creen haberle encontrado en el presidente del Gobierno que les nombr贸. Pues eso, 隆eureka!

Roberto Velasco es catedr谩tico de Econom铆a Aplicada en la Universidad del Pa铆s Vasco y autor del libro La econom铆a digital. Del mito a la realidad (Tusquets, 2003).

Reproducido de El Pa铆s -Negocios-