Una sentencia revela que la polic铆a puede convertir los tel茅fonos pinchados en micr贸fonos de ambiente
El Alto Tribunal confirm贸 el 3 de mayo los aspectos esenciales de una sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra contra cinco personas por tr谩fico de drogas. Entre los motivos de los recursos que hab铆an presentado sus defensas estaban intervenciones telef贸nicas practicadas bajo una serie de presuntas irregularidades. Entre ellas, ?la utilizaci贸n de los tel茅fonos m贸viles como micr贸fonos ambientales?.
Uno de los condenados se quejaba de "la utilizaci贸n de los tel茅fonos m贸viles como micr贸fonos ambientales (donde la representaci贸n de Gabino Bernardino -nombre ficticio que utiliza el tribunal- amplia el quebranto al derecho a la intimidad personal y familiar, pues se graba una conversaci贸n con su hijo de seis a帽os, antes de aceptar la llamada entrante)".
Ante esto, el Tribunal Supremo concluye que la autorizaci贸n para grabar las llamadas de un m贸vil intervenido judicialmente abarca desde el mismo momento que se pulsa el bot贸n de ?llamar? o desde que suena el primer tono, si es que ese tel茅fono es el que la recibe.
?脷nicamente cuando la llamada ha sido establecida y el m贸vil la recibe, antes de aceptarla el destinatario, el sistema comienza a grabar; es decir, la llamada, para la que exist铆a acuerdo judicial de intervenci贸n y grabaci贸n, ya se hab铆a producido, con independencia de que si el destinatario no la acepta, no genere coste para quien la realiza?, se lee textualmente en la sentencia.
La capacidad para convertir los tel茅fonos intervenidos judicialmente en micr贸fonos de ambiente lleg贸 con la instauraci贸n de Sitel, el Sistema de Interceptaci贸n Telef贸nica que comenz贸 a utilizarse en pruebas en 2004, explican fuentes policiales. A finales de 2009, el dirigente del PP Esteban Gonz谩lez Pons acus贸 al entonces ministro del Interior, Alfredo P茅rez Rubalcaba, de utilizar Sitel para espiar a "miles de espa帽oles" sin control judicial.
La pol茅mica se diluy贸 frente al argumento de que lo que hab铆a hecho Sitel era digitalizar y perfeccionar un sistema que antes grababa las conversaciones en rudimentarias cintas. La clave estaba en la utilizaci贸n de la tecnolog铆a, si se hac铆a legalmente o no, algo que tambi茅n pod铆a ocurrir con el sistema anal贸gico. Y no hubo pruebas de que Sitel fuera utilizado para pinchazos sin autorizaci贸n judicial. Pero aquella pol茅mica nunca abarc贸 la utilizaci贸n de los tel茅fonos como micros de ambiente, sencillamente porque se desconoc铆a que Sitel tuviera capacidad para hacer algo as铆.
El sistema inform谩tico permite activar la posibilidad de grabar desde que comienzan a sonar los tonos y tambi茅n renunciar a ella, incluso permite decidir en el momento que se deja de grabar, que podr铆a ser despu茅s de que acabara la comunicaci贸n del tel茅fono pinchado con autorizaci贸n judicial, seg煤n las fuentes consultadas. En cualquier caso, el contenido del fallo del Tribunal Supremo descarta que la informaci贸n recogida entonces sirviera como prueba y su incorporaci贸n podr铆a invalidar toda la investigaci贸n.
Para que Sitel pueda ser utilizado, la Polic铆a o la Guardia Civil deben presentar una petici贸n razonada a un juez. En caso de que la respuesta sea afirmativa, el agente se dirigir谩 a la compa帽铆a telef贸nica con el mandamiento judicial y 茅sta liberar谩 la l铆nea para que entre Sitel.
Dos centrales y muchas ramificaciones
El Sistema de Intercepci贸n Telef贸nica es una plataforma inform谩tica que tiene dos centrales de monitorizaci贸n en los cuarteles generales de Polic铆a y Guardia Civil. Esos dos centros act煤an a modo de grandes ordenadores con terminales remotos, ramificaciones en cada una de las unidades de investigaci贸n que los dos Cuerpos tienen repartidas por toda Espa帽a. Tambi茅n como un disco duro central que almacena la totalidad de las grabaciones telef贸nicas, el contenido de los mensajes de texto y, en su caso, los correos electr贸nicos.
Al tiempo, cada unidad dedicada a la investigaci贸n tiene una sala reservada a Sitel, con ordenadores a los que se les han instalado las aplicaciones del sistema. Los agentes pueden sentarse ante la pantalla del ordenador, acceder con una clave personal que deja rastro y recuperar conversaciones grabadas en horas precedentes o escuchar las que se est谩n produciendo en directo.
A diferencia del sistema que le precedi贸, Sitel permite seleccionar cortes de tiempo, eliminar ruido ajeno a la conversaci贸n, rebobinar, avanzar, utilizar filtros... El sistema tambi茅n cuenta con un transcriptor de conversaciones, aunque si la calidad del sonido que le llega no es buena es necesario que los agentes escuchen esos tramos.
Los polic铆as suelen utilizar varias pantallas conectadas a la CPU que tiene instalado Sitel. As铆, pueden dedicar una de ellas a todo lo concerniente a una grabaci贸n de voz y otra a mantener en la misma los datos asociados a ese tel茅fono intervenido, como el nombre de su titular, su domicilio y compa帽铆a con la que ha contratado. En una tercera puede abrir la aplicaci贸n que permite, a modo de GPS, seguir el recorrido que ha hecho el tel茅fono m贸vil, apareciendo en la pantalla las torres BTS de las que ha ido dependido su conexi贸n seg煤n se ha desplazado.
Cuando el agente quiera remitir al juez las pruebas que ha obtenido, graba las conversaciones en formato DVD. Si la Polic铆a quiere tener acceso a los mensajes de correo electr贸nico seguir谩 el mismo proceso de autorizaci贸n y todos los mensajes enviados y recibidos a la cuenta intervenida ser谩n desviados a un correo creado por el agente.