Víctor Domingo destaca una paradoja: «A pesar de tener herramientas poderosas existe una alarmante falta de comunicación. Buscamos más la aprobación en las redes sociales que el intercambio directo, y es más importante ser un chorra que un científico».
Derecho al olvido
«Hay personas a las que, en principio, la privacidad no les importa en absoluto», señala Luis Gervas de la Pisa, abogado, director de salirdeinternet.com. «Usuarios que se descargan una linterna para el móvil y le dan a la aplicación toda su agenda de contactos. Que utilizan alegremente una red social sabiendo que ésta cruza datos con otras empresas, o revisa sus mensajes privados. Hay quienes alojan multitud de información personal y empresarial en una nube virtual nada segura, y hay quienes, libre y conscientemente, exponen su vida y sus imágenes, o las de terceros, en webs que visitan miles de personas, incluido el ?amigo Google?. La falta de privacidad es un problema que trae otros con el tiempo: pérdida de oportunidades profesionales, ataques informáticos, spam, chantajes, rechazo social, etcétera».
Su empresa da cobertura a quienes desean desaparecer de internet. Realiza requerimientos extrajudiciales y lleva procedimientos judiciales para bloquear o borrar información en la red. «Creemos que el llamado ?derecho al olvido? no es una barra libre, y en muchas ocasiones nos vemos obligados a decir a los interesados que sus pretensiones no tendrían ninguna viabilidad».
Desde 2014, Google ha retirado 65.165 enlaces y ha denegado las peticiones para 105.544 (el 61,8 por 100). «Mi experiencia es que los buscadores y las redes sociales suelen oponerse a las solicitudes de los usuarios», añade Gervas de la Pisa. «Solo se logran resultados positivos cuando, posteriormente, se reclama la colaboración de la Agencia Española de Protección de Datos o de la justicia».