Cada año, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) aumenta su número de socios y la cantidad de dinero que recauda por derechos de autor. Al mismo tiempo, cada vez extiende más sus tentáculos en su búsqueda de sitios donde cobrar por permitir que suene la música. Desfiles de modelos, piscinas, fiestas populares o lugares de trabajo se van sumando a conciertos, radios y discotecas. Por ello, los usuarios comienzan a rebelarse ante lo que consideran un abuso de la entidad gestora y un freno a la promoción de la cultura.
Por primera vez desde que en el año 2000 el Tribunal Supremo eximiera a la SGAE de probar que ejercen de gestores de los derechos de autor de músicos o intérpretes en España, un juez ha dictado una sentencia definitiva en su contra. El 10 de mayo, Francisco Escobar, titular del juzgado de Primera Instancia número 21 de Sevilla, exoneraba al bar de copas Aviador, de la capital andaluza, del pago de las cuotas atrasadas que la SGAE demandaba en concepto de comunicación pública de música. El juez explicaba que había quedado probado que en ese bar se pinchaba música y reconocía que es ilegal hacerlo sin el consentimiento de sus creadores, por lo que instaba al establecimiento a que "se abstenga de reproducir música de autores cuya gestión de explotación esté contratada con la SGAE". Sin embargo, desestimaba la indemnización de alrededor de 3.500 euros solicitada por el demandante, al no haber probado éste que los autores cuya obra se reproduce en el bar Aviador sean socios de la SGAE.
Polémicas pendientes
Esta sentencia llega en un momento de especial efervescencia polémica con la SGAE como protagonista. En Vigo, varias asociaciones de vecinos se niegan a pagar un canon del 7% en concepto de derechos de autor por emitir música en verbenas durante las fiestas patronales. La Asociación de Internautas está pendiente de sentencia por alojar en su página de internet los contenidos de la web putasgae.com, que la entidad gestora considera injuriosos contra ellos. Y está por ver qué sucede con la solicitud de establecer una cuota a los usuarios de bibliotecas por el préstamo de libros, algo que el Gobierno está planeando debido a una reclamación de la Unión Europea.
"Una cosa es que el Tribunal Supremo haya dulcificado la teoría de la inversión de la carga de la prueba, y otra bien distinta es que la SGAE pueda venir a un procedimiento sin probar absolutamente nada", comenta a La Clave Joaquín Moeckel, abogado del bar. Gracias a la dulcificación de la inversión de la carga de la prueba a la que hace referencia el abogado, la SGAE ya no tenía que presentar los poderes de todos sus representados, que son casi 78.000 en España. Pero también habría sido la causa de cierta relajación por parte de la SGAE a la hora de presentar razones para sacar adelante las demandas contra diversos establecimientos de hostelería en todo el territorio nacional.
Hasta ahora, las sentencias le habían sido favorables. Pero el juez Escobar, que fue presidente de la Audiencia Provincial de Sevilla, ha decidido que la SGAE debe probar "no sólo que se reproduce música, sino a qué autores pertenece y que éstos tienen contrato de su gestión de derechos de autor con esta entidad", al existir hoy en día otras sociedades que se dedican a velar por los intereses de los músicos. En la SGAE opinan que todo se debe a una argucia legal y que "es un argumento jurídico condenado al fracaso en instancias superiores", según ha declarado a La Clave Fernando Neira, portavoz de la entidad.
Para Joaquín Moeckel, el problema reside en que para la SGAE es más cómodo actuar como viene haciendo, basando sus reclamaciones en los informes de los agentes que tiene repartidos por el territorio nacional, que hacerlo por la vía ordinaria: "para probar lo que se reclama, se envía a un notario que levante un acta donde se diga que ahí se han reproducido estas canciones de estos grupos. Lo que pasa es que eso cuesta tiempo y dinero, y como no lo tengo en referencia a la SGAE, meto demandas a 'porrillo', que es más barato. Como la gente no se defiende, pagan. ¿Para qué van a llevar cien notarios a cien establecimientos, si de esas cien demandas ganan 99?".
Fernando Neira explica cuál es el método que sigue la entidad para recaudar las cuotas a los establecimientos de hostelería: "al establecimiento va un representante de la SGAE, que está reconocido como gestor de derechos, informa al dueño, éste facilita los datos que se le piden y se llega a un acuerdo". Aunque añade que, por lo general, el sistema más utilizado es que la SGAE acuerde con la asociación hostelera comarcal la gestión de los derechos derivados de la emisión de música en los bares, una opción por la que se ofrece un 20% de descuento en las cuotas.
Otro de los asuntos polémicos es el periodo por el que se reclama el pago del canon. La SGAE reclamaba al bar Aviador 3.500 euros, que se corresponden con la deuda desde enero de 2001. "Si el denominado inspector de la SGAE ha llegado al establecimiento en abril de 2003 para hacer la famosa 'acta', ¿en base a qué se reclaman las cuotas desde enero de 2001? ¿Por qué no mejor desde marzo de 1999? ¿Qué prueba existe en el procedimiento de la fecha que se reclama? Ninguna", se pregunta y responde el abogado Moeckel. Precisamente, esa fecha que propone se corresponde con el límite que la ley marca para reclamaciones de derechos de autor: cinco años.
Peligran las fiestas patronales en Vigo
Ahora, la sentencia está recurrida ante la Audiencia Provincial de Sevilla, pero otras causas similares esperan resolución: "unas cien, sólo en Sevilla", matiza Joaquín Moeckel. Una cifra que Neira pone en duda "habrá unos pocos centenares en toda España", aunque no da una cantidad exacta. Pero no sólo de establecimientos de hostelería se nutre la SGAE. Ahora mismo está por ver qué sucede en Vigo, donde varios festejos patronales están en trance de no celebrarse este año, al haber reclamado la gestora de derechos el 7% del presupuesto de ellas, en concepto de cuotas por emitir música en verbenas y casetas de feria y por los conciertos de orquestas que interpreten composiciones de sus socios. El problema está en que las asociaciones vecinales que organizan estas fiestas lo hacen sin ánimo de lucro, y consideran que abonando esas cuotas no les llegará el presupuesto para celebraciones: "si los de la SGAE se salen con la suya, van a hundir las fiestas de Vigo", ha avisado Gabino Goberna, presidente de la coordinadora de comisiones de fiestas de la ciudad.
Para Fernando Neira, todo se reduce a un desconocimiento de la ley, y explica que en cualquier ayuntamiento medianamente grande siempre cuentan en sus presupuestos para fiestas con el canon de la SGAE. El problema surge con festejos de barrio, "que organizan actividades sin contar con que tienen que abonar los derechos, generalmente por ignorancia". Una explicación que no convence a los organizadores de las fiestas, que se nutren del dinero recaudado puerta a puerta entre todos los vecinos. "No vamos a trabajar gratis durante todo el año para que se queden el dinero estos señores sin hacer nada", ha dicho Gabino Goberna.
Otro de los frentes abiertos por la SGAE, en este caso sin relación con recaudación de derechos, es contra la Asociación de Internautas (AI), a la que ha demandado por "intromisiones ilegítimas" contra su honor. El motivo esgrimido es que la AI aloja en su web www.internautas.org los contenidos que, antes de su cierre, acogía www.putasgae.com, sitio de internet conocido por elaborar y recopilar lo que a su modo de ver son abusos de la entidad gestora contra los ciudadanos. Ésta denuncia que en esa página existen artículos en los que se insulta a Teddy Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, con calificativos como "trepa", "inquisidor" o "granuja". Por ello, reclama el pago de una indemnización de 36.000 euros, 18.000 para la Sociedad y otros tantos para Bautista. La AI considera que el pago de esa cantidad obligaría al cierre de su dominio en la Red.
Esta guerra virtual entre internautas y SGAE se remonta a 2002, cuando desde diversos foros de internet se multiplicaron las voces contra el afán recaudador de la entidad, a causa del canon por copia privada impuesto a los CD vírgenes. Una sentencia daba la razón a la SGAE, que solicitaba este impuesto como medio de subsanar los efectos de la piratería en la industria musical. Los usuarios argumentan que esos soportes sirven para copiar archivos informáticos creados por cualquier persona, no sólo para hacer copias de discos originales. En un artículo publicado entonces por Eduardo Pedreño, director de DiarioRed, anunciaba que "la misma lógica que les lleva a pedir el canon por los CD les llevará a pedirlos por los grabadores, por todos los soportes magnéticos análogos, por los módems, por las propias conexiones a internet, por los discos duros, por los teléfonos móviles...". Y no se equivocaba, puesto que el presidente de la SDAE (versión digital de SGAE), José Neri, prevé que en el futuro los usuarios de discos duros, módems y conexiones ADSL deberán pagar un canon.
Recaudar en actos benéficos
En el citado DiarioRed se hacen eco de otros casos curiosos con los que la SGAE habría pretendido recaudar dinero. Por ejemplo, la demanda interpuesta en 2002 contra la web www.esquiclub.com por emitir música, a pesar de que los fragmentos de canciones se emitían desde una radio que operaba desde Estados Unidos. O una reclamación para cobrar el canon de comunicación pública a los organizadores y participantes en un minifestival benéfico para recaudar fondos destinados a las víctimas de la catástrofe del Prestige, celebrado en Vigo el 25 de enero de 2003. La SGAE exigía el 10% de las entradas, a pesar de que sólo uno de los grupos participantes era socio de la entidad y todos interpretaron composiciones propias.
Este mismo año, varias sentencias judiciales han fallado en contra de los intereses de la entidad. Cinco días después del pionero caso del bar de Sevilla, el 15 de mayo, el Consejo de la Juventud de Segovia lograba que un juez les absolviese de pagar 1.800 euros en concepto de derechos de autor por emitir música en Radio Libre, una emisora local que sirve de taller para que los jóvenes de la provincia aprendan a hacer programas.
En febrero, el juzgado de Primera Instancia número 48 de Madrid desestimaba la demanda interpuesta por la SGAE y Antonio Banderas constituyentes de la empresa Teatro Príncipe Pío S.L. contra Renfe y Riofisa constructora encargada de la remodelación de la Estación del Norte de Madrid, a las que acusaban de incumplimiento de contrato para la explotación del complejo de ocio y cultura que está construyéndose dentro de esa estación. Pedían 20 millones de euros, pero el juez ha estimado que era Teatro Príncipe Pío la que había incumplido los plazos para presentar el proyecto.
Por la parte conciliadora, la SGAE llegó a finales del año pasado a acuerdos con los hoteleros, con quienes llevaba litigando desde hacía 13 años. En este caso, se pedía un canon por tener televisión y radio en las habitaciones. Tras fallar un juez a favor de los hoteleros en mayo del año pasado, y presentar recurso la SGAE, se acordó una solución favorable a ambas partes. Similar es el caso de DAMA, otra sociedad gestora de derechos, en este caso audiovisuales, que finalmente logró que la SGAE le devolviese los derechos de autor correspondientes a sus socios directores y guionistas.
Canon para el préstamo de libros< < br>
El último conflicto en el que la SGAE está involucrada es en el del pago por préstamo de libros en las bibliotecas. Un concepto al que obliga la Unión Europea pero del que España, como otros países, estaba exenta debido a los pobres índices de lectura que tiene. Ahora la UE obliga a implantarlo, porque considera que ya ha habido tiempo de exención suficiente. La medida cuenta con el apoyo de entidades como la SGAE o CEDRO, pero a ella se oponen los propios bibliotecarios, que la víspera del Día del Libro protestaron ante la Biblioteca Nacional, reunidos en la plataforma No al Préstamo de Pago en Bibliotecas. Los autores mantienen dos posturas: hay quienes han apoyado a la plataforma, con 300 firmas subscribiendo el manifiesto fundacional. Pero la Unión Colegial de Escritores apoya el que se cumpla la ley.
Polémicas aparte, la SGAE funciona como una maquinaria de recolección de dinero en concepto de derechos de autor, que luego reparte entre sus asociados. Además, mantiene acuerdos de reciprocidad con la mayoría de entidades similares que existen en el mundo, lo que les permite cobrar en España los derechos de autores extranjeros que no sean socios suyos. Así, el pasado año distribuyeron más de 262.000 euros, de los cerca de 269.000 recaudados. Dentro de la música, el brazo fuerte de la entidad, los que más derechos generaron por venta de CD fueron Alejandro Sanz, La Oreja de Van Gogh, Álex Ubago, David Bustamante, Julio Iglesias, Andy y Lucas, Rosa, Luis Miguel, Manuel Carrasco, Bebo & El Cigala y Beth. En el campo de conciertos, los que más público congregaron fueron The Rolling Stones, Bruce Springsteen, La Oreja de Van Gogh, Maná, Red Hot Chili Peppers, Chayanne, Álex Ubago y Café Quijano. Se facturaron 550 millones de euros por la venta de 64 millones de discos y DVD musicales, un 6% menos que en 2002.
Artículo de Miguel Ángel Blanco reproducido de La Clave
Antecedentes: El Caso DAMA
El 28 de noviembre llegaba a su fin el enfrentamiento entre DAMA, entidad de gestión de derechos audiovisuales, y la SGAE, que se remontaba a 1999, cuando un grupo de directores y guionistas crearon esa nueva sociedad y pedían a la SGAE que les devolviese 12 millones de euros que, según ellos, pertenecían a sus afiliados. Entre éstos, que suman 167 superaban los 200, pero el retraso en la resolución del litigio hizo que algunos abandonaran figuran nombres tan relevantes como los de Montxo Armendáriz, que es el presidente, Emilio Martínez Lázaro, Agustín Díaz Yanes, Fernando León de Aranoa o Gracia Querejeta.
Hasta que llegaron a un acuerdo, la SGAE recaudaba las cuotas correspondientes a televisiones y salas de exhibición, y en esas partidas se incluían los derechos de autor de los miembros de DAMA, que luego la SGAE retenía alegando que para poder ingresarlos a sus dueños, éstos tenían que hacerse socios de la entidad.
Finalmente, la cantidad que la SGAE tuvo que devolver a DAMA fue mucho menor de lo reclamado: 1,5 millones de euros, aunque sólo corresponde a lo recaudado en 2002. Con los atrasos de 2003, DAMA espera llegar hasta los 2,6 millones. Hay que tener en cuenta que gran parte de los éxitos del cine español reciente, como 'Los lunes al sol' o 'El otro lado de la cama', que son las películas que más derechos generan, son obra de socios de la nueva sociedad de gestión.
Asimismo, los realizadores y guionistas de las series de televisión de más audiencia, como es el caso de 'Cuéntame cómo pasó' o 'Los Serrano', también pertenecen a DAMA, por lo que se estima que los derechos derivados de ellas hagan engrosar la cuenta que la SGAE debe a DAMA por lo recaudado durante el año pasado.
MAB
NOTA DE LA ASOCIACIÓN.-
Nosotros vemos $$$$ donde pone SGAE, porque utilizamos IGNORER
FONDO DE RESITENCIA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs
PARTICIPA EN LA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs
...Es como un cuento perverso en el que los poetas atracan a su pueblo, los cantantes llaman piratas o pendejos electrónicos a los ciudadanos honestos, los músicos cambian sus instrumentos por calculadoras y a los autores les inspira la letra de las leyes y de los reglamentos para aplicar tasas. Una verdadera pesadilla, para salir de la cual basta con abrir los ojos y no dejarse engañar.
Por primera vez desde que en el año 2000 el Tribunal Supremo eximiera a la SGAE de probar que ejercen de gestores de los derechos de autor de músicos o intérpretes en España, un juez ha dictado una sentencia definitiva en su contra. El 10 de mayo, Francisco Escobar, titular del juzgado de Primera Instancia número 21 de Sevilla, exoneraba al bar de copas Aviador, de la capital andaluza, del pago de las cuotas atrasadas que la SGAE demandaba en concepto de comunicación pública de música. El juez explicaba que había quedado probado que en ese bar se pinchaba música y reconocía que es ilegal hacerlo sin el consentimiento de sus creadores, por lo que instaba al establecimiento a que "se abstenga de reproducir música de autores cuya gestión de explotación esté contratada con la SGAE". Sin embargo, desestimaba la indemnización de alrededor de 3.500 euros solicitada por el demandante, al no haber probado éste que los autores cuya obra se reproduce en el bar Aviador sean socios de la SGAE.
Polémicas pendientes
Esta sentencia llega en un momento de especial efervescencia polémica con la SGAE como protagonista. En Vigo, varias asociaciones de vecinos se niegan a pagar un canon del 7% en concepto de derechos de autor por emitir música en verbenas durante las fiestas patronales. La Asociación de Internautas está pendiente de sentencia por alojar en su página de internet los contenidos de la web putasgae.com, que la entidad gestora considera injuriosos contra ellos. Y está por ver qué sucede con la solicitud de establecer una cuota a los usuarios de bibliotecas por el préstamo de libros, algo que el Gobierno está planeando debido a una reclamación de la Unión Europea.
"Una cosa es que el Tribunal Supremo haya dulcificado la teoría de la inversión de la carga de la prueba, y otra bien distinta es que la SGAE pueda venir a un procedimiento sin probar absolutamente nada", comenta a La Clave Joaquín Moeckel, abogado del bar. Gracias a la dulcificación de la inversión de la carga de la prueba a la que hace referencia el abogado, la SGAE ya no tenía que presentar los poderes de todos sus representados, que son casi 78.000 en España. Pero también habría sido la causa de cierta relajación por parte de la SGAE a la hora de presentar razones para sacar adelante las demandas contra diversos establecimientos de hostelería en todo el territorio nacional.
Hasta ahora, las sentencias le habían sido favorables. Pero el juez Escobar, que fue presidente de la Audiencia Provincial de Sevilla, ha decidido que la SGAE debe probar "no sólo que se reproduce música, sino a qué autores pertenece y que éstos tienen contrato de su gestión de derechos de autor con esta entidad", al existir hoy en día otras sociedades que se dedican a velar por los intereses de los músicos. En la SGAE opinan que todo se debe a una argucia legal y que "es un argumento jurídico condenado al fracaso en instancias superiores", según ha declarado a La Clave Fernando Neira, portavoz de la entidad.
Para Joaquín Moeckel, el problema reside en que para la SGAE es más cómodo actuar como viene haciendo, basando sus reclamaciones en los informes de los agentes que tiene repartidos por el territorio nacional, que hacerlo por la vía ordinaria: "para probar lo que se reclama, se envía a un notario que levante un acta donde se diga que ahí se han reproducido estas canciones de estos grupos. Lo que pasa es que eso cuesta tiempo y dinero, y como no lo tengo en referencia a la SGAE, meto demandas a 'porrillo', que es más barato. Como la gente no se defiende, pagan. ¿Para qué van a llevar cien notarios a cien establecimientos, si de esas cien demandas ganan 99?".
Fernando Neira explica cuál es el método que sigue la entidad para recaudar las cuotas a los establecimientos de hostelería: "al establecimiento va un representante de la SGAE, que está reconocido como gestor de derechos, informa al dueño, éste facilita los datos que se le piden y se llega a un acuerdo". Aunque añade que, por lo general, el sistema más utilizado es que la SGAE acuerde con la asociación hostelera comarcal la gestión de los derechos derivados de la emisión de música en los bares, una opción por la que se ofrece un 20% de descuento en las cuotas.
Otro de los asuntos polémicos es el periodo por el que se reclama el pago del canon. La SGAE reclamaba al bar Aviador 3.500 euros, que se corresponden con la deuda desde enero de 2001. "Si el denominado inspector de la SGAE ha llegado al establecimiento en abril de 2003 para hacer la famosa 'acta', ¿en base a qué se reclaman las cuotas desde enero de 2001? ¿Por qué no mejor desde marzo de 1999? ¿Qué prueba existe en el procedimiento de la fecha que se reclama? Ninguna", se pregunta y responde el abogado Moeckel. Precisamente, esa fecha que propone se corresponde con el límite que la ley marca para reclamaciones de derechos de autor: cinco años.
Peligran las fiestas patronales en Vigo
Ahora, la sentencia está recurrida ante la Audiencia Provincial de Sevilla, pero otras causas similares esperan resolución: "unas cien, sólo en Sevilla", matiza Joaquín Moeckel. Una cifra que Neira pone en duda "habrá unos pocos centenares en toda España", aunque no da una cantidad exacta. Pero no sólo de establecimientos de hostelería se nutre la SGAE. Ahora mismo está por ver qué sucede en Vigo, donde varios festejos patronales están en trance de no celebrarse este año, al haber reclamado la gestora de derechos el 7% del presupuesto de ellas, en concepto de cuotas por emitir música en verbenas y casetas de feria y por los conciertos de orquestas que interpreten composiciones de sus socios. El problema está en que las asociaciones vecinales que organizan estas fiestas lo hacen sin ánimo de lucro, y consideran que abonando esas cuotas no les llegará el presupuesto para celebraciones: "si los de la SGAE se salen con la suya, van a hundir las fiestas de Vigo", ha avisado Gabino Goberna, presidente de la coordinadora de comisiones de fiestas de la ciudad.
Para Fernando Neira, todo se reduce a un desconocimiento de la ley, y explica que en cualquier ayuntamiento medianamente grande siempre cuentan en sus presupuestos para fiestas con el canon de la SGAE. El problema surge con festejos de barrio, "que organizan actividades sin contar con que tienen que abonar los derechos, generalmente por ignorancia". Una explicación que no convence a los organizadores de las fiestas, que se nutren del dinero recaudado puerta a puerta entre todos los vecinos. "No vamos a trabajar gratis durante todo el año para que se queden el dinero estos señores sin hacer nada", ha dicho Gabino Goberna.
Otro de los frentes abiertos por la SGAE, en este caso sin relación con recaudación de derechos, es contra la Asociación de Internautas (AI), a la que ha demandado por "intromisiones ilegítimas" contra su honor. El motivo esgrimido es que la AI aloja en su web www.internautas.org los contenidos que, antes de su cierre, acogía www.putasgae.com, sitio de internet conocido por elaborar y recopilar lo que a su modo de ver son abusos de la entidad gestora contra los ciudadanos. Ésta denuncia que en esa página existen artículos en los que se insulta a Teddy Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, con calificativos como "trepa", "inquisidor" o "granuja". Por ello, reclama el pago de una indemnización de 36.000 euros, 18.000 para la Sociedad y otros tantos para Bautista. La AI considera que el pago de esa cantidad obligaría al cierre de su dominio en la Red.
Esta guerra virtual entre internautas y SGAE se remonta a 2002, cuando desde diversos foros de internet se multiplicaron las voces contra el afán recaudador de la entidad, a causa del canon por copia privada impuesto a los CD vírgenes. Una sentencia daba la razón a la SGAE, que solicitaba este impuesto como medio de subsanar los efectos de la piratería en la industria musical. Los usuarios argumentan que esos soportes sirven para copiar archivos informáticos creados por cualquier persona, no sólo para hacer copias de discos originales. En un artículo publicado entonces por Eduardo Pedreño, director de DiarioRed, anunciaba que "la misma lógica que les lleva a pedir el canon por los CD les llevará a pedirlos por los grabadores, por todos los soportes magnéticos análogos, por los módems, por las propias conexiones a internet, por los discos duros, por los teléfonos móviles...". Y no se equivocaba, puesto que el presidente de la SDAE (versión digital de SGAE), José Neri, prevé que en el futuro los usuarios de discos duros, módems y conexiones ADSL deberán pagar un canon.
Recaudar en actos benéficos
En el citado DiarioRed se hacen eco de otros casos curiosos con los que la SGAE habría pretendido recaudar dinero. Por ejemplo, la demanda interpuesta en 2002 contra la web www.esquiclub.com por emitir música, a pesar de que los fragmentos de canciones se emitían desde una radio que operaba desde Estados Unidos. O una reclamación para cobrar el canon de comunicación pública a los organizadores y participantes en un minifestival benéfico para recaudar fondos destinados a las víctimas de la catástrofe del Prestige, celebrado en Vigo el 25 de enero de 2003. La SGAE exigía el 10% de las entradas, a pesar de que sólo uno de los grupos participantes era socio de la entidad y todos interpretaron composiciones propias.
Este mismo año, varias sentencias judiciales han fallado en contra de los intereses de la entidad. Cinco días después del pionero caso del bar de Sevilla, el 15 de mayo, el Consejo de la Juventud de Segovia lograba que un juez les absolviese de pagar 1.800 euros en concepto de derechos de autor por emitir música en Radio Libre, una emisora local que sirve de taller para que los jóvenes de la provincia aprendan a hacer programas.
En febrero, el juzgado de Primera Instancia número 48 de Madrid desestimaba la demanda interpuesta por la SGAE y Antonio Banderas constituyentes de la empresa Teatro Príncipe Pío S.L. contra Renfe y Riofisa constructora encargada de la remodelación de la Estación del Norte de Madrid, a las que acusaban de incumplimiento de contrato para la explotación del complejo de ocio y cultura que está construyéndose dentro de esa estación. Pedían 20 millones de euros, pero el juez ha estimado que era Teatro Príncipe Pío la que había incumplido los plazos para presentar el proyecto.
Por la parte conciliadora, la SGAE llegó a finales del año pasado a acuerdos con los hoteleros, con quienes llevaba litigando desde hacía 13 años. En este caso, se pedía un canon por tener televisión y radio en las habitaciones. Tras fallar un juez a favor de los hoteleros en mayo del año pasado, y presentar recurso la SGAE, se acordó una solución favorable a ambas partes. Similar es el caso de DAMA, otra sociedad gestora de derechos, en este caso audiovisuales, que finalmente logró que la SGAE le devolviese los derechos de autor correspondientes a sus socios directores y guionistas.
Canon para el préstamo de libros< < br>
El último conflicto en el que la SGAE está involucrada es en el del pago por préstamo de libros en las bibliotecas. Un concepto al que obliga la Unión Europea pero del que España, como otros países, estaba exenta debido a los pobres índices de lectura que tiene. Ahora la UE obliga a implantarlo, porque considera que ya ha habido tiempo de exención suficiente. La medida cuenta con el apoyo de entidades como la SGAE o CEDRO, pero a ella se oponen los propios bibliotecarios, que la víspera del Día del Libro protestaron ante la Biblioteca Nacional, reunidos en la plataforma No al Préstamo de Pago en Bibliotecas. Los autores mantienen dos posturas: hay quienes han apoyado a la plataforma, con 300 firmas subscribiendo el manifiesto fundacional. Pero la Unión Colegial de Escritores apoya el que se cumpla la ley.
Polémicas aparte, la SGAE funciona como una maquinaria de recolección de dinero en concepto de derechos de autor, que luego reparte entre sus asociados. Además, mantiene acuerdos de reciprocidad con la mayoría de entidades similares que existen en el mundo, lo que les permite cobrar en España los derechos de autores extranjeros que no sean socios suyos. Así, el pasado año distribuyeron más de 262.000 euros, de los cerca de 269.000 recaudados. Dentro de la música, el brazo fuerte de la entidad, los que más derechos generaron por venta de CD fueron Alejandro Sanz, La Oreja de Van Gogh, Álex Ubago, David Bustamante, Julio Iglesias, Andy y Lucas, Rosa, Luis Miguel, Manuel Carrasco, Bebo & El Cigala y Beth. En el campo de conciertos, los que más público congregaron fueron The Rolling Stones, Bruce Springsteen, La Oreja de Van Gogh, Maná, Red Hot Chili Peppers, Chayanne, Álex Ubago y Café Quijano. Se facturaron 550 millones de euros por la venta de 64 millones de discos y DVD musicales, un 6% menos que en 2002.
Artículo de Miguel Ángel Blanco reproducido de La Clave
Antecedentes: El Caso DAMA
El 28 de noviembre llegaba a su fin el enfrentamiento entre DAMA, entidad de gestión de derechos audiovisuales, y la SGAE, que se remontaba a 1999, cuando un grupo de directores y guionistas crearon esa nueva sociedad y pedían a la SGAE que les devolviese 12 millones de euros que, según ellos, pertenecían a sus afiliados. Entre éstos, que suman 167 superaban los 200, pero el retraso en la resolución del litigio hizo que algunos abandonaran figuran nombres tan relevantes como los de Montxo Armendáriz, que es el presidente, Emilio Martínez Lázaro, Agustín Díaz Yanes, Fernando León de Aranoa o Gracia Querejeta.
Hasta que llegaron a un acuerdo, la SGAE recaudaba las cuotas correspondientes a televisiones y salas de exhibición, y en esas partidas se incluían los derechos de autor de los miembros de DAMA, que luego la SGAE retenía alegando que para poder ingresarlos a sus dueños, éstos tenían que hacerse socios de la entidad.
Finalmente, la cantidad que la SGAE tuvo que devolver a DAMA fue mucho menor de lo reclamado: 1,5 millones de euros, aunque sólo corresponde a lo recaudado en 2002. Con los atrasos de 2003, DAMA espera llegar hasta los 2,6 millones. Hay que tener en cuenta que gran parte de los éxitos del cine español reciente, como 'Los lunes al sol' o 'El otro lado de la cama', que son las películas que más derechos generan, son obra de socios de la nueva sociedad de gestión.
Asimismo, los realizadores y guionistas de las series de televisión de más audiencia, como es el caso de 'Cuéntame cómo pasó' o 'Los Serrano', también pertenecen a DAMA, por lo que se estima que los derechos derivados de ellas hagan engrosar la cuenta que la SGAE debe a DAMA por lo recaudado durante el año pasado.
MAB
NOTA DE LA ASOCIACIÓN.-
Nosotros vemos $$$$ donde pone SGAE, porque utilizamos IGNORER
FONDO DE RESITENCIA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs
PARTICIPA EN LA CAMPAÑA CONTRA EL CANON DE LOS CDs y DVDs
...Es como un cuento perverso en el que los poetas atracan a su pueblo, los cantantes llaman piratas o pendejos electrónicos a los ciudadanos honestos, los músicos cambian sus instrumentos por calculadoras y a los autores les inspira la letra de las leyes y de los reglamentos para aplicar tasas. Una verdadera pesadilla, para salir de la cual basta con abrir los ojos y no dejarse engañar.
