Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, a Hispanidad:

“Con la Ley Sinde podrían cerrar Google”


Más de cien páginas españolas han echado hoy la persiana en solidaridad con sus hermanas americanas




Sara Olivo / Hispanidad.com .- Y todo para protestar contra la ley SOPA americana, el equivalente a la Ley Sinde y la Ley de Propiedad Intelectual (PIPA), el mismo día que se cerraba la wikipedia en su versión en inglés.


Al cliquear la célebre enciclopedia mundial aparece el siguiente mensaje: "Imagine un mundo sin conocimiento libre, hemos gastado millones de horas construyendo la más gigantesca enciclopedia humana de la historia. Justo ahora, el congreso de los Estados Unidos está considerando una legislación que originará un daño terrible para la libertad de Internet… Durante 24 horas vamos a cerrar para dar a conocer el problema".

En España, numerosas páginas webs se han unido a la protesta, que ha sido uno de los temas de conversación más extendido en las redes sociales. La Ley SOPA es muy similar a la Ley Linde, la patata caliente que el gobierno socialista le dejó al PP para que se quemara y que el ministro Wert ha cogido con gusto sin miedo a achicharrarse. Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, gestor de la página web internautas.org, con más de 50.000 visitas diarias, ha cerrado su página en solidaridad con los internautas norteamericanos. Encuentra muchas similitudes entre la Ley SOPA y la Ley Sinde: “Ambas van contra la libertad de expresión, pretenden sortear las decisiones judiciales para que una comisión de carácter civil decida y falle la retirada de contenidos de Internet, e incluso el cierre de una página web”. Al menos cien páginas web más se han unido a la protesta en toda España.

La situación es especialmente grave, afirma este experto en navegación y derechos de Internet. “Estamos a lo que dicte la ley, a lo que mande un juez, pero no a aceptar atajos de estas características. Esto es retrotraernos a tiempos anterios al estado de derecho. El gobierno del PP no ha sabido resistir las presiones del sector fonográfico ni editorial. Resulta sorprendente que hayan tardado tan poco en llevar al BOE la Ley Sinde que ni siquiera fue dictada por ellos”.


Confía Víctor en que cuando lleguen al Constitucional los jueces no acepten que su autoridad sea suplantada por una comisión de funcionarios, “unas personas cuya valoración no será precisamente la más adecuada para la interpretación de las comunicaciones o los términos sobre la libertad de expresión. Serán personas muy honestas, pero funcionarios… sus cargos lo dicen todo, el secretario de Estado de Cultura, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, de Justicia”.

Y es que hay mucho en juego, aunque Dick Costello, el consejero delegado de Twitter no se ha sumado al cierre en los Estados Unidos pese a las opiniones contrarias a la Ley SOPA de la mayoría de los usuarios de la red. De hecho, ha manifestado: “cerrar un negocio global por solo este asunto de política nacional es una locura”, contestó a un twittero, al ser preguntado si su empresa tendría lo que hay que tener para cerrar.

Víctor considera que todos los internautas han de mostrarse firmes tanto en España como en América. Está en juego algo muy importante y a la vez tan sencillo como el enlace o hipervínculo, la base de la navegación en internet. El asunto tiene tanta importancia tanto para una enorme red social como para un modesto blog no lucrativo sobre labores elaborado por un ama de casa: “Con la Ley Sinde en la mano, se podría cerrar Google, que es la principal página de descargas mundial. Ya no estamos hablando de las 200 páginas de enlaces como seriesyonkis en las que se han fijado, sino de todos nosotros. Tendremos que pagar dinero para mantener nuestro derecho a la libertad de expresión” .

Barack Obama es consciente de la impopularidad de la Ley SOPA, y no quiere hacérsela tragar a los americanos, de por sí bastante respetuosos con la legislación antipiratería en comparación con otros países. Ha asegurado que no aceptará una ley que “reduzca la libertad de expresión, aumente el riesgo para la ciberseguridad o dinamite el mundo de internet global y dinámico tal y como lo conocemos hasta hoy”.


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