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   Noticias - 28/Noviembre/00

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Sindicatos y usuarios se oponen a que las empresas accedan al e-mail del empleado

La sentencia del TSJC a favor de la inspección del correo electrónico del empleado y contra su uso privado levanta una gran polémica.

ALBERT GIMENO

FÈLIX BADIA

Barcelona.- La posibilidad, validada por una sentencia judicial, de que un empleado sea despedido por utilizar el correo electrónico de la empresa con fines privados y, sobre todo, que la dirección pueda pinchar los mensajes de sus trabajadores ha generado una gran polémica. Mientras los sindicatos y organizaciones de usuarios de Internet critican abiertamente la sentencia y exigen garantías para la intimidad de los empleados, diversos juristas especializados en normativa laboral señalan que es lógico permitir que las compañías puedan conocer el contenido de los mensajes de correo electrónico, y advierten que en los próximos meses van a verse muchas más denuncias y sentencias de este tipo.

La sentencia del TSJC (ver 'La Vanguardia' de ayer) declaraba procedente el despido de un trabajador del Deutsche Bank por haber enviado un total de 140 mensajes privados utilizando el correo electrónico de la empresa, cuando, además, la empresa había prohibido expresamente su uso particular. La sentencia, en la que los intereses de la entidad fueron representados por el despacho Garrigues Andersen, consideraba justificado que la empresa pinchara el correo electrónico del empleado para "precisar la incuestionable naturaleza de los mensajes judicialmente apreciados". La resolución judicial levantó ayer todo tipo de reacciones, buena parte de ellas contrarias, aunque con diversos matices. Los sindicatos consideran que, a pesar del vacío legal en torno a la inviolabilidad del correo electrónico, no se puede admitir bajo ningún concepto que la empresa pueda entrar en los mensajes del empleado, a no ser que esta inspección sea tutelada por el comité de empresa y esté justificada por sospechas fundadas de irregularidades. Sería, en opinión de Manel García Biel, portavoz de CC.OO. en Cataluña, algo parecido a lo que el Estatuto de los Trabajadores prevé para la inspección de las taquillas de los empleados por la empresa. Sin embargo, García Biel dijo que el abuso del correo electrónico con fines privados sí se debe sancionar.

El vicesecretario de la federación de servicios de UGT en Cataluña, José Antonio Gerona, señalaba ayer que, si se extiende el criterio jurídico de que la empresa puede entrar en el correo electrónico del trabajador se puede llegar a que los trabajadores dejen de usarlo, lo que, a su vez, perjudicaría a la empresa.

Las dos principales organizaciones de usuarios de la red criticaron también la sentencia.

El presidente de la Asociación de Internautas, Víctor Domingo, se mostró radicalmente contrario a la inspección del correo por parte de las empresas, e incluso de que se limite el uso privado del "e-mail" de la empresa, porque el envío de mensajes no representa un coste adicional para la empresa. Para Miguel Pérez Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet, la sentencia "contraviene el espíritu de la normativa" y es ilegal, porque el correo electrónico debe tener el mismo tratamiento que el correo convencional o las llamadas telefónicas. Pero los expertos en Derecho Laboral consultados no coinciden con ese enfoque. Salvador del Rey, catedrático de Derecho Laboral de la Universitat Pompeu Fabra, considera que "es correcto que las empresas puedan examinar los contenidos, especialmente si -como es el caso del Deutsche Bank- la empresa ha ordenado que el correo electrónico no sea utilizado con fines privados". Diversos especialistas consultados coincidían ayer que en los próximos meses puede producirse una cascada de demandas y de sentencias en este mismo sentido, porque el uso del correo electrónico está cada vez más extendido en las empresas y todavía no hay un cuerpo legal firmemente constituido que disipe las dudas sobre el tema.

 

REPRODUCIDO DE LA VANGUARDIA