En 35.000 líneas de banda ancha fija creció el grupo MásMóvil en el mes de diciembre, una cifra inferior a la de los tres anteriores meses (llegó hasta las 51.000 en noviembre) pero que igualmente está por encima de las cifras del resto del año. No sabemos el desglose de nuevos clientes por marcas (tanto MásMóvil como Yoigo y Pepephone tienen ofertas convergentes) pero es probable que el dato crezca en enero y febrero, con las anunciadas subidas de sus rivales y las nuevas tarifas de Yoigo.
Los tres grandes parecen haberse reagrupado, tras varios meses con datos dispares. El cambio más significativo lo protagoniza Orange, que de perder más de 10.000 clientes en noviembre ha pasado a ganar casi 7.000 en diciembre. Movistar pierde fuelle, de las más de 15.000 ganadas el anterior mes pasa a 2.700, mientras que el mayor cambio negativo lo protagoniza Vodafone, que de 23.000 líneas positivas pasa a perder casi 400.
En la categoría de restos de operadores, esa en la que entran desde las marcas del grupo Euskaltel a las cableras locales, la noticia buena es solo parcial. Los datos son mejores que los de noviembre, pero no salen de números rojos. Son malos tiempos para ellos, ya contaban con una alta penetración en sus respectivos territorios y en ellos se están adentrando cada día más los cuatro grandes operadores.
Nos toca ahora sentarnos a analizar los datos de 2017 en su totalidad, pero mientras tanto el pronóstico para el inicio de 2018 ya queda hecho. Los tres grandes operadores, que subirán precios entre febrero y abril, verán sus datos empeorar favoreciendo al creciente rival, MásMóvil. La esperanza que les queda para no tener una gran fuga de clientes es desviar a sus clientes descontentos a las ofertas low cost de sus segundas marcas, con el ahorro de nuevo cableado que ello supone.
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