En una entrada anterior os hablábamos de que es el grooming, un acoso cometido por parte de un adulto sobre menores de edad, con la finalidad de obtener imágenes de contenido erótico y/o pornográfico. El acosador, se oculta bajo una falsa identidad con la finalidad de que el menor confíe en él, creando un vínculo de dependencia y tracción del cual el niño/a no puede librarse y quedando su voluntad sometida a los deseos del acosador.
Aunque tomemos precauciones, puede que ni de esta forma nos libremos de que nuestro hijo sufra este delito. Por ello, tenemos que saber como reaccionar.
Primeras medidas.
No borres ningún contenido del teléfono o el ordenador.
Puede parecer doloroso pero las conversaciones, imágenes y los vídeos que el acosador y la víctima se hayan enviado deben ser guardados para usarlos como prueba. Cómo añadido, puedes realizar una impresión de las mismas para evitar su perdida.
No denuncies el perfil, únicamente bloquéalo.
Ya que al hacerlo, los administradores del sitio web pueden bloquear al usuario perdiendo de esta forma información necesaria para la investigación. Además, al ser bloqueado, es posible que el acosador se haga otro perfil para seguir acosando a otros niños.
Denúncialo.
Una vez detectado hay que denunciar de forma inmediata un caso de grooming.
La denuncia deben cursarla los tutores del menor, que pueden acudir a tres instancias; cuerpos policiales (Policía, Guardia Civil, policías autonómicas), juzgado de guardia y fiscalía de menores.
Sin embargo, hay casos en los que la vergüenza que pueda sentir el menor agredido lleva a realizar denuncias anónimas a través de la webs de los cuerpos de seguridad. Existe una tercera vía que es acudir a ONG especializadas en ciberacoso, pero las autoridades recuerdan que este método no tiene repercusiones legales sobre el agresor.
Apóyale.
No le recrimines.
Puede que tu primera reacción sea recriminar a tu hijo el haberse puesto en contacto con desconocidos por Internet y haber compartido información íntima. Pero recuerda, tu hijo es una víctima y el abusador, en cambio, es un especialista en conseguir lo que busca.
No le culpes.
El acosador, muchas veces recurre a la extorsión de mostrar los contenidos íntimos del menor si no cumple con los nuevos pedidos. Por ello, cuando te enteres evita hacerle sentir verguenza o culpa, ya que de esa forma unicamente aumentarás el poder que tiene el acosador sobre tu hij0.
Habla con él/ella.
Tu hijo se siente responsable, tiene miedo y siente mucha vergüenza de lo que le ha sucedido. Tienes que acompañarle, hablar con él y orientarle para conseguir que se sobreponga a esta situación tan angustiante.