Es estupendo que el Gobierno se modernice, y que ahorremos en kilos de papel. Con ello, se habrá salvado más de un árbol y además habremos economizado en el coste de la operación. Como contribuyente solo puedo alegrarme y felicitar a Cristóbal Montoro.
Pero lo que no me alegra es que ese CD se haya comprado pagando un canon adicional a las sociedades que representan a los autores y editores, principalmente la SGAE. No me parece aceptable que la asociación que representa a las distribuidoras de CDs nos grabe con un extraño "impuesto" la venta de cualquier CD, independientemente del uso que se le vaya a dar a ese CD. No entiendo por qué motivo los autores y editores tienen que recibir una remuneración económica cuando el Ministro Montoro decide grabar los presupuestos generales del estado en un CD. Como contribuyente, estoy indignado de que una parte de mis impuestos sea utilizada para enriquecer Joaquín Sabina o Ana Belén.
Estoy enfadado con la SGAE que solo parece preocupada de incrementar sus ingresos por cualquier vía. Estoy enfadado con los distribuidores de CDs, que han aceptado el chantaje. Estoy enfadado con el Gobierno, que permite esta tropelía, instaurada hace ya un mes, y mira para otro lado sin querer enfrentarse a este abuso. También estoy enfadado con los partidos políticos, los que sustentan al gobierno y los de la oposición, que siguen sin querer posicionarse en este tema. Estoy defraudado con el sistema judicial, el Defensor del pueblo, el Tribunal de defensa de la competencia...
En fin, yo también necesito CDs, pero creo que voy a comprarlos a través de Internet, con una empresa extranjera que no cobre este injusto canon. También estoy decidido a no volver a comprar ningún disco (música o película) mientras se mantenga este canon indiscriminado.
Reproducido del sitio web de Antonio Caravantes
Pero lo que no me alegra es que ese CD se haya comprado pagando un canon adicional a las sociedades que representan a los autores y editores, principalmente la SGAE. No me parece aceptable que la asociación que representa a las distribuidoras de CDs nos grabe con un extraño "impuesto" la venta de cualquier CD, independientemente del uso que se le vaya a dar a ese CD. No entiendo por qué motivo los autores y editores tienen que recibir una remuneración económica cuando el Ministro Montoro decide grabar los presupuestos generales del estado en un CD. Como contribuyente, estoy indignado de que una parte de mis impuestos sea utilizada para enriquecer Joaquín Sabina o Ana Belén.
Estoy enfadado con la SGAE que solo parece preocupada de incrementar sus ingresos por cualquier vía. Estoy enfadado con los distribuidores de CDs, que han aceptado el chantaje. Estoy enfadado con el Gobierno, que permite esta tropelía, instaurada hace ya un mes, y mira para otro lado sin querer enfrentarse a este abuso. También estoy enfadado con los partidos políticos, los que sustentan al gobierno y los de la oposición, que siguen sin querer posicionarse en este tema. Estoy defraudado con el sistema judicial, el Defensor del pueblo, el Tribunal de defensa de la competencia...
En fin, yo también necesito CDs, pero creo que voy a comprarlos a través de Internet, con una empresa extranjera que no cobre este injusto canon. También estoy decidido a no volver a comprar ningún disco (música o película) mientras se mantenga este canon indiscriminado.
Reproducido del sitio web de Antonio Caravantes