Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


Magnatune. Nace una alternativa.


Berliner, inventor del gramófono, debió ser, se me ocurre, el primer pirata moderno. Los dueños de los teatros que ofrecían la música en directo a precios prohibitivos probablemente se echaron las manos a la cabeza y llevaron el grito al cielo al ver que ahora la gente podía escuchar discos en sus casas tantas veces como quisieran y sin pasar por taquilla con cada audición.





Ese era un invento del diablo y no me extrañaría nada que le acusaran de hacer perder puestos de trabajo, de acabar con la música y del agujero de la capa de ozono. Pero, irremediablemente, el invento se iba con la música a otra parte y los intentos de aquellos empresarios por paralizar el tiempo fueron vanos. La industria tuvo que reconvertirse. El propio Berliner dio el primer paso fundando la "Gramophone Company" que daría lugar a la discográfica EMI que es una de las que más alto alzan la voz para criticar el cambio de los tiempos que en su momento le hizo multimillonaria y que poco le importó que dejara en el camino a los que no quisieron o no supieron adaptarse.

Como se ve la historia se repite aunque a los actores se les haya cambiado el papel y hoy, como ayer, todo cambio tecnológico que no signifique poner más dinero en las menos manos que ya lo tienen es calificado de piratería. Pero de poco sirve. Los tiempos cambian y cuando esto se acepta es el momento en el que aparecen las alternativas.

La última en salir a la luz ha sido Magnatune. Esta especie de sello discográfico online permite escuchar completamente las canciones antes de comprarlas y el precio a pagar está directamente relacionado con lo que tú quieras y puedas dar: pagas lo que te parece justo. Es cierto que esta empresa cataloga el precio mínimo de justicia en 5 dólares pero una vez pagados la persona que adquiere la música, al ser de libre distribución, puede compartirla gratuitamente con todo aquél que le plazca sin miedo a que la RIAA te lleve esposado.

Desde Magnatune se explica la razón de la iniciativa y ésta, dicen, no es otra que la de ofrecer una alternativa que sea rentable no sólo para la empresa sino también para los músicos y para el interés social que son los más castigado con el actual sistema. Los autores de las obras vendidas no se llevan con Magnatune el triste 8% al que la industria discográfica actual les tiene acostumbrados sino que se llevan el 50% de los beneficios. Beneficios que, por otro lado, no dejan de subir a pesar de, o gracias a, que su música una vez adquirida es de libre distribución en redes P2P.

El tiempo se ha tomado su tiempo en dar la razón y muchos insultos, denuncias y amenazas sufren y siguen sufriendo los que creen que tienen derecho a disfrutar de la cultura y de los avances que nos la acercan. Este tipo de iniciativas es al fin y al cabo lo que se demandaba. Iniciativas que se saben adaptar al cambio y que compaginan su interés lucrativo con el interés social de libre difusión de la cultura. No se trataba ni de acabar con la música ni de acabar con los artistas y mientras ustedes pierden el tiempo señalándonos como los causantes de todas las calamidades de este mundo nosotros seguimos recordando una frase: "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos".

Noticia comentada por David Bravo Bueno

david_bravo@supercable.es

pdfprintpmail