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"Usuarios de Linux: piénsenlo bien"


SCO amenaza con denuncias a quienes implanten este sistema, que "copia" su código El 22 de marzo era el gran día de Novell. La empresa de software reunió a miles de amigos y clientes en su feria anual, y lo hizo en su tierra, Salt Lake City, en el gigantesco centro de convenciones de la capital de Utah. Además, había invitado a miles de adoradores de Linux, el popular sistema operativo que se puede copiar, modificar y distribuir libremente, y que amenaza la hegemonía de sus rivales propietarios, Windows y Unix.





PATRICIA FERNÁNDEZ DE LIS El País NEGOCIOS - 11-04-2004

Cuando las luces del Salt Palace se apagaron, y los 6.000 entusiastas de Linux se aprestaron a escuchar a los ejecutivos de Novell, un hombre entró discretamente en el auditorio. Escuchó todo lo que allí se dijo durante las dos horas que duró el evento, y salió antes de que terminara. No habló con nadie; nadie le vio. Y quizá fuera mejor así, porque es imposible prever qué habría ocurrido si alguno de los defensores de Linux se hubiera dado cuenta de que ese hombre era Darl McBride, el presidente de SCO, conocido en la comunidad Linux como "Darl Vader" o "El Anticristo", atacado cibernética y personalmente, que lleva pistola y guardaespaldas porque dice temer las iras de los programadores de software libre, y el hombre que proyecta la única sombra en el brillante futuro de Linux. Es el personaje más despreciado del mundo tecnológico, y lo sabe. Y a veces, parece que lo disfruta.

La razón por la que Darl McBride es más odiado por los linuxeros, incluso, que Bill Gates, es simple: SCO reclama la propiedad de Linux. Dice haber dado a luz a ese código libre y abierto que miles de programadores adoran, precisamente, porque no es de nadie. Y quiere que le paguen por ello.

SCO ha reclamado 3.000 millones de dólares a IBM porque, dice, copió parte de un código de su propiedad -Unix- en Linux. "El 80% u 85%", añade McBride. Además ha amenazado a 1.500 grandes compañías con denunciarlas si implantan Linux sin pagar a SCO la licencia pertinente -ya hay demandas contra DaimlerChrysler y Autozone-. SCO, además, ha denunciado a Novell porque ésta asegura que el código de Unix es suyo.

Resumiendo este laberinto legal, SCO se ha enfrentado a IBM, a Novell, a las 1.500 mayores empresas del mundo, a los defensores del software libre y, además, ha dejado de vender Linux, un mercado que se dobla cada trimestre, para centrarse en su Unix, un negocio en franca decadencia. Lo que ha hecho SCO es algo, en fin, que sólo entiende SCO.

La conversación dura más de una hora y media, y se realiza en Salt Lake City, después de la pequeña incursión de McBride en territorio Linux. "Tienes que estar cerca de tus amigos, pero más de tus enemigos", explica, sonriendo. El presidente de SCO habla despacio, elige cuidadosamente sus palabras, las adorna con metáforas y las explica realizando dibujos en un papel.

McBride comienza la conversación reflexionando sobre la aparición, en el escenario del Salt Palace, de Linus Torvalds, creador de Linux y enemigo número uno de McBride. Asegura que estuvo a punto de preguntarle algo.

Pregunta. ¿El qué?

Respuesta. Hubiera querido que Linus explicara a los usuarios cuáles son los problemas a los que se enfrentan si implantan Linux. ¿Y qué opina de esas empresas que dicen a sus clientes "no hay problema, sigan utilizando Linux"? Sí hay un problema, y deberíamos resolverlo, en lugar de enterrar la cabeza en la arena.

P. Ustedes están reclamando a los usuarios de Linux que les paguen por su uso. Pero ¿por qué deberían hacerlo? No han probado que Linux sea una copia de su código Unix, pero, es más, ni siquiera han demostrado que Unix sea de su propiedad.

R. El caso legal no tiene nada que ver con los usuarios. Lo que ocurre es que Novell ha tratado de interponerse entre nosotros y ellos. Novell dice que Unix es suyo. Pero yo trabajaba en Novell cuando compraron Unix. Y trabajaba en Novell cuando vendieron Unix. Sé de lo que estoy hablando. Conozco a la gente que trabajaba allí entonces, los que firmaron los documentos, y sé lo que dirán en el juicio, cuando testifiquen. "Vendimos Unix", es lo que dirán. ¿Usted cree a Novell?

P. Yo no soy quien debe creerle. El caso es que uno de los dos deberá demostrar lo que dice en los juzgados.

R.Veamos. Si usted empieza a decir "La guerra de las galaxias es mía", ¿qué cree que hará George Lucas? P. ¿Qué hará?

R. La demandará. ¿Y cree que la gente diría "no podemos hablar sobre de quién es La guerra de las galaxias hasta que el juez tome una decisión"? No. La gente tiene muy claro de quién es La guerra de las galaxias. En el caso de No-vell, cualquiera que haya pasado un cierto tiempo informándose sabe que lo que dice es falso, Unix no es de Novell. Por eso les hemos demandado, tal y como haría George Lucas. No lo hemos hecho para que el juez decida de quién es Unix; les hemos demandado por difamación.

P. Ya han denunciado a dos usuarios de Linux en EE UU. ¿Se plantean hacerlo en Europa?

R. Hasta ahora, la mayor parte de nuestros esfuerzos legales se han centrado en EE UU, pero estamos contratando abogados en España, Alemania o Gran Bretaña, y estamos teniendo discusiones con organizaciones y empresas.

P. ¿Van a demandar también a los gobiernos? En España, como debe de saber, hay dos comunidades autónomas [Extremadura y Andalucía] que han realizado grandes desarrollos de Linux.

R. Muchos países no quieren posicionarse en el lado equivocado de la propiedad intelectual, y nos están pidiendo que les informemos. Estamos hablando con diversas organizaciones gubernamentales de Estados Unidos, y esperamos hacer lo mismo en Europa.

P. ¿Cuál es el mensaje de SCO para los gobiernos que están apostando por Linux?

R. El mensaje sería que cerrar los ojos y pensar simplemente que no hay problemas, o que éstos van a desaparecer, es dar un paso peligroso. Estamos hablando del sistema operativo, y si éste es defectuoso, si está contaminado, si es problemático... Es muy peligroso construir todo tu sistema sobre algo que tiene problemas. Lo que le pedimos a los usuarios es que piensen muy bien las reclamaciones que estamos haciendo. Tenemos mucha confianza en ganar nuestro caso.

P. Linus Torvalds dice que SCO es la "compañía más despreciable del mundo de la tecnología". Y usted es el personaje más odiado de la comunidad Linux.

R. Aquí lo que está hay es una guerra de la propiedad intelectual. En un lado está la comunidad del código abierto, y en otro el software propietario y licenciado [dibuja dos grandes círculos]. Linus, claro, es el líder del primero, y yo estoy en el segundo. A esa gente [señala el primer círculo] no le gusto, no les gusta mi compañía. Pero los que respetan los derechos de propiedad intelectual no me odian; mucha gente de Hollywood y de la industria de la música está en el mismo lado. Los que venden software para vivir de ello, como Microsoft o Sun, no me odia. Y es muy raro que haya vendedores de sistemas operativos que lo regalen y hagan negocio de ello.

P. IBM está ganando mucho dinero con Linux.

R. De acuerdo. Pero lo hace de otra manera. Lo importante aquí es respetar los derechos de propiedad individuales. Vamos a desarrollar su ejemplo. Fíjese, estaría de acuerdo con usted en un caso. Vamos a llamar a Sam Palmisano [presidente de IBM], y vamos a decirle: "¿Sabes qué, Sam? En 2004, no sólo vamos a dar Linux gratis, sino que también vamos a regalar Informix, AIX, AS400 [productos de IBM] y todo el hardware que vendes. ¿Y sabes qué? Vamos a hacerlo aún mejor, vamos a empezar a regalar todos los servicios de IBM Global Services". Ése sería un detalle encantador. Si Sam quiere regalar mis cosas, yo estaré de acuerdo en el momento en que él empiece a dar gratis todos sus productos propietarios. Entonces, el juego estará equilibrado. ¿Comprende? Está bien que regales tus cosas, pero no regales las mías. Es todo lo que pido.

Piense en el modelo de negocio alrededor de Linux. ¿Cuántas empresas había en la burbuja? Estaban Turbolinux, Mandrake, Suse, Redhat, Caldera... Habría unas doce. ¿Cuántas existen ahora? Una: Redhat. Lo que quiero decir es que vender Linux es muy mal negocio. Pero ser el tipo que vende el hardware es un negocio muy bueno. Por eso, estos tipos [por IBM] tienen un interés excepcional en que el coste del sistema operativo sea cero.

P. Es que sólo hay dos compañías en todo el sector que crean aún que el sistema operativo tiene valor. Una es SCO. La otra es Microsoft.

R. Porque somos los únicos que fabricamos sistemas operativos. Y la razón por la que la gente nos ataca con tanta fiereza es porque el valor reside en el sistema operativo. El que intenten convertirlo en gratuito no cambia el hecho de que ésta es la parte más compleja de la cadena. El valor no está en una aplicación; el motor de tu sistema informático reside en el sistema operativo. Eso es lo que hace funcionar a una empresa, y por eso nos atacan. Puede garantizarle que si fuéramos una empresa de aplicaciones y estuviéramos realizando estas reclamaciones la gente bostezaría. Pero el sistema operativo es lo que hace funcionar a esta industria, y por eso la gente está tan preocupada. Si SCO gana este caso, entonces controlaremos el mercado Unix. Y eso les pone muy nerviosos.

P. Le hablaba de la coincidencia de objetivos entre Microsoft y SCO porque hay muchos rumores sobre si esta compañía es la que financia las acciones legales de SCO. ¿Hay alguna conexión financiera entre ambas?

R. Hemos sido muy claras porque cotizamos en Bolsa. El año pasado firmamos con ellos una licencia por valor de 26 millones de dólares. Así que, sí, tenemos una relación financiera, gracias a la cual ellos pueden acceder al código de Unix.

P. También se ha filtrado un e-mail interno que asegura que Microsoft intermedió en una inversión de capital riesgo en SCO.

R. Es un memorando interno que fue malinterpretado por un consultor externo. No hay un gran asunto aquí. Sí, claro, tenemos relaciones con Microsoft, pero no tiene que ver con esa inversión de capital riesgo.

P. Ha pasado un año desde que SCO demandó a IBM. Y en este tiempo ha enfadado a toda una comunidad, ha demandado a usuarios y colegas del sector, ha cerrado su mayor línea de crecimiento en ingresos... ["correcto", asiente McBride en cada punto]. Si tuviera la oportunidad de volver a empezar, ¿lo haría todo, de nuevo, de la misma manera?

R. Sin duda. Lo haría. No creo que cambiara nada de lo que he hecho. Hemos dibujado una línea en la arena. No estábamos de acuerdo en que IBM donara código a Linux que era parte de nuestra propiedad intelectual. IBM se planteó matar Unix, y eso es como decir "vamos a matar a SCO", porque Unix es nuestro. En este tiempo, hay gente que se ha enfadado mucho, pero nosotros vamos a seguir luchando.

P. La virulencia de la comunidad Linux contra SCO se debe, probablemente a que, hasta hace un año, usted era uno de los suyos. Se sienten traicionados. Eso es lo más duro para ellos.

R. Y lo más duro para nosotros es que, mientras estábamos allí, ayudando a construir esa industria, encontramos problemas de código en Linux, y en vez detrabajar con nosotros para solucionarlo, eligieron pelear. IBM fue quien eligió pelear.

P. IBM dice que no tuvo ningún contacto con ustedes antes de la demanda.

R. Eso es una mentira flagrante. No hay otra forma de describirlo. Hablamos con IBM durante dos meses antes de la demanda. Es completamente deshonesto por su parte decir que no hablamos con ellos. Dos días antes de que la demanda se presentara, recibí una llamada de una persona del consejo ejecutivo de IBM. Me dijo: "He oído que tenemos problemas". Y yo le contesté: "Sí, tenemos problemas". Están mintiendo cuando dicen que no contactamos con ellos.

P. Usted asegura que ha sufrido amenazas personales. ¿Ha valido la pena, entonces, todo este asunto?

R. Sí. Verá, el año pasado sufrimos cuatro ataques a nuestra web. El más importante fue el del virus MyDoom. Cuando tratamos de defendernos de este virus, que fue diseñado para atacar a SCO, le preguntamos a una empresa, que también debe defenderse de este tipo de ataques, qué podíamos hacer para evitarlo. La respuesta fue: "Abandonad el caso". Bueno, es cuestión de principios. ¿Vas a levantarte y luchar por lo que crees que es justo, o vas a abandonar porque alguien lanza un ciberataque terrorista contra ti? Ya sean ataques personales, cibernéticos, correos amenazantes, lo que sea, estamos completa y absolutamente resueltos a luchar hasta que consigamos la victoria.

P. ¿Ha sido duro, personalmente, para usted y sus empleados?

R. Yo soy fuerte, y he tenido que hacerme más fuerte, lo mismo que mis empleados. Pero ésta es una organización bastante dura. Somos como unos toreros, ¿sabe? Tenemos que seguir peleando hasta que derrotemos al toro.

P. ¿Hasta cuándo pueden seguir aguantando?

R. El juicio de IBM está fijado para el 11 de abril de 2005. Estamos a mitad de camino. Nuestros abogados dicen que esto podría durar unos cuatro años, y tenemos efectivo para aguantar. Estamos deseando llegar al juzgado para que se escuchen nuestros argumentos, y para que IBM diga que no hablamos con ellos. Estamos deseando ver las evidencias que tiene Novell para probar que Unix es suyo. Creemos que muchas de las manifestaciones que se están haciendo ahora tienen como objetivo lograr cierto respiro a corto plazo, pero el largo plazo pondrá en su sitio a Novell y a IBM. Porque la verdad es lo que importa. Y la verdad está de nuestro lado.

"Alguien en Corea del Norte podría hacer todo tipo de cosas peligrosas"

En esta batalla, SCO tiene de su lado a uno de los abogados más prestigiosos y polémicos de Estados Unidos: David Boies, el hombre que ganó a Microsoft en los tribunales y también el que triunfó con el caso Napster, en el que defendió la postura contraria a la que ahora le toca apoyar. Y es que en el corazón de todo este caso se debate el valor de la propiedad intelectual en la nueva era digital; se discute si el código de un programa informático puede ser copiado y distribuido libremente, como cree la comunidad de software libre, o si debe de respetar todas las leyes de propiedad intelectual, como sugiere SCO. McBride echa pestes, especialmente de la licencia GPL en software libre, porque obliga al programador a redistribuir sus hallazgos. McBride cree que esta licencia es anticonstitucional, porque impide a los autores vivir de sus obras.

P. Usted ha dicho también que la GPL es antiamericana y pone en riesgo la seguridad de los sistemas.

R. Nosotros no podemos exportar a Irán, Corea del Norte o Cuba. El software abierto tiene pase gratuito. Alguien en Corea del Norte puede bajarse la última versión de Linux y crear una supercomputadora que le permitirá hacer todo tipo de cosas peligrosas. No decimos que Linux sea malo. Pero la GPL es la destrucción de la industria.

P. ¿Tiene la propiedad intelectual algún sentido en un mundo donde pueden hacerse infinitas copias de materiales sometidos a derechos de autor, en pocos segundos?

R. La propiedad intelectual tiene aún más sentido en la era digital. Si dejas que la gente coja las cosas, las copie y las regale, el incentivo para crear desaparecerá.

P. ¿Es posible una postura intermedia? Con la licencia Creative Commons, de Lawrence Lessig, muy popular, el autor retiene el copyright de su obra, pero permite su reproducción en ciertas condiciones.

R. Lawrence Lessig defendió su caso en el Tribunal Supremo hace un año, y perdió. El Tribunal dijo que el copyright es importante, y que la Constitución de Estados Unidos "celebra" el beneficio como incentivo. Utilizó esa palabra, "celebrar". Esto nos retrotrae a la pregunta básica, que es "¿cómo haces dinero?". Si se pierde la posibilidad de que inviertas en algo y saques dinero de ello, el mundo será muy diferente.


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