Ocho de los despedidos han decidido actuar conjuntamente ante lo que consideran una clara persecución sindical por parte de ONO, que, según los afectados, ha perseguido a las personas que podían estar en alguna lista sindical. El hecho es que de los diez despedidos, cinco figuraban en alguna de las candidaturas presentadas, a las que la empresa no tiene acceso, según Valladares. «Por eso han jugado a los barquitos, han despedido a quienes ellos sospechaban que podíamos presentarnos a las elecciones sindicales, y en algunos casos han acertado», explica Pilar Blanco, una de las despedidas.
Los afectados han decidido concurrir a las elecciones sindicales en la lista de CGT, pese a su condición de antiguos empleados, ya que al haber recurrido el despido, tienen derecho a figurar en ellas. Según Carles Valladares, la empresa ya no hará más despedidos, ya que los castigos ejemplarizantes ya están consumados «y han conseguido sembrar el terror».
http://www.levante-emv.com/levhoy01513/economia/5Economia.html