Las obras nos cuestan muchísimo en impuestos para que luego vengan otros a destrozar lo que hemos hecho. El metro nos sale a millón y nunca tendremos nada en condiciones. Dónde está el avance. Sólo hay un culpable, el Ayuntamiento, que permite que se despilfarre el dinero público, que no protege nada nuestros impuestos y nuestros intereses porque a la postre esas aceras habrá que levantarlas diez años antes, con lo que la inversión en obras es peor que haberlo hecho en Gescartera.