Javier Nuñez. La Nueva España
Sí, eso es. Es una edición pirata. Resulta que un avispado de la época, al ver que el libro publicado en Madrid en 1605 -con privilegio para el Reino de Castilla- tenía tanto éxito, decidió copiarlo y editarlo por su cuenta; sin pagar derechos de autor ni nada por el estilo. Obligó incluso a Juan de la Cuesta, editor del primer «Quijote», a publicar una nueva edición, esta vez con privilegio para los reinos de Aragón y Portugal.
O sea, que ya en 1605 había un top manta de los libros; había una suerte de SGAE que concedía «los privilegios», y había una serie de listillos que se aprovechaban del tirón de un Cervantes cualquiera para hacer el agosto. Lo mejor de todo esto es que 399 años después, en una exposición inaugurada por todo lo alto y con el apoyo de las más altas instituciones regionales y locales tanto en el plano administrativo como en el universitario, se presente en exposición una copia pirata.
Y ojo, no lo critico. Al contrario, me parece todo un privilegio poder contemplar un ejemplar de la más famosa obra de la literatura española, editada un año después de la original. Aunque sea una copia pirata. Incluso, según figura en el catálogo de la exposición, el ejemplar tiene gran valor económico. Quizá por eso precisamente.
El caso es que me estoy pensando seriamente en comprar algún CD o DVD de estos que venden en nuestras calles los manteros y guardarlos en casa como oro en paño. Quién sabe, a lo mejor dentro de otros 399 años mis copias valen un Potosí y se muestran al público en una gran exposición.
Javier Núñez es periodista.
Sí, eso es. Es una edición pirata. Resulta que un avispado de la época, al ver que el libro publicado en Madrid en 1605 -con privilegio para el Reino de Castilla- tenía tanto éxito, decidió copiarlo y editarlo por su cuenta; sin pagar derechos de autor ni nada por el estilo. Obligó incluso a Juan de la Cuesta, editor del primer «Quijote», a publicar una nueva edición, esta vez con privilegio para los reinos de Aragón y Portugal.
O sea, que ya en 1605 había un top manta de los libros; había una suerte de SGAE que concedía «los privilegios», y había una serie de listillos que se aprovechaban del tirón de un Cervantes cualquiera para hacer el agosto. Lo mejor de todo esto es que 399 años después, en una exposición inaugurada por todo lo alto y con el apoyo de las más altas instituciones regionales y locales tanto en el plano administrativo como en el universitario, se presente en exposición una copia pirata.
Y ojo, no lo critico. Al contrario, me parece todo un privilegio poder contemplar un ejemplar de la más famosa obra de la literatura española, editada un año después de la original. Aunque sea una copia pirata. Incluso, según figura en el catálogo de la exposición, el ejemplar tiene gran valor económico. Quizá por eso precisamente.
El caso es que me estoy pensando seriamente en comprar algún CD o DVD de estos que venden en nuestras calles los manteros y guardarlos en casa como oro en paño. Quién sabe, a lo mejor dentro de otros 399 años mis copias valen un Potosí y se muestran al público en una gran exposición.
Javier Núñez es periodista.