Bajo el impulso del Ministerio de Economía, el Gobierno en pleno se ha puesto a la tarea de elaborar un paquete de medidas que dinamicen la economía, con especial énfasis en el fomento de la competitividad, vivienda, energía, transporte y los sectores regulados. Se trata, en palabras del titular de Economía, Pedro Solbes, de "eliminar trabas que limitan el buen funcionamiento" de estos sectores.
El sector de las telecomunicaciones es uno de los más liberalizados. De hecho, sólo Telefónica de España tiene sus precios regulados, en telefonía fija e Internet. El resto de las compañías -incluyendo todas las del móvil- gozan de libertad de tarifas. Pero el Gobierno quiere ampliar esa flexibilidad y estudia la liberalización completa de las tarifas del ADSL (la conexión rápida a Internet por la línea telefónica convencional) para Telefónica de España.
En la actualidad, el antiguo monopolio sólo tiene reguladas las tarifas de la oferta mayorista de ADSL, es decir, lo que le cobra a otras compañías (Wanadoo, Ya.com, Terra, Tele2 y Tiscali, entre otros) por alquilar su red. Los precios minoristas, lo que le cobra a sus clientes directos, fueron liberalizados en noviembre de 2003.
No obstante, la medida que prepara el Ejecutivo tendría gran trascendencia de cara al consumidor final, porque Telefónica tiene la obligación de referenciar la oferta mayorista a la minorista. Es decir, que si cobra a sus clientes finales un precio, la tarifa mayorista tiene que ser entre un 40% y un 62% más barata. La fórmula para referenciar ambos precios es fijada anualmente por la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT). Actualmente, el precio minorista de la oferta básica (512 kilobits por segundo) de ADSL de Telefónica de España es de 39,07 euros al mes, y la mayorista, de 22,34 euros.
Más de 3,5 millones de españoles cuentan con una conexión de banda ancha a Internet. De ellos, 2,5 millones son por ADSL, y el resto, por cable y satélite. De las líneas de ADSL, Telefónica (incluyendo a su filial Terra) acapara cerca del 70% del mercado minorista.
Otra medida que estudia el Ejecutivo, es eliminar la regulación de precios del servicio de información que presta Telefónica a través del número 11818 (el que sustituyó al 1003). Este es el único número cuyas tarifas son reguladas (35 céntimos de euro por llamada), puesto que los restantes pueden fijar libremente sus precios. Telefónica tiene el 40% de ese mercado.
Gran diferencia de precios
Pero esa liberalización no ha tenido el efecto deseado y el precio de las llamadas a los 118 se ha disparado en la mayor parte de los casos. Las diferencias de tarifas, según el número que se marque, son tan abultadas que se llega a pagar hasta cinco veces más por una llamada similar. Y casi la totalidad de las compañías han sido expedientadas por no cumplir con los requisitos de información.
El Ejecutivo entiende que si se permite a Telefónica fijar sus precios libremente tanto en el caso del ADSL como en el de los 118, se incentivará a la competencia, dada la cuota de mercado que tiene el ex monopolio.
Pero para la libertad total de tarifas para todas los servicios y llamadas que presta Telefónica habrá que esperar un poco más, hasta que la CMT culmine su estudio sobre cada uno de los mercados (telefonía fija, móvil e Internet) en los diferentes segmentos y decida si en cada uno de ellos existe el grado suficiente de competencia para permitir el fin de la regulación tarifaria, que ha pedido insistentemente la operadora.
Reproducido de El País
El sector de las telecomunicaciones es uno de los más liberalizados. De hecho, sólo Telefónica de España tiene sus precios regulados, en telefonía fija e Internet. El resto de las compañías -incluyendo todas las del móvil- gozan de libertad de tarifas. Pero el Gobierno quiere ampliar esa flexibilidad y estudia la liberalización completa de las tarifas del ADSL (la conexión rápida a Internet por la línea telefónica convencional) para Telefónica de España.
En la actualidad, el antiguo monopolio sólo tiene reguladas las tarifas de la oferta mayorista de ADSL, es decir, lo que le cobra a otras compañías (Wanadoo, Ya.com, Terra, Tele2 y Tiscali, entre otros) por alquilar su red. Los precios minoristas, lo que le cobra a sus clientes directos, fueron liberalizados en noviembre de 2003.
No obstante, la medida que prepara el Ejecutivo tendría gran trascendencia de cara al consumidor final, porque Telefónica tiene la obligación de referenciar la oferta mayorista a la minorista. Es decir, que si cobra a sus clientes finales un precio, la tarifa mayorista tiene que ser entre un 40% y un 62% más barata. La fórmula para referenciar ambos precios es fijada anualmente por la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT). Actualmente, el precio minorista de la oferta básica (512 kilobits por segundo) de ADSL de Telefónica de España es de 39,07 euros al mes, y la mayorista, de 22,34 euros.
Más de 3,5 millones de españoles cuentan con una conexión de banda ancha a Internet. De ellos, 2,5 millones son por ADSL, y el resto, por cable y satélite. De las líneas de ADSL, Telefónica (incluyendo a su filial Terra) acapara cerca del 70% del mercado minorista.
Otra medida que estudia el Ejecutivo, es eliminar la regulación de precios del servicio de información que presta Telefónica a través del número 11818 (el que sustituyó al 1003). Este es el único número cuyas tarifas son reguladas (35 céntimos de euro por llamada), puesto que los restantes pueden fijar libremente sus precios. Telefónica tiene el 40% de ese mercado.
Gran diferencia de precios
Pero esa liberalización no ha tenido el efecto deseado y el precio de las llamadas a los 118 se ha disparado en la mayor parte de los casos. Las diferencias de tarifas, según el número que se marque, son tan abultadas que se llega a pagar hasta cinco veces más por una llamada similar. Y casi la totalidad de las compañías han sido expedientadas por no cumplir con los requisitos de información.
El Ejecutivo entiende que si se permite a Telefónica fijar sus precios libremente tanto en el caso del ADSL como en el de los 118, se incentivará a la competencia, dada la cuota de mercado que tiene el ex monopolio.
Pero para la libertad total de tarifas para todas los servicios y llamadas que presta Telefónica habrá que esperar un poco más, hasta que la CMT culmine su estudio sobre cada uno de los mercados (telefonía fija, móvil e Internet) en los diferentes segmentos y decida si en cada uno de ellos existe el grado suficiente de competencia para permitir el fin de la regulación tarifaria, que ha pedido insistentemente la operadora.
Reproducido de El País