I. A. / MADRID / Cinco Días La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) recibió el poder de decidir sobre el precio de la cuota de abono de Telefónica hace poco más de dos meses. Su reinado no llega a 80 días, mientras que el del Gobierno -anterior encargado de esta materia- se cifra más bien en 80 años, pero los cambios que ha impuesto el regulador ya son patentes.
Para empezar, las tarifas se fijan con 15 meses de antelación, cuando antes había que esperar a las últimas semanas del año para conocer la referencia. Y para continuar, hay debate previo a la decisión, en el que por primera vez y con rúbrica oficial pueden participar todos los implicados.
Así lo anunció ayer la CMT, que ha dado de plazo hasta el 30 de junio para recibir las contestaciones. La cuota de abono que está sobre el tapete es la de 2008, porque la del año que viene, en aras a la antelación necesaria, ya se conoce.
Además, los que quieran alegar no lo harán sobre el vacío. Alterando otra vez la tradición del sector, la CMT no sólo da a los afectados la posibilidad de ser escuchados, sino que adelanta su propuesta para que puedan afinar el tiro de sus consideraciones y no opinen en el vacío.
El punto de partida es un 2% de subida de la cuota para 2008, el equivalente al IPC previsto por el Banco Central Europeo sin ninguna corrección. Esta alza situaría el abono que pagan todos los meses más de 16 millones de líneas en 13,97 euros. La cuota de conexión, también intervenida, se incrementará en la misma proporción.
El regulador pone en cuestión la asunción como referencia del IPC previsto, fijado siempre en el 2%
Ahora queda por ver qué piensa el sector. En principio, la propuesta es bastante continuista, puesto que un 2% es lo que subió la cuota de abono en 2005 y lo que se revalorizará en 2007, después de la congelación de este año.
Pero la CMT no llega a la cifra que ha planteado por comparación, sino que ha estudiado el sector y ha llegado a varias conclusiones.
La primera es que hay poca competencia en este campo. 'Telefónica tradicionalmente ha tenido una cuota de mercado superior al 85% tanto en términos de ingresos como de clientes', asegura el regulador. Tampoco espera que haya una fuerte rivalidad a corto plazo, por las grandes inversiones que se requieren. Sin embargo, la comisión tiene claro que el precio de la cuota de abono ya recoge los costes de prestar este servicio, como falló en 2004 el Tribunal Europeo de Justicia.
Con estas tres consideraciones en la mano, la conclusión de la CMT es que ni Telefónica ni el mercado están en condiciones de vivir con los precios liberalizados, pero también que los cambios en la tarifa de la cuota deben ser limitados.
De ahí su propuesta del 2% de subida, pero está dispuesta a escuchar. Y lo está, incluso, a que se cuestione todo el procedimiento de fijación del precio de la cuota. El regulador no sólo pide opinión sobre la subida o bajada del abono mensual, sino también del escenario en el que se enmarca, que no es otro que la previsión de IPC.
Para ajustar las tarifas al precio de la vida, la referencia que se toma es la inflación. A partir de ella se crea una fórmula, que es el IPC menos un factor de corrección. En caso de la propuesta de 2008, el ajuste es cero, de forma que la cuota podrá subir lo mismo que la inflación. Y ahí está el problema. El IPC que se usa como referencia es el previsto por el Banco Central Europeo, fijado casi a perpetuidad en el 2% como fórmula ideal de estabilidad de precios.
En otros países, esta referencia puede estar más cercana a la realidad, pero en España, con tasas de inflación del 4%, está muy lejos. La CMT está dispuesta a considerar que este IPC previsto sea modificado o que las tarifas que se ajustan a él puedan revisarse cuando se conozca el dato definitivo. También sobre ello ha preguntado al sector. La solución se conocerá, como muy tarde, el 1 de octubre.
El número de implicados se multiplica día a día
El precio de la cuota de abono no es un asunto baladí. El Ministerio de Economía tiene un gran interés en él, ya que afecta al IPC, y dentro del sector cada vez tiene más importancia. Los avances tecnológicos han permitido que las empresas de cable no sean las únicas interesadas (hasta ahora sólo ellas competían con Telefónica en este campo). Jazztel, Tele2 y otras ofrecen ya a sus clientes el precio de la cuota dentro de sus servicios, como parte de las populares ofertas de ADSL a alta velocidad. También las firmas de móvil comienzan a estar interesadas. El pago mensual por mantener el teléfono fijo empieza a ser determinante a la hora de decidir si se prescinde de él y se opta sólo por el celular.
Para empezar, las tarifas se fijan con 15 meses de antelación, cuando antes había que esperar a las últimas semanas del año para conocer la referencia. Y para continuar, hay debate previo a la decisión, en el que por primera vez y con rúbrica oficial pueden participar todos los implicados.
Así lo anunció ayer la CMT, que ha dado de plazo hasta el 30 de junio para recibir las contestaciones. La cuota de abono que está sobre el tapete es la de 2008, porque la del año que viene, en aras a la antelación necesaria, ya se conoce.
Además, los que quieran alegar no lo harán sobre el vacío. Alterando otra vez la tradición del sector, la CMT no sólo da a los afectados la posibilidad de ser escuchados, sino que adelanta su propuesta para que puedan afinar el tiro de sus consideraciones y no opinen en el vacío.
El punto de partida es un 2% de subida de la cuota para 2008, el equivalente al IPC previsto por el Banco Central Europeo sin ninguna corrección. Esta alza situaría el abono que pagan todos los meses más de 16 millones de líneas en 13,97 euros. La cuota de conexión, también intervenida, se incrementará en la misma proporción.
El regulador pone en cuestión la asunción como referencia del IPC previsto, fijado siempre en el 2%
Ahora queda por ver qué piensa el sector. En principio, la propuesta es bastante continuista, puesto que un 2% es lo que subió la cuota de abono en 2005 y lo que se revalorizará en 2007, después de la congelación de este año.
Pero la CMT no llega a la cifra que ha planteado por comparación, sino que ha estudiado el sector y ha llegado a varias conclusiones.
La primera es que hay poca competencia en este campo. 'Telefónica tradicionalmente ha tenido una cuota de mercado superior al 85% tanto en términos de ingresos como de clientes', asegura el regulador. Tampoco espera que haya una fuerte rivalidad a corto plazo, por las grandes inversiones que se requieren. Sin embargo, la comisión tiene claro que el precio de la cuota de abono ya recoge los costes de prestar este servicio, como falló en 2004 el Tribunal Europeo de Justicia.
Con estas tres consideraciones en la mano, la conclusión de la CMT es que ni Telefónica ni el mercado están en condiciones de vivir con los precios liberalizados, pero también que los cambios en la tarifa de la cuota deben ser limitados.
De ahí su propuesta del 2% de subida, pero está dispuesta a escuchar. Y lo está, incluso, a que se cuestione todo el procedimiento de fijación del precio de la cuota. El regulador no sólo pide opinión sobre la subida o bajada del abono mensual, sino también del escenario en el que se enmarca, que no es otro que la previsión de IPC.
Para ajustar las tarifas al precio de la vida, la referencia que se toma es la inflación. A partir de ella se crea una fórmula, que es el IPC menos un factor de corrección. En caso de la propuesta de 2008, el ajuste es cero, de forma que la cuota podrá subir lo mismo que la inflación. Y ahí está el problema. El IPC que se usa como referencia es el previsto por el Banco Central Europeo, fijado casi a perpetuidad en el 2% como fórmula ideal de estabilidad de precios.
En otros países, esta referencia puede estar más cercana a la realidad, pero en España, con tasas de inflación del 4%, está muy lejos. La CMT está dispuesta a considerar que este IPC previsto sea modificado o que las tarifas que se ajustan a él puedan revisarse cuando se conozca el dato definitivo. También sobre ello ha preguntado al sector. La solución se conocerá, como muy tarde, el 1 de octubre.
El número de implicados se multiplica día a día
El precio de la cuota de abono no es un asunto baladí. El Ministerio de Economía tiene un gran interés en él, ya que afecta al IPC, y dentro del sector cada vez tiene más importancia. Los avances tecnológicos han permitido que las empresas de cable no sean las únicas interesadas (hasta ahora sólo ellas competían con Telefónica en este campo). Jazztel, Tele2 y otras ofrecen ya a sus clientes el precio de la cuota dentro de sus servicios, como parte de las populares ofertas de ADSL a alta velocidad. También las firmas de móvil comienzan a estar interesadas. El pago mensual por mantener el teléfono fijo empieza a ser determinante a la hora de decidir si se prescinde de él y se opta sólo por el celular.
