JAVIER LÓPEZ TAZÓN / Ariadn@ . Como todos ustedes saben, para poder verla hace falta un aparato, un descodificador que se encarga, como función mínima, de descomprimir la señal para que se pueda ver. En España se han vendido más de un millón largo de estos aparatos, lo que sugiere que otros tantos hogares ya están disfrutando de la TDT. La cifra de usuarios reales, sin embargo duplica holgadamente ese millón largo. En España 1.500.000 familias están abonados a algún tipo de televisión por cable y no necesitan ningún descodificador adicional.
Los cableoperadores están obligados por la Ley del Cable de 1995 a transportar y hacer llegar a sus abonados la señal de todos los canales de televisón, ya sean nacionales, autonómicos o locales, emitidos por ondas hertzianas terrenas mediante tecnología analógica o digital. Y así ha sido hasta ahora. En definitiva, los grandes impulsores de la TDT han sido los cableros con su millón y medio largo de abonados.
Pues bien, eso es lo que está pasando hasta ahora, porque la Asociación de Internautas ( www.internautas.org) ha denunciado que la nueva regulación de la prestación del servicio de radio y televisión por cable podría obligar a los cableros a pagar por difundir señales gratuitas y en abierto. La lógica nos dice, además, que lo que paguen unos al final revertirá en la factura del consumidor final. Se vea como se vea, será un flaco favor a la implantación de la TDT. O bien los abonados terminan pagando más, o necesitarán además del receptor de su cableoperador otro para sintonizar las emisiones de Televisión Digital Terrestre. Bien pensado, igual le viene bien a la industria electrónica.
Los cableoperadores están obligados por la Ley del Cable de 1995 a transportar y hacer llegar a sus abonados la señal de todos los canales de televisón, ya sean nacionales, autonómicos o locales, emitidos por ondas hertzianas terrenas mediante tecnología analógica o digital. Y así ha sido hasta ahora. En definitiva, los grandes impulsores de la TDT han sido los cableros con su millón y medio largo de abonados.
Pues bien, eso es lo que está pasando hasta ahora, porque la Asociación de Internautas ( www.internautas.org) ha denunciado que la nueva regulación de la prestación del servicio de radio y televisión por cable podría obligar a los cableros a pagar por difundir señales gratuitas y en abierto. La lógica nos dice, además, que lo que paguen unos al final revertirá en la factura del consumidor final. Se vea como se vea, será un flaco favor a la implantación de la TDT. O bien los abonados terminan pagando más, o necesitarán además del receptor de su cableoperador otro para sintonizar las emisiones de Televisión Digital Terrestre. Bien pensado, igual le viene bien a la industria electrónica.
