AGENCIAS - EL ECONOMISTA En una entrevista publicada en el último número de Cuadernos de Información Económica y recogida por Servimedia, Iranzo también se refirió a la "paradoja" de algunas situaciones, como que los creadores españoles se vayan a beneficiar del canon derivado de las descargas de películas extranjeras por Internet.
Según el economista, este pago es un "instrumento inapropiado" para defender los derechos de propiedad de las producciones artísticas, ya que "puede servir de coartada moral para comportamientos poco correctos".
Consecunecias indeseadas
De este modo, según el director general del IEE, lo más probable es que se reduzcan "de forma radical" los escrúpulos de los internautas a la hora de hacer descargas de películas y canciones y de difundirlas entre los amigos, como consecuencia del canon.
A su juicio, el canon no identifica ni grava a los verdaderos consumidores de las producciones que se desea defender, ni tampoco tiene capacidad para controlar los productos consumidos y retribuir equitativamente a los artistas afectados.
Por ello, estima que se trata de un "grave retraso" y un "abuso" y propuso sustituir este sistema por otras tecnologías, así como promover acuerdos internacionales en esta materia.
Iranzo arremetió también contra el hecho de que un impuesto de ámbito nacional esté gestionado por instituciones privadas (como SGAE o Cedro).
"Las instituciones privadas que van a gestionar el canon son precisamente las más interesadas en mantener e incluso incrementar este impuesto y han ejercido una fuerte presión sobre el poder legislativo para conseguir una ley cada vez más favorable a sus intereses", concluyó.
Según el economista, este pago es un "instrumento inapropiado" para defender los derechos de propiedad de las producciones artísticas, ya que "puede servir de coartada moral para comportamientos poco correctos".
Consecunecias indeseadas
De este modo, según el director general del IEE, lo más probable es que se reduzcan "de forma radical" los escrúpulos de los internautas a la hora de hacer descargas de películas y canciones y de difundirlas entre los amigos, como consecuencia del canon.
A su juicio, el canon no identifica ni grava a los verdaderos consumidores de las producciones que se desea defender, ni tampoco tiene capacidad para controlar los productos consumidos y retribuir equitativamente a los artistas afectados.
Por ello, estima que se trata de un "grave retraso" y un "abuso" y propuso sustituir este sistema por otras tecnologías, así como promover acuerdos internacionales en esta materia.
Iranzo arremetió también contra el hecho de que un impuesto de ámbito nacional esté gestionado por instituciones privadas (como SGAE o Cedro).
"Las instituciones privadas que van a gestionar el canon son precisamente las más interesadas en mantener e incluso incrementar este impuesto y han ejercido una fuerte presión sobre el poder legislativo para conseguir una ley cada vez más favorable a sus intereses", concluyó.