J. Montalvo - Expansión .- Presupuestos en revisión. Las operadores que compiten con Telefónica en el dinámico mercado español de las telecomunicaciones han reducido significativamente sus inversiones durante 2008. Acuciadas por el estancamiento de las ventas, en un contexto de fuerte contracción del consumo, así como por la incertidumbre regulatoria sobre las nuevas infraestructuras, estas compañías están aplazando parte de sus planes inversores.
En los seis primeros meses del año, los rivales del ex monopolio han reducido un 15% su inversión conjunta, hasta 792 millones de euros. Es decir, han destinado a su negocio 140 millones de euros menos que en el mismo periodo de 2007. Excluyendo a Vodafone, el único de los competidores de Telefónica que mantenía hasta marzo cifras similares a las del año anterior, el recorte de las inversiones de estas compañías alcanza el 28%.
Orange ha protagonizado el mayor recorte de inversiones del sector en España en cifras absolutas, al pasar de los 226 millones de 2007 a 148 millones de euros en el primer semestre del año. En términos porcentuales, Jazztel no le va a la zaga, al reducir en un 33% su gasto en los seis primeros meses de 2008.
Ahorros
En el caso del grupo galo, el recorte corresponde fundamentalmente al negocio de telecomunicaciones móviles, que ha sufrido un parón inversor tras la renovación de las redes de tercera generación. Además, la compañía ha asumido un fuerte gasto en España en los dos últimos años, al adquirir Amena a la antigua Auna, tras lo que busca ahorros para mejorar sus márgenes ante el parón de sus ingresos.
En similar situación se encuentra Jazztel, aunque por su menor tamaño, que dificulta la captación de mercado, está más obligada que sus rivales a reducir sus costes totales.
El caso de Ono es algo diferente. Durante la primera mitad del pasado año, la compañía que preside Eugenio Galdón tuvo que acometer inversiones extraordinarias, relacionados con el proceso de integración del negocio de telecomunicaciones fijas de la antigua Auna. Descontando estos gastos extraordinarios, la cifra de inversiones de Ono estaría en un nivel similar al del año anterior, según apuntan fuentes del grupo.
Frente a este parón inversor generalizado, Telefónica ha incrementado sus inversiones totales en España en el primer semestre. Aunque en telecomunicaciones fijas se han reducido ligeramente, las inversiones totales crecen por la renovación de las redes de telecomunicaciones móviles para adaptarlas al acceso ultrarrápido a Internet, clave para sacar partido al lanzamiento del iPhone, la gran apuesta de Telefónica para relanzar sus ingresos.
Además del frenazo del consumo, la reducción de las inversiones obecede a la incertidumbre regulatoria sobre el tratamiento de las nuevas redes de fibra óptica, que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) debe terminar de concretar en los próximos meses.
Los fabricantes y los instaladores de redes, grandes damnificados del parón inversor
Los proveedores de equipos de telecomunicaciones han estado desde principios de año seriamente preocupados por la posibilidad de que las operadoras, principalmente Telefónica, paralicen sus inversiones en las nuevas redes de banda ancha fija, las conocidas como redes de nueva generación (New Generation Networks o NGN, según sus siglas en inglés) que son las que deberán permitir ofrecer servicios de altísima velocidad, con accesos de 50 ó 100 megas por segundo.
Aunque a principios de año estaba previsto que estos servicios se lanzasen de forma comercial a finales de marzo o principios de abril, la fecha se ha ido retrasando y por el momento no existe un calendario concreto para su implantación.
Entre los principales suministradores de equipos de redes para las operadoras españolas se encuentran compañías como Alcatel-Lucent, Ericsson, Nokia Siemens Network, Huawei, Motorola, Nortel o Cisco. Además, otros grupos, especializados en instalaciones de redes, son suministradores intensivos de la operadora española, como Avánzit, Cobra, Isolux, Dominion o Seirt. Este grupo de empresas reúnen en conjunto decenas de miles de puestos de trabajo.
Estas compañías recibieron una noticia alentadora por parte de la CMT a principios de agosto, al decidir el regulador que Telefónica no tiene obligación de ceder sus redes a sus competidores. Sin embargo, esta decisión, polémica al contar con tres votos contrarios en el consejo de la CMT debe aún concretarse tras las alegaciones de los rivales del ex monopolio. De mantenerse como está previsto, Telefónica liberaría previsiblemente más inversión al sector, mientras que sus rivales la frenarían.
En los seis primeros meses del año, los rivales del ex monopolio han reducido un 15% su inversión conjunta, hasta 792 millones de euros. Es decir, han destinado a su negocio 140 millones de euros menos que en el mismo periodo de 2007. Excluyendo a Vodafone, el único de los competidores de Telefónica que mantenía hasta marzo cifras similares a las del año anterior, el recorte de las inversiones de estas compañías alcanza el 28%.
Orange ha protagonizado el mayor recorte de inversiones del sector en España en cifras absolutas, al pasar de los 226 millones de 2007 a 148 millones de euros en el primer semestre del año. En términos porcentuales, Jazztel no le va a la zaga, al reducir en un 33% su gasto en los seis primeros meses de 2008.
Ahorros
En el caso del grupo galo, el recorte corresponde fundamentalmente al negocio de telecomunicaciones móviles, que ha sufrido un parón inversor tras la renovación de las redes de tercera generación. Además, la compañía ha asumido un fuerte gasto en España en los dos últimos años, al adquirir Amena a la antigua Auna, tras lo que busca ahorros para mejorar sus márgenes ante el parón de sus ingresos.
En similar situación se encuentra Jazztel, aunque por su menor tamaño, que dificulta la captación de mercado, está más obligada que sus rivales a reducir sus costes totales.
El caso de Ono es algo diferente. Durante la primera mitad del pasado año, la compañía que preside Eugenio Galdón tuvo que acometer inversiones extraordinarias, relacionados con el proceso de integración del negocio de telecomunicaciones fijas de la antigua Auna. Descontando estos gastos extraordinarios, la cifra de inversiones de Ono estaría en un nivel similar al del año anterior, según apuntan fuentes del grupo.
Frente a este parón inversor generalizado, Telefónica ha incrementado sus inversiones totales en España en el primer semestre. Aunque en telecomunicaciones fijas se han reducido ligeramente, las inversiones totales crecen por la renovación de las redes de telecomunicaciones móviles para adaptarlas al acceso ultrarrápido a Internet, clave para sacar partido al lanzamiento del iPhone, la gran apuesta de Telefónica para relanzar sus ingresos.
Además del frenazo del consumo, la reducción de las inversiones obecede a la incertidumbre regulatoria sobre el tratamiento de las nuevas redes de fibra óptica, que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) debe terminar de concretar en los próximos meses.
Los fabricantes y los instaladores de redes, grandes damnificados del parón inversor
Los proveedores de equipos de telecomunicaciones han estado desde principios de año seriamente preocupados por la posibilidad de que las operadoras, principalmente Telefónica, paralicen sus inversiones en las nuevas redes de banda ancha fija, las conocidas como redes de nueva generación (New Generation Networks o NGN, según sus siglas en inglés) que son las que deberán permitir ofrecer servicios de altísima velocidad, con accesos de 50 ó 100 megas por segundo.
Aunque a principios de año estaba previsto que estos servicios se lanzasen de forma comercial a finales de marzo o principios de abril, la fecha se ha ido retrasando y por el momento no existe un calendario concreto para su implantación.
Entre los principales suministradores de equipos de redes para las operadoras españolas se encuentran compañías como Alcatel-Lucent, Ericsson, Nokia Siemens Network, Huawei, Motorola, Nortel o Cisco. Además, otros grupos, especializados en instalaciones de redes, son suministradores intensivos de la operadora española, como Avánzit, Cobra, Isolux, Dominion o Seirt. Este grupo de empresas reúnen en conjunto decenas de miles de puestos de trabajo.
Estas compañías recibieron una noticia alentadora por parte de la CMT a principios de agosto, al decidir el regulador que Telefónica no tiene obligación de ceder sus redes a sus competidores. Sin embargo, esta decisión, polémica al contar con tres votos contrarios en el consejo de la CMT debe aún concretarse tras las alegaciones de los rivales del ex monopolio. De mantenerse como está previsto, Telefónica liberaría previsiblemente más inversión al sector, mientras que sus rivales la frenarían.