Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


AVANZA2

A Sebastián se le ahoga la revolución tecnológica


Ha jugado a hinchar los salvavidas de las Tecnologías de la Información hasta verlos estallar como burbujas de aire. Al ministro de Industria se le atrasa y se le encoge el plan Avanza; se enreda en las promesas de la TDT aún a costa de sembrar el país de aparatos que estarán obsoletos en dos años. Y la brecha digital se le pone cómoda en el internet rural español.




Ana Zarzuela en CapitalNews.es .- Juega sus fichas con la renovación de la CMT en la nevera; enfada a las operadoras con las licencias de la cuarta generación móvil en dique seco, ancladas por el impasse Euskaltel. Sucumbe en las grietas del ADSL la Carta de Derechos de los Usuarios de Telecomunicaciones. Y tiene el sector de las telecos de uñas ante el castigo de los mercados, las restricciones a la financiación y la encrucijada antipirateo que empareda al titular de Industria frente a la SGAE. La parálisis no tiene sólo apellidos tecnológicos, está hermanada con el ajedrez político de los planes de Miguel Sebastián. Al ministro no dejan de moverle las fichas, propias y ajenas.

Será por protagonismo. ‘Sebastián y cierra Europa’. Se atribuye los éxitos de Gobierno español y -aunque sabe que sigue pendiente del examen del Europarlamento- le puso su apellido al “paquete Telecom” aprobado por el Consejo de Ministros de Telecomunicaciones de la Unión Europea para el nuevo marco regulador del sector. Pero en los predios de su ministerio, el Plan Avanza tiene en Miguel Sebastián poco más que el ‘banquero de las nuevas tecnologías’, listo para seguir ofreciendo créditos a quien quiera comprarse un ordenador o contratar internet.

Al ministro se le han desinflado todos los salvavidas para la industria de las TI: los planes de la TDT, el desarrollo de las redes de nueva generación y los proyectos de modernización de las Administraciones Públicas', la informática verde (green IT), el Plan Nacional de Viviendas y del Plan Renove de Edificios- llamados a impulsar las infraestructuras de comunicaciones- y el hogar digital'. El ministro se clava en la espalda de las promesas los que iban a ser los vectores de su desarrollo. Y, a la vista de que el sector tecnológico español sólo crecerá un 0% en 2009 en el mejor de los casos,  esos vectores sólo se moverán a la  velocidad precisa si el Ministerio de Industria los ‘engrasa’ con un fondo adicional de 1.000-1.200 millones de euros anuales.

EL PLAN AVANZA LE SACA LOS COLORES

Driblan el recorte del 15% del Plan Avanza para este año, pero no va más para la patronal del sector tecnológico. La  Asimelec se lo ha dejado claro, negro sobre blanco: las costuras de Avanza se le quedan cortas al ministro, al menos A Sebastián se le atrasa y se le encoge la fase 2. Llegar, jura que llegará. No será, como pronto, hasta el primer trimestre de 2009, casi tres meses después de lo previsto, con los contenidos digitales por bandera y menos presupuesto para darle cuerda a las TIC españolas.

Al Plan Avanza2, el ministro lo sacó de la caja aprovechando la entrega de los premios FICOD 2008, pero va para largo. Estará vigente hasta 2012. Antes tendrá que pasar por el cedazo del Partido Popular y su Proposición no de Ley para explicar la eficacia de los más de 8.000 millones de sus tres primeros años de vida. Miguel Sebastián se aferra a las promesas electorales y promete hacer del Plan Avanza 2 el motor público para potenciar sus infraestructuras, mejorar la seguridad, ampliar la capacitación, optimizar la calidad y generar desarrollo industrial alrededor de las nuevas tecnologías. Si en su etapa inicial supuso la inyección de 5.000 millones de euros en tres años -a los que se añadieron 3.800 millones adicionales procedentes de otras administraciones públicas, entidades sin ánimo de lucro y empresas-, el Ministerio  reserva sólo una partida de 650 millones a lo largo del próximo año, casi la mitad de lo previsto para el desarrollo de la Sociedad de la Información hace tres años: los 288 millones de euros de la convocatoria de ayudas de Contenidos Digitales se complementan con los 360 millones de la convocatoria para el impulso del “Internet del futuro”.

Hasta el momento, en dos años se han concedido casi 90.000 préstamos al 0% para pequeñas y medianas empresas por valor de 1.800 millones de euros. Y 355 millones de euros a particulares. Otra cosa es el horizonte con el que topan después, con su equipamiento en ristre.  En el Plan Avanza 2 se incentivará, en materia de sociedad de la información, a los ayuntamientos que permitan la colocación de antenas de telefonía móvil, hasta ahora muy problemática. Pero en infraestructuras sigue aún pendiente un proceso de consulta sobre la extensión de la telefonía móvil y el ministerio quiere abrir la banda de 2.500-2.690 megahercios para servicios de movilidad avanzada y transformar las licencias de 900 y 1800 megahercios para que puedan ser utilizadas en servicios de tercera generación.

La ministra de Ciencia y Tecnología se permite ahora hacer sangre en las horas bajas del titular de Industria. Gana por goleada: tras cuatro meses de pulso se ha hecho con el  Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) y en el acuerdo ‘multicapas’ sobre la Agencia Europea del Espacio, ha terminado por decidir ella.

Garmendia no ha dudado en cortar de raíz los programas Consolider y Cenit, dos de las ‘niñas bonitas’ del ministerio de Industria y de su Plan Ingenio desde 2005. Y en contar a los cuatro vienros que su evaluación no había sido positiva. Y Sebastián, claro, no está llamado a la cocina de la nueva Ley de Ciencia y Tecnología, ni a su puesta de largo en  2009.

LE QUEDAN GRANDES LA TDT Y EL INTERNET RURAL

Quiso pisarle las huellas a George W. Bush y ganarle la mano a la UE con el desfile por la pasarela del apagón analógico el 3 de abril de 2010, dos años antes que en el resto de la Unión. Sebastián saca pecho, pero enseña más de un desconchón. No hará como Barack Obama, que pide ya tiempo extra para la televisión digital terrestre. Él propio ministro lo reconoce, no hay más remedio que una nueva inyección de 8,25 millones de euros a los proyectos de transición a la TDT que deben finalizar antes del 30 de junio. Le da cuerda, a golpe de nuevos convenios y más euros, a un ritmo del 1,5% mensual en los últimos 12 meses. Todo con tal de superar los 18 millones los ciudadanos que reciben señal. Pero hasta un 10.80% aún no tienen cobertura.

En cuanto al porcentaje de hogares (aquellos cuyo fin es ser vivienda principal) que disponen de acceso a la TDT a través de un descodificador externo conectado o de televisor integrado, sólo superan el 50% (un porcentaje ya escaso) en Barcelona, Gerona, Guadalajara, La Rioja, Madrid, Las Palmas, Soria, Toledo y Santa Cruz de Tenerife. La media de hogares da un 45.2% frente a un 67.2% del Reino Unido. La mitad de la población aragonesa (el 90% si se excluye del cómputo a la capital, Zaragoza) no tiene cobertura de TDT. 
 
Será por despliegue, pero la cobertura -básica, desigual y con muchas zonas en sombra, y sin equipos- no opaca la falta de servicios. Lo denuncia Mirada. Y lo certifican los proveedores. A Sebastián le pincha la tdt. Y lo hará, sobre todo, cuando se acerque su estreno y comience el despegue de nuevos servicios. Quedan cerca de 200 días para el apagón de la televisión analógica al 12,6% de la población, 400 para el 20,2% y menos de 500 días para el 67,6% restante. Los hogares españoles cuentan ya con más de 14 millones de terminales de Televisión Digital Terrestre, pero sólo 250.000 de ellos permiten servicios interactivos avanzados.
El Plan integrado entre las administraciones y los agentes del mercado arrastra meses de retraso. Y, lejos de modelos como el italiano o el británico, el despliegue de la TDT no ha conseguido un estándar en los receptores que permita acceder a servicios avanzados por televisión en ámbitos tan importantes como el educativo, sanitario o de entretenimiento, cuando el despliegue de los receptores alcanza ya una inmensa mayoría de hogares. Cuando los españoles busquen servicios como los de ITV, BBC, Disney o MTV muchos tendrán que volver a cambiar de receptor.

Paradojas de la televisión, la ‘avanzadilla’ soriana ha desvelado que la tecnología digital terrestre echa mano del satélite para cumplir los compromisos de cobertura adquiridos por el Gobierno. El alto coste de llevar las señales a zonas de escasa población o de especiales dificultades orográficas está propiciando que el transporte de las nuevas señales se realice a través del satélite. Es el método más rápido, eficaz y barato. Alcanzar una cobertura universal es el plan de Industria. Pero la red terrestre llega aproximadamente al 98,5% de la población. El restante 1,5% exige un elevado coste económico. Por eso, a estas zonas, remotas y generalmente poco pobladas, la TDT caerá del cielo gracias al satélite.

Pese a todo, la expansión de la TDT supondrá un fuerte desembolso económico. El Ministerio de Industria invertirá este año 75 millones de euros y las comunidades autónomas emplearán abundantes fondos públicos para que la televisión llegue a todos los rincones.
Iba a ser una de las niñas bonitas de la apuesta tecnológica de Sebastián, pero, con su silencio en la presentación del Informe la Sociedad de la Información 2008, el ministro tocó clarines del miedo y la zozobra, al calor de la crisis de los ayuntamientos, las líneas rojas de industria y la realidad de los mercados. El programa Internet Rural, impulsado por los ministerios de Agricultura e Industria y por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) nació al calor de los planes de Sebastián y bajo el paraguas de la banda ancha, pero naufraga ahora en las aguas de la financiación, en tierra de nadie, sin apoyo de Madrid, ni la mano autonómica, en las grietas de las debilidades municipales. Muchos municipios que se acogieron al programa de más de 5.000 telecentros han echado el cierre a estos locales públicos que abrían la puerta a las nuevas tecnologías de forma gratuita.

La banda ancha de Internet se ha apagado justo cuando las subvenciones se han agotado. Sólo el 58% sigue activo, tres años después. La extensión de la banda ancha ha sido meteórica. En 2003, cuando se puso en marcha el plan de Acceso Público Rural, sólo un 20% del territorio español tenía cobertura de ADSL. Ahora llega al 98,8%, según Industria. Las zonas rurales están más castigadas, ya que el porcentaje se queda en el 87%, según el informe sobre la Sociedad de la Información 2008 elaborado por la Fundación Telefónica. Lo reconoce Bruselas que estira la mano y promete conceder a los Estados miembros hasta 1.500 millones de euros este año para financiar proyectos de desarrollo rural, entre ellos Internet. Le chafa las promesas de ZP, que se jura gemelo de Sarkozy en banda ancha -a pesar de que el galo está  a la cabeza de Europa con más de un 98% de cobertura ADSL- . Más pista libre para el satélite rural de Telefónica.

LA CMT, AL CONGELADOR

Tira balones fuera contra el PP, pero para el Ministro la falta de “interlocutores” populares no es más que otra bombona de oxígeno para peinar el viento de la espera con la CMT: el puzzle no encaja, demasiadas fichas y facturas pendientes con el PNV y CIU. Parará la partida hasta abril, mientras no tenga a su mano todas las bazas que necesita, hasta que las elecciones en el País Vasco y Cataluña no despejen la fuerza de sus alianzas y la dimensión de sus obligaciones. Tiempo suficiente, además, para que los reguladores hayan digerido algunos de los dossieres más indigestos. Industria choca además las espadas con Solbes y Ferraz por la concesión de  una licencia de telefonía móvil a Euskaltel a cambio del apoyo a los Presupuestos Generales. Y baraja los naipes de los favores debidos bajo la mesa de la renovación de la CMT, una entidad en la que es segura la salida de dos consejeros: Gloria Calvo, del Partido Popular, y Antonio Elías, de CíU, mientras que otros dos consejeros están pendientes de la renovación: Albert Martí, del PSC y Crisanto Plaza, del PP. Y donde más de una voz alza sus recelos hacia un nuevo mapa descentralizado de las licencias de móviles.

La CMT puede ser otro rehén en la guerra en la que chocan sables Sebastián y Solbes, el secretario de Estado de Telecomunicaciones Ros y Zapatero. Moncloa está dispuesta a hacerle sitio a Euskaltel en la trinchera abierta por las urgencias presupuestarias de Solbes con las palas del PNV, aún a costa de hacerlo en las espaldas de las cuatro operadoras principales y de azuzar la guerra con Sebastián. Con las operadoras R y Telecable en juego, el pulso puede acabar -por obra y gracia de Moncloa- en una guerra de Cajas y territorios. Y la CMT, en otro de sus escenarios. La nueva geometría de la Comisión probará en carne propia si a Ferraz le queda alguna otra factura pendiente con Ajuria Enea, con el PSG o el BNG. Sus pretensiones complican aún más la ecuación y el duelo final entre los intereses de Solbes, las urgencias pactistas de Ferraz y la bandera ‘jacobina’ de Miguel Sebastián, poco partidario de cualquier opción que suponga fracturas del mercado nacional.

Sebastián sucumbe, además, en las grietas del ADSL. Rectifica. Busca ponerle puertas al campo de la banda ancha, una grieta que se escurre entre la realidad y el deseo para la mayoría de las operadoras en las velocidades más altas. Las ofertas de ADSL de 20 Mbps se quedan en una efectividad media del 37%. Sólo Telefónica consigue en todos los registros del ADSL cumplir con una velocidad superior al 80%. Industria exigirá a los operadores que sea su velocidad teórica -no la real- la que llegue al menos al 80% de sus promesas. Industria no contempla nada parecido al reglamento británico (PDF) que preferirían las telecos, que sólo obliga a informar al usuario de la velocidad teórica y en caso de ser muy inferior a la que va a contratar, ofrecerle opcionalmente un paquete inferior.
El borrador de la Carta de Derechos de los Usuarios de Telecomunicaciones tampoco mejorará la disponibilidad de la red y la penetración que, según un estudio de Cisco, en colaboración con la Escuela de Negocios Saïd de la Universidad de Oxford y el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, son necesarios para que España pueda aprovechar las posibilidades que ofrecen las aplicaciones web existentes en el mercado y obviar que dispone de un ancho de banda inferior al necesario.

La regulación de Industria le insuflará oxígeno a muchas telecos, ahora que Orange y Ono han plegado las velas de sus 20 y 25 megas, ahogadas en la brecha del incumplimiento. Dejará como están a la mayoría de los consumidores, sin garantías, pero a resguardo en las velocidades más bajas, donde la efectividad ya es superior al 80%. Pero castiga a los usuarios y a las operadoras que se aventuran en las cúspides más altas de la banda ancha, obligados a renunciar -aunque no quieran- a las ofertas con desfases de velocidad.

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