Si yo fuese un medio de comunicación me ataría los machos, porque después de ver las canonjías y tropelías que mediante leyes han conseguido para su provecho la SGAE y otras entidades monopolísticas de gestión de derechos de autor, igual el Defensor del Pueblo dictamina que la SGAE es una entidad desamparada, humilde y sin recursos, que merece la tutela de tan alto organismo frente a la perversa prensa y a Fuenteovejuna. Quizás el señor Bautista preferiría que no hubiese libertad de prensa en España, así no sería un problema para sus actuaciones.
Sus declaraciones en un diario de circulación nacional son un monumento al engaño o un profundo desconocimiento de la realidad. Sin descomponer la figura, Eduardo Bautista ha comparado a El Corte Inglés con la SGAE, diciendo que nadie cuestiona el 40% de margen de venta de esos grandes almacenes, a los que califica de «omnipotentes». La obvia respuesta se la ha dado el presidente de la asociación de internautas y miembro de la plataforma Todoscontraelcanon, Víctor Domingo, señalando que comprar en El Corte Inglés es un acto voluntario y libérrimo, mientras que el pago a la SGAE es obligatorio desde el mismo momento en que se compra un cedé virgen. La consecuencia de este disparate es que los soportes vírgenes se han dejado de vender en España, excepto en las grandes superficies. Los internautas prefieren comprarlos fuera del país o en el mercado negro, lo que ha provocado que muchos comercios pequeños hayan tenido que cerrar porque -según Domingo- no podían asumir el canon.
Hay que reconocer que Bautista ha conseguido algo excepcional: la unanimidad en la crítica. Hasta el responsable jurídico de Hispalinux, José María Lancho, ha declarado que se está compensando a la SGAE por el uso de tecnologías de la información «porque no solo se grava el uso de los inescrutables repertorios de las entidades de gestión, sino de la totalidad de la actividad sobre tecnología informática que se hace en España», contribuyendo a ampliar la brecha digital de nuestra sociedad. Pero esto al Ministerio de Cultura le da igual y a su titular le produce risa.
Opinión de Jorge del Corral en La Voz de Galicia
Sus declaraciones en un diario de circulación nacional son un monumento al engaño o un profundo desconocimiento de la realidad. Sin descomponer la figura, Eduardo Bautista ha comparado a El Corte Inglés con la SGAE, diciendo que nadie cuestiona el 40% de margen de venta de esos grandes almacenes, a los que califica de «omnipotentes». La obvia respuesta se la ha dado el presidente de la asociación de internautas y miembro de la plataforma Todoscontraelcanon, Víctor Domingo, señalando que comprar en El Corte Inglés es un acto voluntario y libérrimo, mientras que el pago a la SGAE es obligatorio desde el mismo momento en que se compra un cedé virgen. La consecuencia de este disparate es que los soportes vírgenes se han dejado de vender en España, excepto en las grandes superficies. Los internautas prefieren comprarlos fuera del país o en el mercado negro, lo que ha provocado que muchos comercios pequeños hayan tenido que cerrar porque -según Domingo- no podían asumir el canon.
Hay que reconocer que Bautista ha conseguido algo excepcional: la unanimidad en la crítica. Hasta el responsable jurídico de Hispalinux, José María Lancho, ha declarado que se está compensando a la SGAE por el uso de tecnologías de la información «porque no solo se grava el uso de los inescrutables repertorios de las entidades de gestión, sino de la totalidad de la actividad sobre tecnología informática que se hace en España», contribuyendo a ampliar la brecha digital de nuestra sociedad. Pero esto al Ministerio de Cultura le da igual y a su titular le produce risa.
Opinión de Jorge del Corral en La Voz de Galicia
