A. Ortiz / Diariocritico.- La Neutralidad en la Red es uno de los principios básicos sobre los que ha sido construido Internet, tal y como afirma Pedro Martínez, fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en una Tribuna y sobre eso, se ha construido todo lo que hay actualmente. De hecho, ejemplos como Youtube, Spotify, Google, Facebook o Skype, se pudieron desarrollar gracias a esas barreras inexistentes que hay en Internet.
Y es lo que ha permitido que los proyectos se desarrollen y se conviertan en lo que son hoy: páginas y programas que utilizan miles de millones de personas al día.
Las grandes empresas están empeñadas en apropiarse del "poder elegir" que tiene ahora mismo el usuario dentro de la Red, lo que acabara con la igualdad a la hora de acceder a los contenidos. Serán las operadoras quienes decidan qué páginas y servicios puede consumir el internauta porque la empresa habrá firmado un acuerdo de exclusividad que le permitirá beneficiarse económicamente del camino que haya realizado el usuario.
Cómo cobrar al usuario
La propuesta que ha realizado Telefónica es cobrar más a los internautas que más tiempo naveguen por la red, y menos a los que sólo se dedique a mirar el correo, es decir, limitar la banda ancha que actualmente contratan los internautas. Como bien afirmó en febrero Cesar Alierta, presidente de Telefónica: Es evidente que los buscadores de Internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero eso no puede seguir, las redes las ponemos nosotros, lo hacemos todo. Eso va a cambiar, estoy convencido.
Por tanto, como bien explica Juan Varela, consultor de blogs y periodista autor del blog Periodistas 21, se va a sustituir una Internet abierta actual por una red de acceso público y otras de pago: plataformas digitales de acceso y contenidos de pago. Una Internet parcelada y más cara.
Consecuencias de la no neutralidad en la red
Al limitar el acceso a la red y hacer pagar al usuario por visitar o utilizar en mayor o menor medida la red, existen consecuencias negativas. Entre ellas, aumenta la llamada brecha digital, es decir, la diferencia social, económica y de genero entre los ciudadanos a la hora de acceder a Internet.
Esto provoca el fin del afán emprendedor de los usuarios por crear nuevos proyectos, y desarrollar ideas. También implica limitar el derecho y la voluntad del internauta a elegir qué redes sociales quiere visitar, qué buscador utilizar etc.
Asimismo, se acabará la creación de contenido libre en páginas web y blogs. Sólo se podrá utilizar lo que quiera la operadora que el usuario haya contratado para navegar por Internet. Y, por ende, disminuirá el número de visitas a ciertas páginas que queden restringidas por esos acuerdos de exclusividad por las empresas de telefonía y cable.
Como solución a esto, la comisaria europea, Neelie Kroes, ha abierto una consulta pública en la página web de la Unión Europea, en la que se puede participar hasta el 30 de septiembre para tomar una decisión común sobre todo esto. Que, por cierto, no es el primer país en el que sucede. Chile es un buen ejemplo, y el pionero en elaborar una ley a este respecto. Después de una gran batalla librada en la web, se ha convertido en el primer país que ha aprobado la Ley de la Neutralidad en la Red.
Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet
En España ha surgido un movimiento en contraposición a las medidas que el ministerio de Cultura ha llevado con la Ley de Economía Sostenible. Los internautas consideran que afecta de manera directa al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet .
Uno de sus artículos, el ocho concretamente, hace referencia a la neutralidad e la Red en España, y pide al Gobierno que garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro. De hecho, tan lejos ha llegado este movimiento que un grupo de internautas tiene intención de presentar en el Congreso de los Diputados una iniciativa popular, que contiene 500.000 firmas, para proteger la neutralidad en la red.
Así que, como bien apunta la periodista Rosa Jiménez Cano, en un articulo publicado en El País, son los políticos los que tienen que decidir a quién sirven, empresas de telecomunicación o ciudadanos.
RELACIONADAS :
Observaciones a la consulta de la Comisión Europea sobre una Internet abierta y la neutralidad de la red en Europa
Neutralidad de la Red, servicio universal y tarifa plana
Y es lo que ha permitido que los proyectos se desarrollen y se conviertan en lo que son hoy: páginas y programas que utilizan miles de millones de personas al día.
Las grandes empresas están empeñadas en apropiarse del "poder elegir" que tiene ahora mismo el usuario dentro de la Red, lo que acabara con la igualdad a la hora de acceder a los contenidos. Serán las operadoras quienes decidan qué páginas y servicios puede consumir el internauta porque la empresa habrá firmado un acuerdo de exclusividad que le permitirá beneficiarse económicamente del camino que haya realizado el usuario.
Cómo cobrar al usuario
La propuesta que ha realizado Telefónica es cobrar más a los internautas que más tiempo naveguen por la red, y menos a los que sólo se dedique a mirar el correo, es decir, limitar la banda ancha que actualmente contratan los internautas. Como bien afirmó en febrero Cesar Alierta, presidente de Telefónica: Es evidente que los buscadores de Internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero eso no puede seguir, las redes las ponemos nosotros, lo hacemos todo. Eso va a cambiar, estoy convencido.
Por tanto, como bien explica Juan Varela, consultor de blogs y periodista autor del blog Periodistas 21, se va a sustituir una Internet abierta actual por una red de acceso público y otras de pago: plataformas digitales de acceso y contenidos de pago. Una Internet parcelada y más cara.
Consecuencias de la no neutralidad en la red
Al limitar el acceso a la red y hacer pagar al usuario por visitar o utilizar en mayor o menor medida la red, existen consecuencias negativas. Entre ellas, aumenta la llamada brecha digital, es decir, la diferencia social, económica y de genero entre los ciudadanos a la hora de acceder a Internet.
Esto provoca el fin del afán emprendedor de los usuarios por crear nuevos proyectos, y desarrollar ideas. También implica limitar el derecho y la voluntad del internauta a elegir qué redes sociales quiere visitar, qué buscador utilizar etc.
Asimismo, se acabará la creación de contenido libre en páginas web y blogs. Sólo se podrá utilizar lo que quiera la operadora que el usuario haya contratado para navegar por Internet. Y, por ende, disminuirá el número de visitas a ciertas páginas que queden restringidas por esos acuerdos de exclusividad por las empresas de telefonía y cable.
Como solución a esto, la comisaria europea, Neelie Kroes, ha abierto una consulta pública en la página web de la Unión Europea, en la que se puede participar hasta el 30 de septiembre para tomar una decisión común sobre todo esto. Que, por cierto, no es el primer país en el que sucede. Chile es un buen ejemplo, y el pionero en elaborar una ley a este respecto. Después de una gran batalla librada en la web, se ha convertido en el primer país que ha aprobado la Ley de la Neutralidad en la Red.
Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet
En España ha surgido un movimiento en contraposición a las medidas que el ministerio de Cultura ha llevado con la Ley de Economía Sostenible. Los internautas consideran que afecta de manera directa al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet .
Uno de sus artículos, el ocho concretamente, hace referencia a la neutralidad e la Red en España, y pide al Gobierno que garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro. De hecho, tan lejos ha llegado este movimiento que un grupo de internautas tiene intención de presentar en el Congreso de los Diputados una iniciativa popular, que contiene 500.000 firmas, para proteger la neutralidad en la red.
Así que, como bien apunta la periodista Rosa Jiménez Cano, en un articulo publicado en El País, son los políticos los que tienen que decidir a quién sirven, empresas de telecomunicación o ciudadanos.
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