Lorenzo que considera que el mercado de las telecomunicaciones sigue teniendo la necesidad de ser regulado en pleno despliegue de redes de fibra óptica y servicios de internet móvil a gran velocidad, subrayó lo ágil que ha sido la CMT a la hora de enfrentarse a conflictos como, por ejemplo, los que enfrentan a los operadores por el despliegue de fibra óptica en distintas ciudades de España. También opinó que el último acuerdo entre Telefónica y Yoigo para compartir redes 4G debe ser analizado tras ser denunciado por los competidores, una convicción que contrasta con la seguridad mostrada la víspera por el ministro de Industria José Manuel Soria a la hora de bendecirlo como bueno para el sector.
Lorenzo añadió que este cambio de modelo se ha producido de forma traumática y que ignora las consecuencias que el nuevo modelo impuesto por el Gobierno tendrá consecuencias en el mercado de telecomunicaciones. De entre los grandes reguladores, la CMT es el gran perjudicado por la reforma. Ni uno solo de los miembros de su consejo estará en el de la CNMC y su rango en el nuevo organismo será rebajado al de dirección general y parte de sus competencias serán absorbidas por el Ministerio de Industria.
El parón provocado por este proceso hace que los conflictos se acumulen. En plena transición de organismos reguladores, Francisco Román, presidente de Vodafone, denunció las dificultades que tiene el grupo para competir con Telefónica tanto en el negocio de redes fijas como en el de móviles.
En el primero, aseguró que las obligaciones que impone al antiguo monopolio el marco legal han quedado obsoletas con el despliegue de tecnologías como la fibra óptica. En cuanto al segundo, señaló que las reglas del juego en el mercado de telecomunicaciones parecen flexibilizarse con acuerdos como el de la propia Telefónica con Yoigo para ofrecer servicios 4G de navegación a alta velocidad en el móvil. En opinión de Román, este acuerdo es el mayor grado de cooperación entre competidores que se ha visto en España, por lo que supondría un abuso de posición dominante y discriminación a terceros.
Por su parte, el consejero delegado de la empresa, Antonio Coimbra, añadió que en el despliegue de fibra óptica la CMT ha arbitrado un precio por hogar de acceso a la red de Telefónica (170 euros) que casi duplica el que tanto ellos como Orange han obtenido de los proveedores (90 euros). El operador mantiene sin embargo un fuerte ritmo de despliegue y espera contar con 800.000 hogares conectados a su red en enero del próximo año.