Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


OPINIÓN DE ANGEL MATILLA

¡Viva 4G!


Llevamos varios meses soportando las diversas campañas de los operadores de telefonía móvil invitándonos a contratar estos servicios, y en estas fechas navideñas más aun si cabe. Pero, para no variar, la publicidad que nos machaca no informa totalmente de su realidad. Intentaremos aclararlo un poco.




Esto lo primero. En los últimos años, por si había pocas siglas o abreviaturas en nuestra vida, aparecieron 2G, 3G, 3’5G… ¿Qué significa esta sopa de letras?

Aunque no lo parezca es muy sencillo: Son las sucesivas generaciones (de ahí la G) de la telefonía móvil. Hay multitud de páginas, tanto físicas como virtuales, que nos lo explican pero intentaremos resumirlo de una forma clara.

2G: Fue el primer salto, la segunda generación. Cuando nace la telefonía móvil lo hace bajo un estándar analógico que en España se implantó bajo la marca Moviline. 2G supuso el paso a la tecnología digital lo que implicaba mayores capacidades de transmisión. Al usuario no le supuso un gran cambio pero a las empresas de telecomunicaciones sí ya que se podía aprovecha mucho mejor espectro radioeléctrico. Es la tecnología conocida como GSM (Global System for Mobile Communications) y aparece en 1990.

3G: Sucesora de la anterior, y por lo tanto 3ª generación. Implantó la tecnología UMTS (Universal Mobile Telecommunications System o servicio universal de telecomunicaciones móviles). Se a mplían las capacidades de la red: transferencia de voz y datos, descarga de programas, correo electrónico y mensajería instantánea.

4G: De momento es la última generación de telefonía móvil, aunque ya se ha anunciado su sucesora. La diferencia más notable, desde el punto de vista de los usuarios, es un aumento exponencial de la capacidad de transmisión que puede llegar hasta 1 Gbit/s si el terminal receptor se encuentra en reposo o 100 Mbit/s si el mismo se está moviendo.

El avance tecnológico es evidente. Con estos anchos de banda, incluso en movimiento, la videoconferencia en tiempo real es perfectamente factible; es indudable que esta tecnología va muy dirigida a aplicaciones multimedia: vídeo a demanda, televisión en alta definición, streaming, descarga de ficheros... Mucho de eso que más de uno está intentando recortar.

La verdad que es difícil decirlo. La cantidad de ofertas y tarifas hace casi imposible seguir la pista a este apartado. Centrémonos sólo en el teléfono móvil sin incluir ofertas combinadas.

En principio el que ofrece las cosas más claras es Movistar: La tarifa ilimitada (Contrato Movistar Total) cuesta 42,35 €/mes e incluye tanto llamadas nacionales como SMS estándar de forma ilimitada y 1,5 GB de datos al mes. Orange tiene una maraña de tarifas que hace complicado seguir la pista; la más próxima a la de Movistar es la tarifa Ballena 35 que nos da todas las llamadas nacionales más internacionales a fijos sin límite, 1.000 SMS y 1 GB de datos por el mismo precio de Movistar. Por su parte Vodafone tiene la tarifa Red L por 42 €/mes con las mismas características de Movistar salvo que el tráfico es de 2 GB. El cuarto en discordia, Yoigo, nos da llamadas ilimitadas, 2 GB de tráfico y 100 MB para llamadas mediante protocolo IP por 42,35 €/mes en su tarifa Infinita 35.


Como vemos los cuatro operadores se mueven en el mismo rango de precios: Sólo Vodafone es algo más barato (35 céntimos al mes). Hay algunas diferencias entre estas cuatro tarifas. Por ejemplo: Tanto Orange como Vodafone ofrecen servicio de almacenamiento en la nube.

Yoigo no incluye en su tarifa ningún tipo de mensajes; tanto los SMS como los MMS se facturan aparte. Además establece una limitación de 300 números distintos a los que hacer llamadas; a partir de ahí las llamadas se facturan fuera de la tarifa.

¿Dónde está el problema?

Como siempre en la disponibilidad. Telefónica de España es con mucho en este momento la empresa que cuenta con la red más amplia del país; su página web a día de hoy reconoce que “está disponible en más de 100 ciudades españolas y muy pronto llegaremos a todas las ciudades de más de 70.000 habitantes” (sic), lo que significa que la mayor parte del territorio nacional no cuenta con acceso a este servicio.

Y es la mejor situada, siempre según la información de los propios operadores. Orange informa en su web que en este momento da servicio en 18 ciudades españolas, entre ellas las 14 capitales de provincia con más población. Vodafone facilita una lista de quince ciudades en las que presta servicio en octubre de 2014. Podíamos seguir con el resto de operadores, pero si los tres mayores dan estos datos, ninguno de los restantes está mejor. De entrada ya tenemos un hándicap: Probablemente no tengamos cobertura para este servicio.

Vamos con el segundo problema. Los terminales que tenemos la mayoría de nosotros no soportan esta tecnología, y eso que en este momento en España haya aproximadamente 18 millones de teléfonos inteligentes. La tecnología avanza con tal velocidad que es casi imposible mantenerse al día y es muy fácil quedarse desfasado. Un terminal de 4ª generación viene costando, fuera de promociones u ofertas de los operadores, unos 200 € más impuestos; no es algo que se pueda considerar barato. Y a esto hay que añadirle el coste del servicio.

El verdadero problema, a día de hoy, no es el coste del servicio o de los terminales que es algo que ha de valorar cada cliente. El principal problema es que nos empujan a contratar algo que no es posible utilizar en la mayor parte del territorio nacional. Porque no he sido capaz de encontrar en ninguna de las páginas de estas compañías que pasa si contrato este tipo de tarifas y donde resido no se presta aun este servicio; ¿Me rebajan el precio hasta que llegue el día que pueda disfrutarla? ¿Me aguanto y pago más aunque no pueda usarla?

Porque sí, es muy bonito decirnos que se puede descargar un álbum completo (10 canciones) en menos de 1 minuto, que podemos ver el partido de nuestro equipo favorito mejor que si estuviéramos en casa...

Lo que nos nos dicen es que todo esto será verdad cuando esté totalmente desplegada la red de repetidores y, al ritmo que avanza todo, es muy probable que antes de dar cobertura plena a todo el país empiecen a ofertar la 5ª generación, ya anunciada. Aquí reside el verdadero problema: Falta de información y, cuando se da, es incompleta o sesgada.


Angel Matilla es miembro de la Junta directiva de la Asociación de Internautas

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