Así se desprende de unas de las últimas decisiones de Bruselas, mediante las que ha impedido al Gobierno francés bloquear este tipo de subsidios a las empresas.
La decisión podría allanar el camino para otros casos similares en Europa. En España, Telefónica está llevando a cabo una profunda remodelación de más de 260.000 líneas telefónicas en zonas rurales para que puedan soportar los accesos a Internet.
Las autoridades europeas se han propuesto llevar a cabo la elaboración de unas líneas maestras sobre las ayudas que podrían dar los diferentes Estados para esta reconversión tecnológica.
Inyección de capital Una inyección de capital de envergadura europea para el equipamiento de nuevas redes podría suponer un balón de oxígeno a la industria de fabricantes de telecomunicaciones, que en estos momentos atraviesan una de sus peores crisis.
Mario Monti, comisario europeo de Competencia, y Michel Barnier, comisario de Fondos Regionales, condicionan todo tipo de ayudas a que sean para introducir los accesos de alta velocidad a Internet en zonas más desfavorecidas.
En una carta enviada a las autoridades francesas, el comisario Monti explicó que, bajo determinadas condiciones, unas ayudas de este tipo no vulnerarían la normativa en cuanto a subvenciones estatales.
Entendemos que las nuevas infraestructuras serán subvencionadas por el Estado, explicaban las autoridades de Bruselas a los gobernantes franceses.
Europa se propuso hace dos años conseguir que Internet fuera considerado como un servicio universal, lo cual quiere decir que debe ser accesible a todos los ciudadanos. En casi todos los países europeos, y especialmente en países con una geografía complicada, hay muchas zonas donde las líneas telefónicas son escasas o muy precarias. En el caso de España, en aquellas zonas de difícil acceso, en lugar de tender cables para ofrecer servicio de telefonía fija se utilizó una tecnología inalámbrica muy rudimentaria. Es lo que se conoce como tecnología trac.
En estos momentos, esa tecnología no puede soportar el acceso a Internet. De ahí que Telefónica esté llevando a cabo la sustitución de estas líneas. Para ello, y siguiendo las directrices del Gobierno, convocó un concurso. El objetivo es externalizar ese servicio, de manera que sean otras empresas las que se encarguen, total, o parcialmente de ofrecer el servicio telefónico con nuevas líneas. Entre los adjudicatarios del concurso figuran algunos grupos de telefonía con la tecnología LMDS.
Reproducido de Expansión
La decisión podría allanar el camino para otros casos similares en Europa. En España, Telefónica está llevando a cabo una profunda remodelación de más de 260.000 líneas telefónicas en zonas rurales para que puedan soportar los accesos a Internet.
Las autoridades europeas se han propuesto llevar a cabo la elaboración de unas líneas maestras sobre las ayudas que podrían dar los diferentes Estados para esta reconversión tecnológica.
Inyección de capital Una inyección de capital de envergadura europea para el equipamiento de nuevas redes podría suponer un balón de oxígeno a la industria de fabricantes de telecomunicaciones, que en estos momentos atraviesan una de sus peores crisis.
Mario Monti, comisario europeo de Competencia, y Michel Barnier, comisario de Fondos Regionales, condicionan todo tipo de ayudas a que sean para introducir los accesos de alta velocidad a Internet en zonas más desfavorecidas.
En una carta enviada a las autoridades francesas, el comisario Monti explicó que, bajo determinadas condiciones, unas ayudas de este tipo no vulnerarían la normativa en cuanto a subvenciones estatales.
Entendemos que las nuevas infraestructuras serán subvencionadas por el Estado, explicaban las autoridades de Bruselas a los gobernantes franceses.
Europa se propuso hace dos años conseguir que Internet fuera considerado como un servicio universal, lo cual quiere decir que debe ser accesible a todos los ciudadanos. En casi todos los países europeos, y especialmente en países con una geografía complicada, hay muchas zonas donde las líneas telefónicas son escasas o muy precarias. En el caso de España, en aquellas zonas de difícil acceso, en lugar de tender cables para ofrecer servicio de telefonía fija se utilizó una tecnología inalámbrica muy rudimentaria. Es lo que se conoce como tecnología trac.
En estos momentos, esa tecnología no puede soportar el acceso a Internet. De ahí que Telefónica esté llevando a cabo la sustitución de estas líneas. Para ello, y siguiendo las directrices del Gobierno, convocó un concurso. El objetivo es externalizar ese servicio, de manera que sean otras empresas las que se encarguen, total, o parcialmente de ofrecer el servicio telefónico con nuevas líneas. Entre los adjudicatarios del concurso figuran algunos grupos de telefonía con la tecnología LMDS.
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