Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


No lo habéis entendido: aquí manda Google


Los periódicos españoles no saben por dónde les viene el aire. Basta mencionar la lúcida creación de El Mundo de la Tarde, la punta de lanza de "una nueva época dorada del periodismo", Pedro J. dixit, para comprender que los prebostes de la comunicación, apurando el 2014, siguen tratando de acoplar sus obsoletos razonamientos en una realidad, la digital, que no alcanzan a entender. Instalados en la atalaya de los creadores de opinión, antaño majestuosa, hoy derruida, no han reparado en que en internet manda Google.




Alfredo Pascual en El Confidencial.-

El vodevil que hemos vivido con la imposición de una tasa a Google por enlazar a los medios de comunicación ha terminado de la única forma posible: con un cerrojazo. A Google esta decisión no solo no le despeina, sino que le sirve como puñetazo en la mesa a la hora de negociar en semejantes términos con nuestros vecinos continentales. Son lentejas, especialmente cuando hablamos de Google News, una de las funciones con más vocación de servicio público del buscador, que no se financia con publicidad y le es deficitario a la compañía. ¿Y encima querían hacerle pagar por cada noticia?

Cumbre urgente de los editores por el cierre de Google News

La maniobra del lobby AEDE, legitimada en forma de ley desde el Gobierno, no es una fórmula original. Se inspira en la estrategia de los editores alemanes, belgas y franceses, a los que han ido imitando, cual simio confuso, a la espera de obtener unos resultados semejantes. En Francia Google cofinancia, junto al Gobierno, un fondo de modernización de la prensa, el verdadero fin del gravamen. En centroeuropa las cosas han salido peor: el buscador excluyó de sus resultados a los periódicos y éstos han regresado pidiendo árnica.

Spain is different

En España hemos sido más listos: hemos incluido una cláusula de obligatoriedad en la ley, de modo que ningún medio de comunicación puede renunciar a cobrar la tasa. Así evitaremos, debieron pensar en Cultura, que nos pase como a alemanes y belgas. Y lo consiguieron. A diferencia de alemanes y belgas, los españoles no podrán disfrutar de Google News a partir del 16 de diciembre, un servicio que lleva activo doce años con notable éxito.

El espíritu de la ley no es compensar, sino sacarle la 'mordida' a Google

Que AEDE, un lobby asentado sobre el papel, esté encabezando la regulación de la prensa digital es algo que Wert tendrá que justificar ante la Historia. Los mismos que guardan noticias para imprimirlas a última hora de la noche y firman ERES un año sí y otro también, deciden cómo tiene que ser el futuro del sector. Abominable.

Les decía en febrero que la tasa Google no busca una compensación por la derivación del lucro, sino sacarle una mordida a la pérfida Google, que opera en nuestro país sin pagar impuestos. Los medios de comunicación no solo pueden pedir la exclusión de Google News, sino que tuvieron que solicitarle a Google ser indexados. Ellos quieren estar, porque les procura en torno a un 10% de su tráfico, pero cobrando. ¿Se imagina usted, en la vida real, negociar un acuerdo entre empresas en estos términos?

Naturalmente, Google News ha optado por cerrar en España. No podía ser de otra manera. Pagar aquí, y a fondo perdido, hubiera establecido un agravio comparativo; en un año se habría visto financiando la prensa de todo el planeta, cuando ni mucho menos forma parte del core business de la compañía. ¿Pero es que no lo han entendido, señores editores? No están en posición de exigirle nada a Google, en tanto que el buscador es indispensable para que coman mañana y no al revés.El resultado de la tasa Google: nadie cobra, los medios pierden tráfico y los usuarios un servicio

Si en Mountain View decidiesen eliminar a los medios españoles de las búsquedas, y no solo de las noticias, no tardarían en trasladarse las redacciones nacionales a la cola del paro. ¿Es esto imposible? Que no haya sucedido no significa que nunca vaya a hacerlo. ¡Tampoco se había cerrado un Google News hasta ayer! Mas cuídense de ese razonamiento falaz que nos hace ver a Google como la ONU, un organismo internacional con vocación de neutralidad, en lugar de lo que es, una multinacional privada que, como tal, puede hacer lo que le venga en gana con sus productos.

Guste o no, aquí manda Google; así lo quieren el 98,9% de los internautas españoles. Los editores no pueden más que agradecer que un agente externo, de forma gratuita, derive lectores hacia sus cabeceras. Y al que no le guste que coja la puerta. Exigir una mordida a Google es una imprudencia que solo se entiende bajo el profundo desconocimiento de las reglas del juego. Ricardo Galli, fundador de Menéame, explicaba este verano a Teknautas lo que sucedería, punto por punto, de aprobarse la tasa Google. Miren el resultado: los usuarios han perdido un servicio, los medios no verán un euro (y algunos como ABC se dejarán el 13% de su tráfico) y actores colaterales, como el indexador de Galli, puedan verse obligados a mover su sede a otro país.

Bravo, Wert, ha recreado con éxito al mejor Berlanga.

Ahora los editores, todavía con el susto en los huesos, imploran a la FAPE, al Gobierno, a la UE e incluso al mismísimo Bergoglio si es menester que les saquen del marrón. Como si ellos pudieran hacer algo. Si ni siquiera son capaces de hacer que Google tribute en sus respectivos países, ¿cómo van a convencerle de que les financie la transformación digital de la prensa? Obliguen a Google a pagar los impuestos que evade y déjense de ridiculeces, por favor. Si Carandell levantase la cabeza...


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