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Antisgae: Salvemos a los Aguadores


Que las discográficas se han topado de bruces con Internet, es evidente. Ahora falta saber si se recuperan del impacto y adoptan posiciones a la altura de lo que este medio de comunicación significa o van a instalarse en el siglo pasado. A continuación publicamos una reflexión en voz alta que expresa un estado de opinión muy generalizado en la Red.





Paradigmas de la Historia: Salvemos a los Aguadores

Mucho tiempo antes de que ninguno de nosotros naciéramos el agua limpia en las ciudades era un problema.En aquella lejana época la gente acudía a la fuente, y no en todos los sitios había disponible una. Unos diligentes profesionales cubrían esta necesidad: los aguadores.

Los aguadores paseaban por la ciudad con una mula cargada con cántaros de agua. Este honrado profesional vendía su producto a los ciudadanos.

Un buen DIA se inventaron las cañerías. Eso permitió la llegada de agua corriente a cada casa. A partir de ese momento se pudo contar con agua barata y en cantidad, gracias a la gran eficiencia del nuevo método de distribución. Esto marcó un hito en salubridad e higiene. ¿Se imaginan llenar una bañera con tinajas transportadas a lomos de una mula?

Desgraciadamente los aguadores se extinguieron, y los fabricantes de cántaros vieron desaparecer su negocio. En su lugar nacieron los fontaneros, en mayor cantidad de la que nunca alcanzaron los aguadores. Además con un sueldo mucho más digno como podrá saber quien alguna vez haya necesitado de sus servicios. También nació una floreciente industria de cañerías.

¿Y ESTO A CUENTO DE QUE?

Bueno, comparemos los paralelismos.

Actualmente la música se distribuye por tiendas de música (aguadores) que reciben mediante distribuidoras (mulas). La música viene empaquetada en CDs (tinajas).

Pero ya se ha inventado Internet (las cañerías) que permiten transportar la música sin necesidad de distribuidoras (mulas) ni tiendas (aguadores) ni siquiera CDs (cántaros). Este sistema es mucho más económico y eficiente, y permite distribuir la música (agua) desde los autores (fuente) al consumidor final.

Pero tenemos en pie de guerra a los grupos que este nuevo y eficiente sistema deja fuera de juego (sociedades de derechos, distribuidoras, etc.). Estos ven su próxima extinción y se dedican a romper las cañerías ajenas por todos los medios.

Aducen que se van a perder sus empleos. Tienen razón, pero imaginaros como sería nuestra sociedad si por conservar los empleos de aguadores y alfareros se hubieran puesto tantos impuestos a las cañerías que no se hubieran podido implantar.

A LAS DISCOGRÁFICAS, SGAE, ETC...

Señores, reconviertan sus empleos. Es cierto que ya no necesitaremos distribuidores, pero si que necesitaremos empresas de telecomunicaciones, fabricantes de servidores, routers, módems ADSL y CD-R. Esta batalla está perdida antes de empezar. La historia nos demuestra que los métodos más eficaces y menos onerosos de distribución se imponen sobre los sistemas obsoletos e ineficientes.

Al final de la edad media los tejedores manuales invadían las fábricas y destrozaban los telares mecánicos para proteger su forma de vida. Ustedes parecen seguir una estrategia similar pero, al igual que a los tejedores, no les va a servir de nada.

Por mantener su negocio la sociedad no tiene por qué mantener económicamente un sistema anticuado e ineficiente. Y estén seguros de que no lo hará.

Grandes empresas de las telecomunicaciones y grandes corporaciones que fabrican equipos de comunicaciones no tardarán en ver el negocio. Ellos tienen más recursos que los pobres usuarios que ahora demonizáis. Y a estos no los frenareis indefinidamente con demandas.

A LOS AUTORES

Los autores no tienen nada que temer. El hecho de aumentar la eficiencia de la distribución abaratará el precio final e incrementará el consumo. La gente no consume menos agua por la aparición de las cañerías sino, al contrario, consume mucha más.

Los actuales aguadores y alfareros os engañan haciéndoos creer que perdéis vuestro medio de vida. No es cierto, pues siempre se va a necesitar gente que cree e interprete música. Y para eso van a tener que recurrir a vosotros.

Es cierto que igual los ingresos no podrán seguir viniendo del mismo sitio. En un futuro es posible que los conciertos, el merchandising o las actuaciones en los medios de difusión os den la mayoría de vuestros ingresos. Seguramente en muchas ocasiones es ahora mismo así.

A TODA LA SOCIEDAD

Al igual que la imprenta revolucionó la difusión de la cultura, o el fonógrafo de Edison revolucionó la música, Internet revolucionará ambos medios.

Nunca hasta ahora fue posible difundir el conocimiento a tanta gente, en tan poco tiempo y a un coste tan económico. Si dejamos atrás los caducos esquemas de la sociedad preinformación viviremos una revolución cultural de proporciones inimaginables.

Serán posibles autores de masas con un grado de difusión inimaginable dado que el coste extra de esa difusión será insignificante al no haber "tiradas extra". También será posible que millones de autores lleguen a minorías por reducidas que sean ya que el coste de publicación tan bajo que un centenar de seguidores dispersados por el mundo podrá sostener económicamente al autor.

Y los ciudadanos podremos disponer de una oferta cultural a un precio ínfimo. Un precio tan bajo que por fin la cultura estará disponible para todo el mundo, incluido el tercero. También dispondremos de una variedad de oferta cultural que actualmente no alcanzamos a imaginar.

Y nuestro gobierno que no se preocupe. Cobra ahora más impuestos en concepto de agua de los que nunca cobró. En el futuro ingresará más impuestos por los bienes culturales de los que nunca podría recaudar con el obsoleto sistema actual. Solo tiene que derogar leyes que datan de principios de la revolución industrial y que ya no son más que un lastre en nuestra sociedad de la información.

NOTA:

Hemos de suponer que un CD cuesta lo que nos cobran (unos 18 euros). Ese mismo CD recogido por Internet cuesta: 0.50 euros de derechos de autor (que es lo que dicen cobrar por un disco actualmente) 0.35 euros del soporte (incluso se puede encontrar más barato, sin mencionar guardarlos en MP3) 0.35 euros de gastos varios (grabadora, ADSL, imprimir carátula, etc.) 0.60 euros de beneficio del vendedor (que no tendría más gastos que un servidor Web) En total 1.8 euros

Por tanto el nuevo sistema de distribución solo cuesta la décima parte del antiguo. Es de una lógica aplastante que este nuevo sistema de distribución se acabará imponiendo, pese a quien pese.

SILICON en www.antisgae.internautas.org

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