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   Noticias - 12/Diciembre/00

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¿Queremos un Internet ornamental?

La epidemia puntocom española ha durado aproximadamente un año. En octubre de 1999 salía a Bolsa Terra, rompiendo todas las marcas gracias a las enormes expectativas de mercado que había creado: 600 millones de clientes potenciales, decían, en el estupendo anuncio televisivo. Catorce meses después Terra vale menos de lo que valía el primer día que salió a Bolsa, entre otras cosas porque las expectativas no se han cumplido y llevan camino de no hacerlo nunca.

Esta semana pasada se anunció la suspensión de pagos de Ecuality, la mayor empresa puntocom española de comercio electrónico. Netjuice, que se dedicaba a incubar nuevos proyectos, recula y reordena sus actividades. Estas noticias vienen adobadas con informaciones sobre la caída del índice Nasdaq de Nueva York, el cierre de otras empresas puntocom en EEUU, el pesimismo generalizado sobre la economía digital.

En España tenemos una tendencia generalizada a las actitudes pendulares: de la depresión a la euforia sin estadios intermedios; por ello es conveniente reflexionar y mirar los datos, contemplar la realidad del sector de Internet y valorar racionalmente qué está pasando.

Efectivamente la rentabilidad de las empresas puntocom está tardando más de los previsto y habría que ver si los planes de negocio de muchas de ellas no eran deseos en vez de realidades. Pero en EEUU nadie pone en duda que Internet está aquí para quedarse y que nada tiene que ver la crisis económica de estas empresas, con Internet como arma de buscar información, comunicación, como arma de trabajo y fuente de ocio.

Está pasando que Internet en España es un sector que las abuelas dirían que está cogido con alfileres, que se ha empezado la casa por el tejado o que se ha puesto el carro antes de los bueyes. ¿Pero la crisis no ha empezado en EEUU? Sí, pero allí no está cayendo todo el sector porque muchas empresas puntocom sí tienen clientes y sí son rentables. Aquí es casi materialmente imposible generar un número importante de clientes porque hoy por hoy, comprar por Internet, ver las notas de la selectividad por Internet o leer el periódico por Internet requiere unas dosis extraordinarias de paciencia y una disposición alegre para gastar dinero en conexión a Internet.

Apenas hay españoles que puedan disfrutar de una oferta de tarifa plana, sólo aquellos que disponen de ADSL o cable. Estos dos accesos tienen problemas también, pero al menos la factura no aumenta cuando la lentitud del acceso es desesperante, como ocurre con los heroicos usuarios que acceden a través de su línea telefónica básica: algún día habrá que hacerles un homenaje.

Internet no tiene la culpa de que esas empresas se hayan hundido, Internet está aquí para quedarse. Pero es imprescindible que la Administración caiga en la cuenta de que privilegiando los intereses de las empresas de telecomunicaciones, daña al sector de nuevas tecnologías. No sale gratis.

Aparte de dañar a estas empresas, la ausencia de una tarifa plana está ralentizando el acceso de los españoles a la Red. Pymes, colegios, profesionales no disponen de una tarifa plana en horario lectivo y profesional. Parece que Internet es un juguete para nuestros gobernantes: con que la gente lo use para pasar el rato al llegar del trabajo o el colegio, se dan por satisfechos. Cuando se inventó la máquina de vapor, la nobleza francesa pensó en una aplicación: la propulsión del agua de las fuentes ornamentales, la energía necesaria para juguetes de los niños aristócratas. En Inglaterra, la incipiente burguesía decidió utilizarlo para el desarrollo industrial y se inventaron usos en el transporte de mercancías, contribuyó al definitivo despegue de los británicos frente a la Europa continental. Ante la sociedad española, ante el Gobierno se abren por tanto dos caminos: el de impulsar un Internet popular, barato, implicado en el desarrollo económico de España; o mantener un Internet sólo para el ocio de las clases más pudientes.

Es su responsabilidad.

Montserrat Doval, periodista

Miembro de la Asociación de Internautas

http://www.internautas.org

 

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