Esther Macias - Computerworld -
Ofelia Tejerina tomaba los mandos de la Asociación de Internautas el pasado mes de octubre, unos meses después del fallecimiento de su antecesor en el cargo, el histórico del sector Víctor Domingo. Tejerina es buena conocedora de la entidad y de los retos que afronta el mercado de Internet. De hecho, era la secretaria general de la organización cuando asumió el puesto de presidenta, tras haber trabajado durante 13 años, codo con codo, con el propio Domingo.
ComputerWorld pulsa la opinión de esta abogada experta en TI sobre los grandes desafíos que afronta la red de redes y, en especial, sobre la última iniciativa realizada por Tim Berners-Lee, padre de la World Wide Web, para asegurar el futuro de una Internet libre y abierta. Además, Tejerina desvela por qué la Asociación se ha unido a otras entidades y juristas para pedir al Defensor del Pueblo que interponga un Recurso de inconstitucionalidad al real decreto del Gobierno por el que se adoptan medidas urgentes por razones de seguridad pública en materia de administración digital, contratación del sector público y telecomunicaciones. Una iniciativa polémica sobre la que Tejerina espeta: “No puedes exigir respeto al Estado de Derecho saltándote sus reglas”.
Dice Tim Berners-Lee, creador de la WWW, que los gobiernos y las compañías digitales han fracasado a la hora de defender una internet libre y abierta, y que esto abre el camino hacia una “distopía digital” caracterizada por la desigualdad, el abuso de derechos, la carencia de privacidad y el auge de la desinformación. ¿Está de acuerdo con esta apocalíptica visión? ¿Cómo ve el panorama actual de la Web en estas materias?
Cuando analizas las ocurrencias de algunos gobiernos ves todo eso y piensas: ¿es posible revertir la situación?, ¿realmente vamos hacia lo que describe Berners-Lee? Desde luego, lo deseable es que no se cumpla lo que, consciente o inconscientemente, muchos dirigentes pretenden. Aunque creo de verdad que aún no es tan terrible. Afortunadamente aún no se atreven a imponer todo lo que la tecnología les permitiría para controlarnos. Sí que nos lo venden, empresas y gobiernos, endulzado siempre bajo términos de “comodidad”. Nos dicen que usando tal app o tal asistente y todo hiperconectado (a sus sistemas) vamos a estar más seguros y vamos a ser más felices, y claro, siempre hay quien compra.
Luego están los que se han rendido, los que bajo el mantra “ya lo saben todo de ti” aplauden ciertas normas de carácter legal, programas de actuación política e iniciativas empresariales que se aprovechan de nosotros y de nuestra confianza en el Estado de Derecho para no exigir responsabilidades o límites. Puede que lo sepan todo de mí, puede que me quieran manipular, puede que me quieran “vender” (mis datos) y también puede que puedan hacer todo eso en la práctica, pero debemos responder con leyes, límites, responsabilidades, no con la recatada sumisión que algunos promueven.
"Puede que lo sepan todo de mí, puede que me quieran manipular, puede que me quieran 'vender' (mis datos) y también puede que puedan hacer todo eso en la práctica, pero debemos responder con leyes, límites, responsabilidades, no con la recatada sumisión que algunos promueven"
¿Ayudará el Contrato para la Web, promovido por el propio Berners-Lee y redactado en colaboración con 80 organizaciones, a garantizar el futuro de ésta?
Tal y como está la actualidad en el “negocio” de legislar las redes, creo que todo ayuda. No se puede denostar ni una sola iniciativa que promueva la defensa de los derechos de las personas, ya sea dentro o fuera de la WWW. Aunque somos realistas y sabemos que el éxito de estas declaraciones de voluntad depende en gran parte de los recursos materiales que se puedan destinar a su implementación; hay que tener en cuenta que el papel de los stakeholders es clave también en el rumbo de las políticas y la actividad económica de los grandes de la tecnología.
No pueden pretender que su negocio funcione manipulando solo a los que toman decisiones en las altas esferas, el número y la calidad de los firmantes de campañas como esta también importa, al fin y al cabo, estos colectivos son la voz de sus clientes, los necesitan.
¿Cómo deben actuar los gobiernos para promover una internet libre y abierta?
Internet libre y abierta no significa Internet salvaje, a ver si logramos que los gobiernos lo entiendan de una vez. Significa garantizar el acceso y uso libre de intervenciones estatales arbitrarias, que no estén previstas por la ley, que no sean proporcionadas y necesarias a los fines de un Estado de Derecho, o que permitan esa injerencia autoritaria al sector privado, etc.
Cuando el poder prevé normas que aparcan a los jueces de sus competencias por el mero hecho de estar en Internet, cuando exigen a empresas privadas que controlen lo que podemos o no podemos compartir/ver en Internet, cuando les piden esos datos que “total, si ya los recopilan” (sin consentimiento) para fines totalmente distintos de los inicialmente previstos para su clasificación, o cuando no se dota de recursos suficientes a las autoridades para formarse y actuar, lo que promueven es un corral tecnológico a su servicio.
"Los grandes gigantes digitales están ansiosos de (más) poder avalado por la complacencia del Gobierno y, a ser posible, disfrazado de obligación legal"
¿Y los grandes gigantes digitales?
Los grandes están encantados. Ahora se quejan de que se les imponga responsabilidades que les exigen importantes desembolsos económicos para proveerse de las herramientas que les permita cumplir la ley, y de que no siempre pueden cumplir lo que se les pide porque la tecnología no está preparada, pero en realidad son conscientes de que se les está pidiendo determinar los criterios para que la información pueda o no estar online, y aplicarlos por su cuenta y riesgo, es decir, conforme a su voluntad. O sea: controla la red.
Las reformas legales que se están aprobando en materia de propiedad intelectual nos están poniendo sobre la pista cómo van dejando en su cesta lo que atañe al mundo ciber, porque a los gobiernos esto se les escapa de las manos.
Por otra parte, también son conscientes de que sus clientes rechazan ese tipo de propuestas, y por eso nos venden que no quieren hacerlo, que les obligan y que están de nuestra parte, pero no es verdad. Están ansiosos de (más) poder avalado por la complacencia del gobierno y, a ser posible, disfrazado de obligación legal.
"No puedes exigir respeto al Estado de Derecho saltándote sus reglas"
¿Cómo valoran desde la Asociación actuaciones como la del Gobierno español, que ha promovido el Real Decreto-ley 14/2019, de 31 de octubre, por el que se adoptan medidas urgentes por razones de seguridad pública en materia de administración digital, contratación del sector público y telecomunicaciones?
Pues atónitos estamos. Y como nosotros, grandes juristas y organizaciones de la sociedad civil, a los que nos hemos unido para pedir al Defensor del Pueblo que interponga un Recurso de inconstitucionalidad. Nos parece especialmente grave que un gobierno, a golpe de norma propia (un Real Decreto-Ley) regule materias reservadas a ley especial (Ley Orgánica), que lo haga contrariando las reglas del juego constitucional y que diga que lo hace justamente para exigir que se cumpla la norma suprema (la Constitución). No puedes exigir respeto al Estado de Derecho saltándote sus reglas. En lo que afecta a las redes de comunicaciones, la previsión de intervenirlas por motivos de seguridad pública es una mala copia de lo que regula Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, para el “estado de excepción”, y digo mala, porque hasta en esta norma se dan más garantías para los derechos de los ciudadanos, y ya hace casi 30 años que se aprobó.
En mayo de 2018 empezó a ser de obligado cumplimiento el Reglamento Europeo de Protección de Datos (conocido por sus siglas inglesas GDPR). ¿Ha mejorado esta normativa la defensa de la privacidad en Europa?
Sin intimidad y protección de datos la convivencia de una sociedad ordenada se convertirá en la de una sociedad amenazada. La privacidad es un derecho fundamental que atañe directamente a la dignidad, y si te vigilan 24/7 reprimen lo más básico del ser humano: la espontaneidad y la libertad natural de movimientos. Nos robotizarán.
Considero que se ha hecho un gran esfuerzo para que así sea, para establecer que no todo vale, y para decirnos que si alguien lo hace mal (y tenemos pruebas, como todo en la vida, como todo en justicia) tendrá que dar explicaciones y, en su caso, asumir responsabilidades. Este es el papel de la ley. Quien diga que no sirve para nada es que no es consciente de que se podrían hacer las cosas mucho peor, por eso necesitamos normas como esta.
"Si te vigilan 24/7 reprimen lo más básico del ser humano: la espontaneidad y la libertad natural de movimientos. Nos robotizarán"
En los últimos tiempos las fake news o información falsa acampa a sus anchas en Internet. ¿Cómo ve esta tendencia?
Lo veo natural. La desinformación ha sido un arma de combate desde el principio de los tiempos, sumamente útil para confundir y manipular al enemigo. Ahora, con el desarrollo de las tecnologías de la comunicación nos encontramos con que se ha incrementado su potencial y llegan a los lugares más recónditos, por lo tanto, ha aumentado enormemente su capacidad de hacer daño.
Por otro lado, ha traído una excusa perfecta para, de nuevo, intentar controlar lo que circula por Internet. Y es difícil, muy difícil, conciliar los intereses que subyacen al control de la desinformación con lo que ocultan ciertas medidas censoras, hay que reconocerlo, pero si se exige a los proveedores de servicios de contenidos cuidar de las redes bajo amenaza de sanción, van aplicar sin pensarlo dos veces la regla “ante la duda, borra”. Y yo creo que la ley debe obligar a que prevalezca el principio in dubio pro libertate.