Jornada 25 Aniversario Asociacion de Internautas


OPINIÓN DE ENRIQUE DANS

Viacom pierde, todos ganamos…


.."Precedentes absurdos y aberrantes, como el caso de la denuncia a YouTube en Italia o la de la SGAE a la Asociación de Internautas en el caso PutaSGAE, ponen en peligro este principio fundamental para la definición de nuestra sociedad como sociedad participativa y bidireccional, judicializan peligrosamente la conversación, y pervierten las reglas para intentar seguir sosteniendo las prebendas que existían cuando para intervenir públicamente en un canal de comunicación tenías que tener una licencia concedida por la autoridad competente. Casos como estos demuestran quienes, realmente, son los enemigos de la red, los que claramente vivían mejor cuando la red no existía, y los que intentan atentar contra la naturaleza de la misma."..




El juez Louis L. Stanton ha dictado sentencia en el caso de Viacom contra YouTube, del que hemos hablando anteriormente, y la sentencia, escrita de manera breve en treinta páginas, es completamente favorable a las tesis sostenidas por YouTube: todas las acusaciones son desestimadas, no existe indicio alguno de delito. YouTube cumple perfectamente con la ley, es perfectamente respetuoso con la propiedad intelectual, y no es responsable de lo que sus usuarios suban a la plataforma más allá de retirarlo de manera diligente cuando sean advertidos de una infracción por un derechohabiente por cualquiera de los métodos habilitados a tal efecto.


La importancia de esta sentencia, todavía en primera instancia y que indudablemente será recurrida por Viacom, es enorme: lo que estaba en litigio era, realmente, la verdadera esencia del funcionamiento de Internet y, sobre todo, de su valor como plataforma para participación. Una sentencia contraria habría convertido la red en un lugar donde cualquiera puede denunciar a otro por lo que un tercero haya hecho llegar a su plataforma, teniendo en cuenta además que en la red a día de hoy, todos y cada uno de nosotros podemos ser una plataforma. Precedentes absurdos y aberrantes, como el caso de la denuncia a YouTube en Italia o la de la SGAE a la Asociación de Internautas en el caso PutaSGAE, ponen en peligro este principio fundamental para la definición de nuestra sociedad como sociedad participativa y bidireccional, judicializan peligrosamente la conversación, y pervierten las reglas para intentar seguir sosteniendo las prebendas que existían cuando para intervenir públicamente en un canal de comunicación tenías que tener una licencia concedida por la autoridad competente. Casos como estos demuestran quienes, realmente, son los enemigos de la red, los que claramente vivían mejor cuando la red no existía, y los que intentan atentar contra la naturaleza de la misma.



Llega el momento de, por otro lado, exigir a YouTube que dado que la ley se interpreta como se interpreta, se haga además en los dos sentidos: si las peticiones de retirada de contenidos por parte de las grandes empresas de producción y distribución son, como ha afirmado el juez, atendidas de manera especialmente diligente, tenemos que exigir que las peticiones o contrareclamaciones por parte de los usuarios sean igual de simétricas, que un usuario no encuentre problemas, trabas, escritos en farragoso “legalés” y objeciones a la hora de pedir que un contenido retirado erróneamente sea reinstaurado. Hasta el momento, esto no ha sido así. Y para que las cosas funcionen de verdad y YouTube tenga un verdadero valor como plataforma no sesgada, debe cambiar.


Me han gustado especialmente las interpretaciones de Techdirt y la interpretación de posibles consecuencias por parte de GigaOm. La sentencia del caso Viacom contra Youtube es algo por lo que todos los usuarios debemos congratularnos, es una gran victoria hacia la consolidación y la madurez de la red como medio central en la sociedad, y abre las puertas a la aparición de cada vez más contenido de todo tipo en la red, al funcionamiento de la red como verdadero medio bidireccional por el que todos circulamos respetándonos convenientemente, sin que, como decía George Orwell en esa obra maestra titulada Rebelión en la granja, “unos sean más iguales que otros”. Y sin lugar a dudas, es una sentencia que va a tener numerosas consecuencias.



OPINIÓN DE ENRIQUE DANS




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