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Sinde obstruye la eliminación del canon digital que respalda Industria


Un mes después de que se agotara el plazo para modificar el canon digital, el Gobierno continúa dividido sobre cómo eliminar esta polémica tasa. Los ministerios de Industria y Cultura no han llegado todavía a un acuerdo definitivo, pero el golpe judicial a la SGAE está acelerando los plazos del Ejecutivo con el objetivo de intentar calmar a la opinión pública. La decisión que finalmente tome el Consejo de Ministros afectará a la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba, quien debe sopesar qué ayuda más a sus aspiraciones, si el apoyo de los artistas que pidieron el voto para el PSOE en 2008, o el rechazo ciudadano a la Ley Sinde, el canon digital y las entidades de gestión.




Alberto Mendoza - Elconfidencial.com - Además de su impopularidad, el canon digital cuenta con dos sentencias judiciales en contra. La primera, del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, tacha el sistema de “indiscriminado”, e impide que se cobre a administraciones, empresas y autónomos que utilicen soportes informáticos para su actividad profesional. La segunda, de la Audiencia Nacional, anula la orden ministerial que estableció la lista de dispositivos digitales y las tarifas aplicables a cada uno de ellos.

El Gobierno, en el marco de la Ley Sinde, se comprometió a corregir estas deficiencias antes del día 6 de junio, algo que no ha sido capaz de cumplir. “Es mejor una buena ley retrasada que una mala puntual”, se justificó la ministra de Cultura el pasado 15 de junio en el Congreso. Entonces, Ángeles González-Sinde insistió en defender la tasa porque “suprimir el canon significa suprimir el derecho de los ciudadanos a hacer copias privadas”.

Pero esta opinión no coincide con la de otros miembros del Gobierno, como Miguel Sebastián, más propicios a eliminar el canon, como también piden la industria tecnológica, los comerciantes de estos dispositivos o los internautas. La decisión final puede llegar de Presidencia, ministerio que debe emitir la orden de modificación, y que dirige un hombre próximo a Rubalcaba como Ramón Jáuregui. El nuevo candidato del PSOE es consciente de que el canon constituye una materia muy sensible electoralmente y, por ahora, ha demostrado que confía más en el criterio de Sebastián que en el de Sinde. Mientras que la cineasta se alineó en privado con las aspiraciones de Carme Chacón, el titular de Industria contribuirá al próximo programa electoral socialista.

Entre tanto, las negociaciones entre Cultura e Industria continúan estos días con la presión añadida de la investigación judicial a la SGAE, una de las entidades encargadas de administrar los fondos del canon digital. “El Gobierno ahora tiene dos problemas: cómo soluciona la recaudación del dinero para compensar a los autores por la copia privada, y cómo explica que la SGAE siga gestionándolo”, señalaron fuentes conocedoras de estas reuniones. Sin embargo, las posiciones no han variado mucho desde el mes de junio: Sebastián acepta la supresión del canon, pero Sinde trata de alargar el proceso y se niega a dejar a las entidades de gestión sin los 100 millones de euros que llegan a ingresar por este concepto.

¿Quién pagará la diferencia?

Por ello, el debate se centra en cómo reemplazar la recaudación que hoy en día se obtiene por la compra de material informático y aparatos digitales. “Es un asunto muy complejo, hay que buscar un equilibrio en el marco de la sentencia del tribunal europeo, pero no se puede descartar que haya un impulso en la negociación y se presente el acuerdo la semana que viene”, señalaron fuentes próximas a Cultura.

Entre otras opciones, el departamento de Sinde ha barajado traspasar el canon a las conexiones de ADSL o subir las tasas a los particulares, en caso de que solo se eximiera de pagar el canon a empresas y profesionales. Otra alternativa sería imitar a Turquía y Noruega, que compensan a los autores con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. No obstante, esta medida sería difícilmente digerible por los contribuyentes, especialmente en un periodo de crisis y recortes sociales para contener el déficit.

En todo caso, sea cual sea la decisión del Ejecutivo, no puede demorarse mucho más. Será también una decisión estratégica, en la que Rubalcaba debe elegir entre continuar con sus guiños a los indignados o seguir satisfaciendo a los llamados “artistas de la ceja”. Algunos de los que apoyaron al PSOE en 2008 aparecen ahora ligados a las sospechas de corrupción en la SGAE, mientras que otros tratan de articular un movimiento a la izquierda de los socialistas, como demostraron el pasado fin de semana en el acto bautizado Una ilusión compartida. Y, para ganar, Rubalcaba no puede dejarse ningún voto en la gatera.

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